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Estaba sentada dentro del vehículo. La noticia de su madre de verdad la tomó por sorpresa.

Ella no quería casarse, menos con un hombre que ni siquiera conocía. Pero su madre, como siempre, hacía todo por ella.
Estaba harta de lo que hacía.

—Si me caso... tendré que irme de casa. —soltó.

Esas últimas palabras las analizo.

"Irse de casa". Una vida sin su madre por detrás. Era lo que justo estaba deseando poder hacer.

...

—Tendrán una cena donde se conocerán y el 18 de Abril anunciarán su compromiso —el anciano planificaba junto a su secretaria teniendo en frente a su nieto, que estaba de muy mal humor—. Luego de eso, pondremos fecha para la boda —la mujer asintió anotando en su libreta—. Retirate.

La mujer hizo una reverencia y se fue del lugar. El mayor miró a su nieto y vió el descontento en su rostro.

—Deberias agradecer que estoy planeando tu boda —le retó—. Quita esa cara que estar casado no es el fin del mundo.

—Hubiera estado mejor que me lo hayan preguntado.

—Tu tienes que concéntrarte en manejar bien la empresa, pronto serás el presidente, yo me ocuparé de lo demás.

...

Mientras conducía hacía la empresa para continuar con su labor, recibió una llamada de su secretario que no dudo en responder.

—¿Qué hay de nuevo, Lim? —preguntó.

—Señor, su abuelo nos ha enviado el horario de una cena con una mujer que desconozco, es dentro de dos días. —informó— ¿Debo agregarlo a su agenda?

Se tomó unos segundos y respondió.

—Sí, hazlo. —confirmó.

—¿Conoce a la mujer? —preguntó curioso.

—Eso no es de tu incumbencia. Vuelve a tu trabajo. —ya harto del tema, cortó la llamada.

...

Ya habían pasado dos días y en la noche por fin se conocerían los comprometidos. 
GyuRi estaba frente al espejo mientras su madre la miraba con alegría.

Portaba un vestido verde claro que le daba hasta un poco más abajo de las rodillas, con unos tacones de punta color piel y un maquillaje sutil que la hacía ver hermosa con el cabello suelto con ondas.

—¡Te ves preciosa! ¡Jeon Jungkook no podrá resistirse a ti! —habló emocionada.

—¿Crees que le agrade? —preguntó dudosa.

—Claro que sí. Recuerda tus modales GyuRi, no me avergüences. —advirtió la mujer.

Con prisa fueron hasta la entrada donde la esperaba el chofer, pero antes de subir al auto, su madre la detuvo.

—GyuRi, si llegas a arruinar este compromiso conocerás realmente a tu madre y de lo que soy capaz. Tenlo en mente.

Con la garganta seca por las duras amenazas, asintió. Subió al auto donde las lágrimas casi caen, movía sus piernas nerviosa. Suspiró queriendo mantener la calma pero era imposible.

Pasaron minutos que fueron eternos, cuando el chofer estacionó frente un lujoso y exclusivo restaurante. Ya dentro del lugar, todas las mesas estaban ocupadas. Buscó con la vista al hombre, pero no lo halló.

—Señorita Kim —le habló el mozo—. Venga conmigo, la estan esperando.

—¿No estaremos junto a los demás?

forzados | j.jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora