𝟢𝟪 ── 𝖮𝗎𝗋 𝗅𝗂𝗍𝗍𝗅𝖾 𝗌𝖾𝖼𝗋𝖾𝗍.

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Jungwon abrió sus ojos con dificultad

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Jungwon abrió sus ojos con dificultad. Sus pestañas estaban pegadas debido a las lágrimas secas que había llorado durante la noche. Cuando poco a poco su conciencia le recordó todo lo que había sucedido su cuerpo tembló y un nudo atacó su garganta de inmediato.

Seguía rodeado por aquellos brazos fuertes. Jake se movió detrás de él somnoliento.

Jungwon lo había decidido en ese instante.

Quería morir.

Jake apartó su brazo y se incorporó lentamente sobre la cama.

El menor no se movió. Cerró sus ojos de inmediato fingiendo estar dormido.

Sintió una mano de Jake sobre su frente acariciándole el cabello. Luego sus labios besando su brazo, la piel se erizó en el lugar y Jake supo que Jungwon estaba despierto.

—Ya te descubrí... —murmuró sobre su oído.

Jungwon se encogió en su lugar.

—Levántate.

—No quiero —su voz salió rota.

Jake tomó su nuca con fuerza y lo obligó a sentarse sobre la cama. Jungwon cerró sus ojos con fuerza con el miedo recorriendo su cuerpo.

—Te vas a levantar e irás a la escuela, Jungwon, este es nuestro pequeño secreto mientras continuamos nuestra vida normalmente ¿Me escuchas? Ya sabes cuales son las consecuencias si no obedeces —murmuró muy cerca de su cara.

Jungwon asintió sintiendo que sus lágrimas estaban a punto de salir. El movimiento brusco que Jake le obligó a hacer para sentarse sobre la cama le trajo un eco de dolor en su trasero y todos los recuerdos de la noche anterior.

Al final se levantó y luego de darse un baño doloroso y triste, bajó a desayunar tratando de mostrar su mejor cara a su madre y padre.

Se preguntó si su padrastro sabía la clase de persona que era su hijo, se preguntó si su madre podía notar algo extraño en Jake. Su única salida era ser descubierto.

Jake había sido capaz de amenazarlo de muerte, de amenazar con matar a Jay. Ni siquiera sabía cómo es que Jake lo conocía cuando el día anterior le estaba preguntando por él. Eso lo asustaba aún más, lo hacía sentir vigilado.

Si nadie había podido notarlo, entonces Jake era como un lobo disfrazado de oveja. Su imagen de él nunca fue mala a pesar de todas las cosas que hacía con su vida personal. Jake solía ser bueno con él y de pronto descubrió que era alguien diferente y eso lo había tomado completamente desprevenido.

Le recordó a los panes que ponía en la tostadora. Los miraba hasta que salten listos y así no se llevaba el susto de muerte como aquella noche que tuvo la primera pesadilla, y por culpa de Jake que lo distrajo, justamente él, se había llevado el susto de muerte.

Su madre lo notó extraño a pesar de que se esforzó, por lo que no dudó en preguntar.

—Jungwon, ¿Y esa cara? ¿Tuviste otra pesadilla?

—No —Jungwon negó.

—No se tomó las pastillas ayer —la voz de Jake informó detrás de él mientras bajaba las escaleras.

—Hijo... —su mamá lo miró con el ceño fruncido.

—No lo regañes, es obvio que no quiere hacerlo si está asustado por todo —su padrastro aportó—, conseguiré una cita con otro médico.

—Gracias, cariño —su madre agradeció.

Desayunaron con tranquilidad luego de asegurarse de que su hijo menor tomara sus medicamentos, y luego de que su madre y padre se fueran al trabajo, Jake subió al auto junto a Jungwon.

El menor se mantenía en completo silencio junto a él. Ni siquiera era capaz de mirarlo a los ojos por el miedo que estos le transmitían.

—Oye, Jungwon, no vuelvas a dejar de tomar tus pastillas —el mayor posó su mano sobre el muslo de Jungwon—, me preocupo por ti

Pero Jungwon no dijo nada, se quedó completamente quieto y eso a Jake lo cabreaba.

Finalmente condujo a la escuela en un silencio muy incómodo. Al llegar, como siempre, Ni-ki y Sunoo lo esperaban en la entrada, con la pequeña diferencia de que esta vez estaba Jay ahí.

Jungwon se asustó. Vio a Jay y luego a Jake que sonreía pareciendo reconocer al tercer chico.

—Adiós —Jungwon abrió la puerta para bajarse rápidamente, pero la risa grave de Jake lo hizo detenerse de golpe.

—Mira a quién tenemos aquí —murmuró el rubio, abriendo su puerta para bajarse.

Ambos bajaron del auto, mientras Jake lo rodeaba sin despegar su mirada de Jay.

—Hola chicos ¿Nuevo amigo? —preguntó el mayor.

—Soy Jay —el chico se acercó al rubio y le tendió una mano amistosamente.

—Soy Jake, hermanastro de Jungwon —contestó el rubio.

Ambos se apretaron las manos, y con todo el afán de intimidar, Jake ejerció mayor presión sobre Jay, quién se limitó a inclinarse levemente en una reverencia.

Se miraron fijamente unos instantes más y luego el mayor se despidió del resto de los amigos de Jungwon.

Cuando se fue, Sunoo estaba muy curioso respecto a ese contacto.

—¿Es idea mía? ¿O Jake hyung se veía más guapo hoy?

—Ya quisiera un hermano como Jake hyung —dijo Ni-ki.

—Se ve un gran tipo, y sobreprotector —Jay indicó su primera impresión y luego giró su rostro hacia Jungwon.

El castaño se mantenía en silencio viendo hacia el suelo, caminando hacia el interior del establecimiento.

—¿Cómo estás hoy?

Jungwon detuvo su paso y vio a Jay con un semblante inexpresivo.

—¿Qué te importa? ¿Por qué estás aquí? Te lo agradecí ayer, no tienes que seguir preocupándote.

Jay abrió sus ojos un tanto sorprendido por la reacción del menor, quedándose sin respuesta al no entender lo que sucedía.

—Jungwon ¿Por qué estás siendo así? —Sunoo preguntó igualmente sorprendido.

Jungwon por su parte, solo pudo salir corriendo en el momento en que sus lágrimas amenazaron con salir.

Corrió para esconderse en el baño de varones y lloró todo lo que no había podido durante la noche y la mañana.

No lo entendía.

¿Por qué Jake le estaba haciendo esto?

𝖶𝖤𝖳 𝖭𝖨𝖦𝖧𝖳𝖬𝖠𝖱𝖤¹  ›  𝙅𝘼𝙆𝙀𝙒𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora