Aemond lo sintió salir, pero no se molestó en moverse o hacer afán de despertar, se cubrió mejor con las suaves sábanas y continuó durmiendo. Lucerys seguramente había salido a volar.
—Aemond —la voz le su esposo lo despertó, no llevaba traje de montar y parecía divertido mientras colocaba una bandeja de plata en la mesa de roble —. Creí que te gustaba despertar temprano.
Se colocó la túnica de seda y se levantó mirando por la ventana, ya había mucha actividad para ser temprano, Aemond culpaba a la cama y al ambiente por sacarlo de sus hábitos.
—¿Ya es hora? —pregunta en su lugar.
—Casi, pedí que te preparen un baño para que puedas limpiarte y aquí esta el desayuno —mientras Lucerys come, él hace toda su rutina, cuando acaba su esposo aún está comiendo y es sorprendente lo lento que puede comer.
Aemond se sirve en silencio y escucha a Lucerys hablar de la feria de especias y telas, le explica que es muy importante para cerrar mas tratos comerciales con las ciudades libres, en realidad no tiene mucho interés pero Lucerys parece feliz explicando, así que se calla y escucha.
—De acuerdo, prometo que estaré tan pronto como pueda —dice y antes de que lleguen con lo señores de Driftmark, lo detiene —. Por lo que más quieras, no la hagas enojar.
Lucerys espera pacientemente a que él asienta, antes de seguir el camino hacia los carruajes.
—Se ve preciosa, mi princesa —dice Lucerys alabando a la mujer, que a decir verdad se ve hermosa con su vestido rojo con bordados de caballitos de mar negros con encaje de plata.
Él sube al carruaje cuando lo indican y la princesa Rhaenys lo sigue, el camino hacia Villaespecia es silencioso e incómodo pero Aemond no se va atrever a decir nada, que podría o no hacerlo más incómodo.
Tan solo de llegar, Aemond se siente abrumado, el lugar está rebosante de gente y comerciantes, hay todo tipo de puestos, desde entretenimiento donde hay niños y un par de adultos reunidos, hasta muestras de joyas finas y caras, la princesa tiene un andar despreocupado, sonríe y saluda, de vez en cuando se acerca a ver cosas que le llaman la atención.
Aemond ve algunas cosas que podrían interesarle a Helaena, para sus bordados y algunas telas de colores dorados y rosados, pero le llama más la atención los broches de oro con formas de mariposas, a su hermana le gustarían.
—Si te gusta llévalo —dice la princesa a su lado, sosteniendo un bonito broche de perlas y zafiros
—A mi hermana le encantaría —comparte y antes de que lo note saca el dinero necesario y lo compra.
Acaba comprando muchas cosas para su hermana y sus sobrinos, incluso compró un collar de oro y esmeraldas para su madre, la princesa Rhaenys no dice nada, solo lo acompaña y compra con él, hasta que Lucerys aparece junto a Lord Corlys.
Los cuatro comienzan a recorrer los estantes que quedan, Lord Corlys llena de regalos a Lucerys, le compra broche para sostener sus capas, cadenas de oro para la ropa y muchas otra cosas más que Aemond no va empezar a mencionar.
Cuando el día termina, dentro de sus habitaciones Lucerys un pequeño cofre.
—¿Qué es esto? —pregunta confundido cuando ve dos anillos dentro.
—Creo que son anillos —dice Lucerys mirándolo divertido.
—Ya se que son anillos, ¿pero para que? —dice mientras toma uno de los anillos.
Lo analiza de cerca y por su color sabe que es platino, tiene un diseño escamado como la piel de un dragón en el centro está la insignia de la Casa Velaryon con un pequeño zafiro en el ojo del hipocampo. El otro es diferente, es completamente negro con el mismo diseños escamado, pero este parece un dragón enroscado, los ojos son dos esmeraldas.
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Valyrian blood's
FanfictionUn error se debe pagar: "Un ojo por un compromiso " Ambos se habían hecho daño mutuamente y aun así decidieron unirse. Tal vez los dioses pensaran que eran tercos para no darse cuenta que necesitaban estar separado, pero la verdad era que ambos son...