21.- Asgard

132 19 24
                                    

Su calor me envuelve. Y se aferra a mi como yo a él.

—Hemos llegado—con sus palabras abro los ojos, pero no me separo de él. Estamos en medio de un hermoso prado. En el suelo, relucen piedras de cristal de todas las formas y colores. Pero lo que más me asombra, es que es de día aún.

—Asgard es muy hermoso—murmuro mientras no dejo de mirar a mi alrededor.

—Aún no estamos ahí. Este es el Valle de Cristal, se encuentra a las afueras de la ciudad.

Me separo de él y doy unos pasos por la suave y fina hierba verde. Al girarme nuevamente hacia Vali, me percato que se encuentra debajo de un arco de cristales. Detrás de él, reluce todo como pequeñas piedras que son alcanzadas por el sol y desprenden su luz multicolor hacia todas partes.

—Desde aquí si se ve el portal—el se acerca a mí.

—Sí. Vamos, muero por mostrártelo todo— me sonríe y comenzamos a caminar.

Salimos del prado y comenzamos a seguir un camino bordeado por árboles y cristales. Admiro todo a mi alrededor sin perderme un detalle. El cielo es hermosamente azul, mucho más intenso de como se ve en la tierra. Todo tiene un color mucho más intenso aquí. Caminamos tomados de la mano como dos enamorados.

—¡Vali!

—Hum.

—¿Alguien sabe que vengo contigo? —inquiero curiosa.

—Te aseguro que Astrid ya lo está informando a todos. De un momento a otro vendrán a buscarnos, ya lo verás. Así que disfruta de nuestro paseo.

Y eso hago. Disfruto de cada instante a su lado. Otro prado comienza a aparecer a un lado del camino. Hermoso. Cubierto de flores silvestres y cristales multicolores dispersos.

—¿Podemos sentarnos en la hierba? —pregunto deteniéndome.

—Podemos hacer todo lo que tú quieras, y más.

Tiro de su mano hacia el prado. Nos sentamos y después él se deja caer hacia atrás. Los árboles que bordean el prado nos brindan sombra. Hago lo mismo y me recuesto sobre su brazo.

—Podría quedarme aquí recostada durante horas.

—Podemos quedarnos aquí todo el tiempo que lo desees—murmura mientras me acaricia el cabello.

Me giro hacia él. Me está observando. Subo mi mano hacia su pecho y mientras me pierdo en su mirada, acerca su boca a la mía. Me recuesto contra su cuerpo y me dejo llevar por el deseo.

—Si por mi fuera—susurra separando su boca de la mía mientras desliza un tirante de mi vestido hacia abajo—, te desnudaría y te haría el amor aquí mismo.

—Hazme el amor aquí mismo—subo una de mis piernas sobre su cuerpo y mi mano hacia su mejilla.

—No, hoy no. Hoy quiero tomarte en mi habitación y con mucha calma—me mira a los ojos—. Quiero demostrarte lo intenso que el fuego puede llegar a ser.

—No perdamos tiempo entonces—me separo de su cuerpo y me pongo de pie.

Vali se ríe y me acompaña. Tira de mi cuerpo contra el suyo y comenzamos a caminar. Pero se detiene cuando solo dimos unos pasos. Se puede escuchar el resonar de cascos de caballos que avanzan por el camino hacia nosotros.

—Que te dije, ya les han avisado—murmura contra mi cabello.

Cinco guardias ataviados con armaduras palteadas en las que relucen símbolos asgardianos, se detienen frente a nosotros. Todos llevan cascos, espadas y montan sobre hermosos corceles.

Fuego Eterno© ✔️(+18) #1 Fuego (#PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora