Capitulo 7: Corazón con frío.

5 1 1
                                    

Empieza el primer día de Esteban, aún se encontraba frustrando por el frío comentario que Hikari le hizo. -Voy a hacer que te enamores de mi... Y rogaras ser mi novia...- Dijo entre dientes mientras pasaba el trapeador por el suelo.

Volteo su mirada a la caja donde estaban sus compañeras compartiendo una rebanada de pastel de frutas. -¡Animo!- Exclamó Hikari y Esteban le dió la espalda para ocultar su rubor. «Carajo... ¡Odió la forma en que me mira!»

Vanessa se pasó la mano por el rostro y después miró a Hikari. -¿De verdad puedes lograr cambiar a alguien tan necio y mimado...?- Hikari respondió mientras chupaba su cuchara. -Ni idea, pero si don Henry me lo pidió entonces lo voy a intentar-

Aya rió un poco mirando a Vanessa. -Yo confío en la brillante Hikari, siempre logra lo que se propone- Jenny apoyó a Aya en su declaración. -Seh, yo soy parte del equipo Hikari desde que logró hacer sonreír al chico sombrío con ese pastel de chocolate-

Vanessa suspiro y se llevó el último pedazo de pastel a la boca. -Supongo que también me queda confiar...-

Entonces un cliente entra al local y Esteban lo nota de inmediato. -¡Oiga no me pise el suelo! ¿¡Que no ve que acabo de limpiarlo?!- Entonces se apareció Jenny a toda velocidad y le dió un fuerte golpe en la cabeza. -¡Una disculpa!-

También aparecieron el resto de las chicas para atender a ese confundido cliente con alegría entre las tres mientras se disculpan por el trato de Esteban. Hikari lentamente se acercó a Jenny y le hizo relevo para quedarse cerca de Esteban. -Seras... El Rincón del Sol es un lugar para desbordar alegría, es un lugar con la fama de que somos muy alegres y brindamos un buen día a cada cliente-

-¡Pero el suelo!- Exclamó Esteban y después Hikari lo interrumpió acercándose más a él para confrontarlo. -No, eso da igual aquí, tu deber es limpiar lo que se ensucia. Si los clientes ensucian, tu limpias-

Esteban desvío la mirada un poco rojo del rostro. -Entiendo... Lo siento...- La chica brillante se notaba un poco molesta y entonces dijo antes de irse. -No arruines el negocio de Don Henry...-

Más tarde, El Rincón del Sol se iba llenando de clientes, el chico adinerado estaba pensando en una forma de acercarse a Hikari para que ella se enamore de él. Sin embargo no sería sencillo, pues el ya había metido la pata un par de veces con ella.

Mientras pensaba, Hikari corrió frente a el, entonces en cuestión de segundos le metió el pié, entonces Hikari cayó y antes de llegar al suelo, Esteban la atrapó. -¿Estas bien, bella dama?- Dijo con un tono seductor mirando a Hikari a los ojos.

-Oh... Gracias por salvarme... De la caída que tú provocaste...- Entonces Esteban quedó frío al oír eso, Hikari no perdió el tiempo y al levantarse corrió al lugar hacia donde se dirigía.

Más tarde, Hikari de encontraba en su descanso y Esteban apareció con una rebanada de pastel de fresa y lo puso frente a la chica brillante. -Este pastel es dulce, pero no tan dulce como el café de tus ojos- Dijo el adinerado al guiñarle el ojo a Hikari.

Esteban tomó el tenedor y trató de darle un poco a Hikari en la boca, pero la chica interpuso su mano entre el pastel y su boca. -Este pastel... ¿Lo pagaste?- Esteban quedó un poco confundido. -¿Los empleados no tenemos postres gratis...?- Hikari rió y negó con la cabeza.

Esteban gruñó un poco y después se levantó rápido. -¡Lo pagaré de inmediato!- Hikari acarició la cabeza del chico adinerado. -Cuando lo pagues, tendrás que comerlo en tu descanso, yo tengo mi propio almuerzo-

Dulce, Como Café con Leche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora