En las noches silenciosas, bajo el manto de estrellas que adornaban el cielo oscuro, Chuuya y Dazai se sumergían en conversaciones llenas de esperanza y promesas de un futuro mejor.
Chuuya envolvía a Dazai en sus brazos con ternura, sintiendo su presencia reconfortante mientras compartían sus sueños más profundos y anhelos más sinceros.
– Dazai, te lo prometo — murmuraba Chuuya, su voz cargada de determinación. — Te sacaré de aquí, nos iremos a vivir lejos y abriremos esa cafetería que tanto deseas.
Dazai, sintiendo el amor y la seguridad que emanaban de las palabras de Chuuya, sonreía con gratitud y esperanza. — Gracias, Chuuya. No puedo imaginar un futuro sin ti a mi lado.
Cada noche, en la tranquilidad de su refugio compartido, renovaban su compromiso de escapar juntos de la oscuridad y encontrar la luz al final del túnel. Se hacían promesas de amor eterno y lealtad inquebrantable, aferrándose a la creencia de que juntos podrían superar cualquier desafío que se les presentara.
– No importa qué obstáculos se interpongan en nuestro camino, siempre estaremos juntos — declaraba Chuuya, sus ojos brillando con determinación.
– Siempre — respondía Dazai con voz suave pero firme, sus dedos entrelazados con los de Chuuya en un gesto de unión indestructible.
Cada noche, mientras Chuuya contemplaba las estrellas brillantes que adornaban el firmamento Dazai trataba de recordar como se veian. Ambos compartían sus sueños y esperanzas más profundos, nutriendo su amor y fortaleciendo su vínculo. Se prometían mutuamente que no importaba cuánto tiempo tomara, encontrarían la forma de escapar juntos y construir un futuro lleno de amor y felicidad.
– Juntos, podemos superar cualquier cosa — afirmaba Chuuya con convicción, su corazón lleno de determinación.
– Sí, juntos somos invencibles — respondía Dazai con una sonrisa serena, sabiendo que mientras tuviera a Chuuya a su lado, podía enfrentarse a cualquier desafío con valentía y esperanza.
Y así, en las noches tranquilas y llenas de promesas, Chuuya y Dazai se preparaban para el día en que finalmente podrían escapar de las garras de la Mafia y empezar una nueva vida juntos, donde su amor sería su guía y su fuerza.
Dazai se aferraba a cada palabra de Chuuya, encontrando esperanza y consuelo en sus promesas. Aunque el peso de la realidad aún pesaba sobre ellos, cada noche se convertía en un santuario de sueños compartidos y promesas renovadas.
Con el paso del tiempo, esas promesas se convirtieron en un faro de luz en medio de la oscuridad que los rodeaba. A pesar de los desafíos y obstáculos que enfrentaban, Chuuya y Dazai se aferraban a la esperanza de un futuro mejor, donde pudieran vivir en paz y amor.
18 años
El día tan esperado finalmente había llegado, y Chuuya y Dazai se prepararon para dejar atrás su vida en la mafia y buscar un futuro mejor juntos. Estaban llenos de esperanza y emoción, convencidos de que podrían escapar sin ser detectados. Sin embargo, desconocían que sus planes habían sido descubiertos por Mori, el líder de la mafia.
Mori había sospechado durante algún tiempo de las intenciones de Chuuya y Dazai, y había enviado a sus hombres para vigilarlos de cerca. Al enterarse de que estaban a punto de escapar, no dudó en tomar medidas drásticas. Ordenó a todos sus subordinados que persiguieran a los dos traidores y los eliminaran sin piedad.
Mientras Chuuya y Dazai se adentraban en las calles, sin saber que estaban siendo seguidos de cerca, una sensación de peligro acechaba en el aire. De repente, se encontraron rodeados por una horda de hombres armados, enviados por Mori para detener su escape.
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Echoes of Love: A Bittersweet Promise (Soukoku)
Fanfic- Dazai, lo logramos - murmuró Chuuya.