Enamorado de una castaña.

No salio como esperaba.

James se sentía confundido, nunca una chica lo había golpeado por besarla, y ese golpe fue muy fuerte, bueno, mejor dicho, esos golpes.

El sentía algo por la chica y no era solo porque ella lo evitaba. Alice no era cursi, era muy amable con todos (exceptuando a James, claro), inteligente, leal y valiente. Esas cualidades hacían que James sintiera algo que nunca había sentido con otra chica. El detestaba el amor, pero no podía liberarse de él. Al chico le encantaría ser una piedra, porque claro, las piedras no tenían sentimientos.

Luego de reflexionar unos momentos, se decidió por ir a buscarla y pedirle disculpas. Alice le gritaría, él ya lo sabía, pero debía intentarlo.

Entro al castillo y fue hacia la Sala Común. En ella solo se encontraba Fred, Louis, Rose y Hugo.

-¿Han visto a Alice? –preguntó James

-Hola a ti también, primo, estamos muy bien, ¿y tú?- Dice Louis

-Lo siento. ¿Saben dónde está Alice?- dice James. Estaba comenzando a irritarse.

-Se fue hacia la Torre de Astronomía –dijo Rose- se veía muy molesta.

-¿Paso algo malo?-pregunto Hugo

-Luego les cuento–dicho esto salió corriendo a buscarla.

Alice se encontraba sentada en el suelo de la Torre de Astronomía. Provocaba nieve, ya que estaba muy molesta, y no podía controlar sus poderes.

Estaba demasiado enfadada. Primero: Había soñado que besaba a Potter. Segundo: El estúpido de Potter la había besado. Bueno, mejor dicho, se podría decir que lo primero más la avergonzaba y la confundía que molestara.

El chico ya la tenía cansada. No la dejaba nunca en paz, y solo era porque ella no era una babosa como las demás chicas en Hogwarts que lo único que hacían era seguirlo. Tendría que decirle, al chico, que ya estaba cansada que la siguiera molestando. No aguantaba más.

Se puso de pie, dispuesta a buscar a James, y salió corriendo en su búsqueda.

Estaba bajando las escaleras sin prestar mucha atención a su camino, ya que, estaba pensando en lo que le diría a Potter.

Sumida en sus pensamientos, choco contra alguien y cayó hacia atrás con un ruido sordo. Perpleja, se levantó del suelo diciendo:

-Lo siento, no te vi –se fijó en el rostro de la persona con la que había chocado. Era James y, al parecer, también había caído ya que también estaba en el suelo.

James se incorporó y se fijó en la muchacha.

-¡Alice! Perdóname por haberte besado. Solo pensé que te gustaría, pero me di cuenta que no.

Era raro que Jame Sirius Potter se disculpara pero, aun así, Alice grito:

-¡eres un tonto, Potter! Sabes que no me gustas. –Dijo enfadada- Me tienes hasta los pelos, me vives molestando solo porque no soy una de tus estúpidas admiradoras. ¿Acaso no te das cuenta de que me tienes harta? ¿o tu enorme ego te deja ciego? Déjame de una vez en paz.

-Pero...

-Sin peros, Potter. Ya tengo suficiente con los exámenes para que tú vengas y me metas más problemas en mi cabeza

-Alice, yo solo hago eso porque...

-¡no me interesa! Se lo que vas a decir "solo lo hago porque eres un desafío y me gustan los desafíos"- dijo la chica con un tono de voz grave- Conozco a los chicos Potter, sé que es por eso –Sin decir más se alejó.