En el capítulo anterior:
L: “Mario...”
M: “Eres la luz que ilumina mi vida. Eres perfecto tal y cómo eres, y siempre te querré.”
L: Sus ojos se encharcaron de lágrimas ante las palabras de Mario. “G-gracias bro.”
M: “Así que por favor, no vuelvas a infravalorarte. Tú eres la persona más valiosa en mi vida.”
L: “Y tú la mía.”
Al cabo de un rato ambos hermanos se durmieron, no sin antes alejarse Mario de Luigi por si los padres entraban al cuarto y los veían abrazados. Al fin y al cabo no iba a permitir que descubriesen lo que hacían juntos a escondidas.
M: “*Adiós virginidad. No pensé que te perderíamos unos días antes de cumplir los 18.*” Mario soltó una pequeña risita.
Y continuamos:
A la mañana siguiente, la madre de Mario y Luigi entró en la habitación del pequeño y abrió las cortinas dejando pasar la luz del Sol y despertándolos.
M: “¡MAMÁ!” Se tapó la cara con su mano.
Madre: “Hijos míos, sé que ya comenzaron vuestras vacaciones, pero eso no significa que tengáis que dormir hasta tan tarde.” Echó un vistazo al suelo y ahí estaban echadas las ropas de sus hijos. “¿Estáis durmiendo desnudos?”
M y L: La pregunta de su madre les despertó, temiendo que ella les hubiese descubierto. “¡N-NO MAMÁ!”
Madre: “Ah, menos mal. Ya decía yo que mis niños jamás serían capaces de hacer eso y en la misma cama.” Recogió las ropas para echarlas a lavar, pero entre ellas estaban los calzoncillos de sus hijos. Esto la dejó pensativa. “Bueno. En 10 minutos os quiero levantados para desayunar.”
M y L: “¡Sí mamá!”
Madre: Cerró la puerta y fue a poner la lavadora mientras que su esposo preparaba el desayuno. “¿Sabés que Mario y Luigi han dormido desnudos esta noche?”
Padre: “Estos niños. Ya sabíamos que eran muy especiales, pero esto es más sorprendente.” En realidad a los padres les pareció en parte adorable a la vez que gracioso. “Sus hormonas ya se les han disparado.”
Madre: Terminó de poner la lavadora. “Menos mal que Mario siempre está ahí para guiar a Luigi. Creo que de hecho él ha tenido más preocupación por Luigi que nosotros.”
Padre: Rodeó por detrás a su esposa con sus brazos. “Mario aprendió de la mejor madre a amar.” La besó en la mejilla. “No cabe la menor duda de que son hijos tuyos. Han heredado tu carácter amable y cariñoso.”
Madre: Se sonrojo. “Calla. Los niños podrían llegar en cualquier momento. Aunque se nota que también son tuyos.” Se miraron. “Los dos tienen tus ojos.” Se besaron en la boca.
Mientras tanto, Mario y Luigi comenzaron a levantarse, esperando que no se hubiesen metido en ningún lio. Puede que sus padres no sospechasen de su relación carnal, pero menuda vergüenza debían de sentir que su madre los vio durmiendo sin nada de ropa.
Ya en el desayuno, los cuatro se sentaron y hablaron de lo ocurrido el día anterior.
Padre: “Luigi, los padres de Melinda van a hablar con los padres de los chicos y lo más probable es que los envíen a un correccional durante todo el verano.”
L: “¡Oh no!”
Madre: “Tranquilo cielo. Lo bueno es que ahora que Mario y tú vais a estudiar fontanería y allí no estarán esos matones.”
L: “S-sí, tienes razón. Gracias mamá.”
M: “Pero aun así se merecen un castigo peor.”
Padre: “Mario, no hubo agresiones físicas. Por eso no van a recibir un castigo peor según tú.”
M: “Eso es injusto papá. ¡NADIE merece piedad si lastiman a Luigi!”
Madre: “Mario…”
M: “¡Papá, mamá, es verdad! ¡Luigi es un ser de luz y con un corazón de oro!” Luigi le miraba con los ojos llorosos de la alegría. “Es la persona más importante en mi vida.” Le miró y le sonrió. La madre tosió. “B-bueno, además de ti y de papá.”
Madre: “Menos mal.”
L: “Vosotros tres también sois las personas más importantes en mi vida. Gracias por todo. Es muy bonito contar con la familia.”
Padre: “Y hablando de la familia, ¿estáis emocionados por ir a visitar al tío Guido y a la tía Francesca?”
M: “Mucho.”
L: “Sí, también a los primos Carlo y Andrea.”
Madre: “Pues a ver si hay suerte y están. Tened en cuenta que ellos son más mayores y probablemente trabajen. Y dentro de nada es vuestro cumpleaños. Mis pequeños se hacen tan mayores.”
M y L: Se sonrojaron. “¡Mamá!”
Madre: “Nada de ¡Mamá! Para una madre sus hijos siempre serán sus pequeños, da igual la edad.”
Siguieron desayunando los cuatro juntos, soltándose algunas anécdotas divertidas y riendo.
Ahora sí: las vacaciones de Mario y Luigi habían comenzado.
Me demoré demasiado, lo sé 😅
Es muy agradable volver a escribir esta historia que os gusta mucho y prometo no defraudaros con ella.
Aún queda un capítulo con lemon bien rico 🌚
Nos vemos 💕
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Nunca te dejaré (Mario x Luigi)
FanficLa etapa de la adolescencia es bastante dura para algunos, en especial cuando se habla del tema de las hormonas. Os invito a un viaje en el tiempo hasta el pasado de nuestros dos hermanos favoritos de los videojuegos y cómo comenzaron a experimentar...