Capítulo 3

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No he vuelto a ver a ese tal Max, ya han pasado dos semanas, siempre a la misma hora me siento en la parada del bus, no sólo es un pretexto para verlo, estos días he ido a pláticar con mi tía Mary, nos a caído muy bien a las dos. Nunca lo superaremos del todo, pero al menos ya aceptamos que la vida debe de seguir. Mi tía volvió a su trabajo y ya empieza a arreglarse un poco más, porque al igual que yo ella también descuido mucho su apariencia, yo hago.
Quisiera llamarle a Max, pero me apena, posiblemente tenga novia, cielos, es hermoso, es imposible que no la tenga. Me meto a la ducha, el único lugar donde siento que mis problemas se resbalan de mi cuerpo. Me visto y me peino.
Salgo a la calle a caminar un rato, hace mucho calor por lo que me acercó a la primera heladería que veo.

---Un helado por fa.... ¿Max?--- Pregunto, no se si sorprendida o emocionada, o tal vez ambas al ver que el que me atiende es nada más y nada menos que el ---. ¡Brenda!--- Sonríe.

Me hace preguntas sobre como me ha ido y yo igual, también pregunta que de que sabor quiero mi helado. Trato de no parecer nerviosa, no quiero que sepa que me gusta. ¡Si! Es eso, creo que me gusta.

---No puedo platicar aquí, ¿te parece si nos vemos a las ocho en la plaza, junto a la estatua municipal?

Asiento sonriendo mientras tomo mi helado. Quiero brincar, gritar, ¡estoy feliz! Mantengo la compostura y sigo mi camino.

Ya en casa tengo que bañarme otra vez, el calor y la emoción me hicieron sudar mucho. Apenas son las seis y yo no aguantó la ansiedad de verlo. Alguien toca a la puerta, es mi madre.

---Que hermosa te ves hija--- exclama emocionada ---. Gracias mamá.

Me pregunta sobre su cuñada -mi tía Mary- y nos sentamos a conversar. Sabía que a mi madre le dolía la pérdida de mi prima, pero no pensé que fuera tanto. Las dos rompemos en llanto al ver fotos de la familia y recordar a aquellos que nos han dejado: Mi tío Felipe, otro hermano de mi papá, mi tío Ezequiel, mis cuatro abuelos y mi prima. Después mi mamá habla.

---Ha veces es bueno recordar hija--- sale del cuarto y yo sigo mirando la foto que me tome con mi prima la navidad pasada, y una de cuando teníamos siete años ---. Prometo vivir mucho tiempo Perla.

Abrazo con demasiada fuerza la fotografía que se arruga un poco. Las lágrimas salen por montón.

Llegan las ocho por fin, me dejó el pelo suelto como de costumbre, aviso a mis padres y nuevamente salgo.
Miró de lejos y lo veo ahí, sentado en una banca comiendo algo, no alcanzó a distinguir que es. La gente pasa y el los saluda con frases como "que tenga buena noche" o "que les vaya bien" no se si conoce a alguien de los que ha saludado o simplemente lo hace por cortesía, pero da igual, eso demuestra lo gentil que es. Me acercó un poco más, el se levanta de la banca y camina directo al vendedor de globos que esta en frente de el. Después se acerca a mi con un hermoso y grande globo de un mono.

---Toma, es para ti--- dice, su voz es verdaderamente sexy ---. Gra... cías--- me escucho, mejor dicho, estoy verdaderamente nerviosa.

Me sonríe y puedo ver su perfecta dentadura, es perfecto, todo en el lo es.

---¿Porque no te acercaste?--- Preguntó ---. Tenía miedo--- conteste con una sonrisa apenada ---. Ven, sentémonos.

Caminamos hacia la banca donde estaba sentado. Ya ahí platicamos sobre nuestro día, le cuento lo de mi prima cuando me pregunta sobre las cosas mejores que he perdido. Trato de no llorar y sólo derramó una lágrima. El dice que lo lamenta mucho, y cosas como que es parte de la vida morir. Después hay un silencio incómodo entre nosotros.

---Hace seis años, murió mi hermano, era más chico que yo por cinco años, yo tenía catorce y el sólo nueve--- exclamó, su rostro me era familiar, el mismo que yo tenía cuando me miraba al espejo días después de la muerte de mi prima, y su voz reflejaba el verdadero dolor que sentía ---. Fue como si me hubiesen quitado una parte de mí, sentía que no valía la pena vivir. Paso el tiempo y tuve que aceptarlo, no fue fácil y esto no se acepta completamente, pero al menos, al menos se que el estaría feliz de mi.

Lo miró, el me comprende, por primera vez lo miró como una persona con sentimientos y no como un guapo sexy, que lo es claro, pero no sólo es eso, el es algo más. Tomo su mano, es muy suave, lo miró a la cara como queriendo decirle que lo siento.

---Creo que tenemos mucho en común--- el voltea a verme y me sonríe ---. Cambiemos de tema.

Asiento. Nos vamos de ahí, me invita al cine, la verdad ninguna película de la cartelera me agrada pero lo que menos quiero es volver a la depresión que mi casa me provoca, por lo que aceptó. Me pregunta si tengo hermanos, a lo que contestó que no, soy hija única. Después pregunta por mis amigos. Tengo algunos pero sólo los veo en la preparatoria, hablamos por chat o por whatsapp, porque viven lejos de mi casa, de ves en cuando nos vemos en alguna parte. Yo le preguntó lo mismo, tiene un hermano que se llama Omar pero no vive aquí, se fue a estudiar al extranjero, su hermana menor de nombre Lindsay tiene 5 años, y su ya fallecido hermano. Sobre sus amigos menciona que es muy solitario por razones que no quiere mencionar y claro, no quiero forzarlo, además de que trabaja en la heladería y atiende la tienda de ropa de su madre el día de su descanso que es el sábado. Le preguntó sobre lo que le gusta hacer,.una típica pregunta de cuando no sabes que decir, le gusta escuchar música, leer, comer helado y ver películas o series románticas o musicales. Debo suponer que vio todas las temporadas de "Glee" la única serie musical que conozco, casi no soy muy amante de las series, por lo que mi conocimiento es limitado, o casi nulo.
Ahora me toca a mi decirle lo que me gusta, escuchar música, creo que es algo que a todos les gusta, ver películas pero de terror y animadas, aunque evitó comentar eso, no quiero que piense que soy muy infantil, por dios, llore con "Toy Story 3." La pizza, adoro la pizza, me gusta escribir y leer.
Llegamos al cine, no hay nada interesante, ni siquiera para el, lo noto en su rostro.

---Tranquilo, tampoco me gusta nada--- sonrió y el también lo hace ---. Esta bien señorita, la acompañó a su casa.

Es simpático. Caminamos rumbo a mi casa, la cual no esta tan lejos, tan sólo a unos 5 minutos caminando. Menciona que si hay algo que de verdad le gusta es mirar las estrellas. Ambos nos quedamos contemplandolas hasta que voltea a verme. Nos miramos el uno al otro y por mi mente sólo pasa la frase "me va besar." Mi corazón se acelera, casi puedo sentirlo.

Dos palabras: ¡hazlo ya!

"Dos palabras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora