"Dos palabras"

Capítulo 5

Me encuentro en la cima de lo que a mi parecer es una montaña, hace mucho viento y el frío es terrible. De pronto empieza una tormenta de nieve, entre el alboroto percibo una silueta a unos diez metros enfrente de mi, trato de caminar hacia esa persona pero el viento no me deja, siento la frustración recorrer cada parte de mi, esa persona grita mi nombre, reconozco su voz en mi subconsciente pero no recuerdo a quien pertenece dicha voz. Empieza a caminar hacia mi con una facilidad sorprendente, entonces la reconozco, es Perla, es ella. Me tiro de rodillas al piso frío por la nieve y agacho la mirada, empiezo a llorar al verla, de tristeza, de alegría, no lo se. Al cabo de unos segundos ella llega a mi, estiro mi mano para tocar la suya. Justo antes de poder tocarla el suelo empieza a temblar, la montaña empieza a desmoronarse del lado donde ella se encuentra haciendo que caiga, quiero brincar con ella pero entonces una mano me detiene.

Despierto gritando un desgarrador no. Claro, era un sueño. Estoy temblando y aun siento el frío de esa montaña como si en verdad hubiese estado ahí, mi corazón late fuerte y luchó por poder respirar bien. Mi madre y mi padre entran rápido a la habitación. Les pido disculpas por haberlos despertado y les explicó que sólo fue una pesadilla, mi madre se acerca y me besa la frente, mi padre igual y salen de la habitación. Me relajo un poco, miró mi reloj que marca las 2:49 am y trato de dormir. Pasan quince minutos y yo sigo sin poder conciliar el sueño por darle vueltas y vueltas al sueño o pesadilla. Se que a veces no es necesario darle mucha importancia a un sueño pero es lo que justamente estoy haciendo, no dejó de preguntarme de quien es la mano que me salvo de caer al vacío y que me despertó de ese escalofriante sueño. Si, 3:34 am y ahora lo entiendo, es como una representación de lo que ha sucedido, la muerte de Perla, mis ganas de morir con ella y la llegada de Max que me despertó cuando me dormi en la parada del bus y que de alguna forma me saco de esta depresión y me salvo de tirarme al vacío, es eso, o es al menos lo que yo creo.
Abro nuevamente los ojos y ya es de día, me siento tan cansada como si no hubiera dormido en toda la noche. Sigo pensando en ese sueño, ver a Perla, aunque sea sólo en mi imaginación me aterró un poco, si, se que la quiero y más que nada la extraño pero, fue sumamente horrendo.
Bajo a almorzar, me preparó un sandwich y tomo jugó de naranja. Miró la ventana que esta frente a mi, el día esta soleado y muy bonito, pero de pronto la imagen de mi prima cayendo llega a mi mente como para torturarme, y lo logra. Corro al baño en el momento en que las náuseas invaden mi garganta. Ahora me encuentro en una de las peores escenas, estoy ahí tumbada aun lado del baño llorando mientras vomito lo poco que logre comer. Me levantó, cepillo mis dientes y me lavó la cara, me miró al espejo, empiezo a tener ojeras y estoy un poco más delgada del rostro, esto me deprime. Como es posible que ayer estaba demasiado feliz y hoy sólo me siento tan deprimida que quiero llorar sin parar, quiero un abrazo. Quiero hablar con Max pero recuerdo que esta trabajando así que tengo que esperarme hasta más tarde.

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Whatsapp

Lindsay: Hola bonita, ¿como estas?

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Lindsay es mi mejor amiga, vive cerca de la plaza y sólo nos vemos en la preparatoria, de vez en cuando salimos a pasear pero no es muy frecuente porque soy de las que no salen mucho. No quiero decirle que me siento mal, se preocuparía lo se, así que mejor le invento que estoy bien y le cuento lo de Max.

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Lindsay: Amiga, te llegó en el momento adecuado no lo dejes escapar, pero que el secuestro sea lento.

Brenda: Si, bueno, hay algo que no te mencioné

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Empiezo a contarle lo del momento en que pensé que me daría un beso, se lo cuento con lujo de detalle.

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Lindsay: Bueno, eso si que fue vergonzoso pero tranquila, te aseguró que la próxima vez que lo veas será diferente

Brenda: Si lo se Lindsay, me sentí tan avergonzada que quería que me tragara el piso. Espero que tengas razón.

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Me paso el día acostada viendo televisión, indago en internet en busca de una película musical. En verdad nada llama mi atención, entonces recuerdo la serie Glee. Hace tiempo vi la versión que una de sus personajes hace de "Firework" y me gusto mucho, quise ver la serie pero literalmente no encontraba un motivo para hacerlo, ahora tengo uno. Veo los tres primeros capítulos, es una buena serie, creo que me gusta. Son las seis de la tarde y mi celular suena, es el.

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Max: Hola. ¿Que tal tu día?

Brenda: Todo normal, oye ¿te puedo preguntar algo?

Max: Si claro

Brenda: ¿Te gusta Glee?

Max: Por supuesto que me gusta, deberías verla.

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Bueno, justo lo que quería escuchar. Me acuesto en la cama y entonces algo sucede, me siento terriblemente mal, estoy temblando y siento que me desmayare, mi corazón esta demasiado acelerado y siento de nuevo esas terribles náuseas, esto esta mal por lo que le grito a mi mamá, estoy aterrada.

---¡MAMÁ!--- grito con todas mis fuerzas hasta que ella llega ---. ¿Hija que pasa?

Se acerca y pide que trate de tranquilizarme, pero siento que entre más segundos pasan más sin oxígeno me quedó y siento que no puedo respirar bien. Mi padre llega también a mi habitación y me lleva cargada hasta el auto, vamos directo al hospital. Siento que perderé la conciencia, por favor no quiero morir, mis lágrimas recorren mis mejillas y mis manos tiemblan demasiado. ¿Estaré muriendo? ¿Así se sentirá estar a punto de morir? No dejó de pensar en Perla, en mi primo Alex y en Max, se que esto sonará extraño pero siento algo así como la cabeza vacía, y como si alguien me apretara las sienes.
Llegamos y rápidamente el doctor me atiende, le cuento lo sucedido, o al menos trato porque mi voz es tan temblorosa como mis manos. Entonces me pregunta si ha pasado algo que me haya alterado emocionalmente, claro lo de Perla. Me revisa la presión arterial y el pulso, todo esta perfectamente normal.

---Sufriste lo que se conoce como un ataque de pánico--- exclama.

Estoy tan confundida, ni siquiera sentía pánico en el momento en que sentí esto. Me explica que los ataques de pánico muchas veces son causados por estar bajo mucho estrés o ansiedad. Recomienda que busque ayuda psicológica ya que son los psicólogos los que trabajan más con este tipo de temas y también para descartar algún tipo de trastorno o estrés postraumático. Menciona que lo mejor que se puede hacer ante esta situación es mantener la calma y respirar lentamente con la nariz y no por la boca, pide que lo intente. Lo intento y al cabo de unos minutos ya me siento un poco mejor.

Dos palabras: estoy confundida.