[3]

5.8K 503 34
                                    

— No lo entiendes Lani, el coronel es un asesino a sangre fría

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— No lo entiendes Lani, el coronel es un asesino a sangre fría. Disfruta golpear a los soldados, abusar de su autoridad.

— Luisa — Suelto el cubierto — No me vas a convencer sobre nada con mi novio, se que Chris no es un santo pero no sería capaz de disfrutar algo como eso. — Niego — Si es que llega a tener sangre en sus manos es culpa de su trabajo no de él. — Justifico.

— Esto es peor de lo que pensé. — Rachel se lleva un poco de sopa a la boca — Hay que ponerte en tratamiento, una sesión de terapia con Luisa puede aclararte la visión y mente. — Intenta convencerme.

— Luisa, Rachel. — Interviene Alexa — Ya basta, dejen el tema por la paz. Lani es feliz con el coronel si ustedes no son felices en sus relaciones lo siento mucho pero dejen en paz a Lani ahora mismo.

— Pero tú también sabes la verdad Alexa ¿por qué te quedas callada? — Insiste Luisa.

— Lani sabe lo que hace. Ella es feliz e incluso el coronel se ve feliz con ella ¿Qué es lo que en realidad les molesta? — Se queja.

Me llevo una papa a la boca observándolas discutir, una mano se posa en mi hombro y el aroma de mi novio llega a mi nariz por lo que me relajo. Todas se quedan calladas cuando Christopher se inclina a mi oído.

— ¿Por qué no me esperaste? Queria comer con mi hermosa novia.

Me giro un poco viendo su rostro, su mirada es triste y su puchero me llena de ternura que le señalo el asiento a mi lado lo cual toma sin problemas. Tomo una papa y se la acerco a su boca la cual toma ante la mirada de todos.

— No lo creo. — Luisa nos observa horrorizada.

— Luisa me dijo que disfrutas matar gente pero yo le dije que no es así. — Limpio la comisura de Chris con una servilleta.

— ¿Qué más te dijo Banner? — Sonríe hacia mi para después ver a Luisa quien se pone tensa de inmediato. — Cuéntame nena. — Regresa su atención hacia mi.

— Bueno en realidad no importa mucho, se que no harías tal cosa. — Beso sus labios para después morder mi hamburguesa.

— Olvide mi bebida — Susurra Chris.

— Yo voy por ella mi amor. — Me limpio los labios tomando un sorbo de mi té verde para ir hacia los refrigeradores.

Lani me sonríe y le regreso la sonrisa totalmente encantado hasta que me ya está a unos metros de nosotros la borro para ver a las 3 mujeres

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lani me sonríe y le regreso la sonrisa totalmente encantado hasta que me ya está a unos metros de nosotros la borro para ver a las 3 mujeres. — Escuchenme bien par de brutas insatisfechas. — Me inclino un poco hacia James y Banner — Dejen de meterle ideas en la cabeza a mi mujer. Si me entero que ella no puede siquiera conciliar el sueño por culpa de ustedes dos voy a mandarlas a Afganistán sin lengua para quejarse.

Ambas me miran llenas de horror, mi mirada de reojo para a Alexa quien solo come como si nada sabiendo muy bien la posición de Lani. Mi mujer se acerca colocando la bebida a mi costado por lo que cambio de inmediato mi semblante.

— Gracias nena. — Agradezco sin problemas y ella sonríe asintiendo depositando un beso en mi mejilla.

Mi ceño se frunce ante eso, la veo comer con una incomodidad que me aprieta el pecho, mis ojos están a nada de tener un tic nervioso si está así por culpa de ese par de brutas.

— ¿Nena? — Tomo su mano y ella me mira fijamente para acercarse a mi oído.

— No pude traer hielo, se termino y pensé que mi novio iba a estar triste de que solo estuviera fría y no helada. — Su puchero y declaración me agarra por sorpresa, la risa me gana por lo que no puedo evitar reír a carcajadas sintiendo la mirada de todos.

Lani infla los cachetes molesta por lo que simplemente beso sus labios de forma rápido que la hace sonrojar. — Lani no debes preocuparte por eso preciosa. Así está bien, si no hay hielo solo tenemos que poner más en el lugar. No quiero que estés triste por este tipo de cosas pequeñas. — Junto mi frente con la suya cerrando los ojos disfrutando nuestra cercanía.

— Está bien. — Siento sus labios en los labios y deboro su boca un buen tiempo. — Amor, sigue comiendo. — Me reprende.

— Como órdenes nena. — Susurro en sus labios besándola nuevamente sacandole un gemido que me engorda la polla.

Lani con solo un beso o mirada me tiene a reventar, mis bolas deben estar azules ahora mismo. Me concentro en terminar mi comida ignorando las miradas recriminatorias de la psicóloga de cuarta y su amiga.

— Alexa ¿Cuándo llega Patrick? No he podido conocerlo.

Mi cuerpo se tensa de inmediato ¿Qué hace mi mujer preguntando por otro hombre? Algo le dijo Alexa que ahora quiere compartir a su marido o que mierda.

— Creo que llega mañana en la tarde.

Como mi mujer se interese por Patrick le recordaré que está casado y a ella la follare hasta dejarla en cama por una semana para que no me acompañe a la central nuevamente.

— ¿De verdad? Bueno entonces dentro de dos días me gustaría invitarlos junto a su hija a cenar a nuestra casa, como me dijiste que Chris y Patrick son muy buenos amigos pues me gustaría una reunión para que descanse de tanto trabajo. — Entrelaza su mano con la mía.

Mi corazón se agita y no contengo la sonrisa ante su preocupación, disfruto de cada cosa que hace y dice mi hermosa Lani.

— ¿Y nosotras? — Luisa alza la mano de Rachel.

— Oh sí gustan...

— No pueden ellas — Intervengo — Tienen trabajo sobre la misión nueva que les acabo de asignar — Amenazo con la mirada a esas dos estúpidas.

— Si...ya recordé. — Tartamudea James.

— Yo. Yo igual, muchas gracias por recordarlo mi coronel. — Luisa se levanta junto a Rachel dándome un saludo militar.

— Larguense. — Mascullo.

— ¿Dijiste algo nene? — Lani me mira con una sonrisa.

— No. — Beso su frente.

— Estaremos ahí Lani, por ahora es hora de irme, Abby no tarda en salir y debo recogerla para llevarla a casa.

— No te preocupes, ve con cuidado Alexa.

— Que bueno que se fueron. Me estaba asfixiando. — Me quejo.

— Oh, disculpa mi amor. Me hubieras dicho y nos íbamos. — acaricia mi mejilla.

— Te veías cómoda y feliz hablando con ellas, no quise quitarte eso. — Me sincero.

Su sonrojo me causa ternura que la abrazo por los hombros besando su hombro, terminando mi bebida.

Su sonrojo me causa ternura que la abrazo por los hombros besando su hombro, terminando mi bebida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dulce FlorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora