Donde sea que pasara, era inevitable que llamara la atención de las mujeres, ya que era muy guapo. Toda mujer deseaba estar con él. Era alto, con un buen cuerpo —uno muy trabajado—, inteligente y tal vez lo más 'valioso' para algunas, era millonario.
Y era una enviada para cualquier hombre, pues lo tenía todo.Era hijo del presidente de una empresa de electrodomésticos y nieto del fundador. Su futuro siempre estuvo destinado a ser parte de aquella empresa.
Esa marca era una de las más influyentes de todo el país e incluso estaba ganando reconocimiento en el extranjero.Desde muy pequeño, le dijeron cual sería su rol y lo importante que era prepararse. Sus clases eran completamente exigentes y especialmente para él, pues fue educado en casa por los mejores profesores.
A la edad de 16 años, fue enviado al Reino Unido para profesionalizar su inglés, pero también, para estudiar finanzas.Su vida se centraba en el trabajo, su vida era el trabajo. Llevaba una agenda apretada y rápida que hasta trabajaba en casa, y le gustaba, o tal vez solo estaba acostumbrado a esa rutina, una muy enfermiza.
El varón apuesto, esperaba en el living, la llegada de su padre y abuelo. Quienes le habían citado por un tema urgente.
Mientras tanto, observaba con detenimiento la nueva mansión de su abuelo. Era muy moderna y minimalista y costosa, por supuesto.A su costado, en una mesa, posaba una foto 'familiar' donde solo salían los hombres de la familia. De entre todos ellos estaban su hermano mayor y él. Al instante tuvo recuerdos que le fastidiaban su existencia.
—Maldita fotografía. —maldijo por lo bajo mientras terminaba su bebida.
Resulta que su hermano había desaparecido hace unos veintidos años, cuando el mayor tenía dieciocho y él ocho años. Apesar de que era un niño, le resultó difícil la situación, ya que veía a su madre totalmente devastada y a su padre siendo indiferente, como si no le importara la desaparición de su hijo mayor. Tuvo que pasar los momentos de dolor sólo
—...Es tan devastador. —dijo el anciano a su hijo mientras entraban al living.
El joven se puso de pié e hizo una reverencia mostrando respeto hacia los mayores.
—Abuelo, padre —saludó—. Es un gusto verlos de nuevo. —mintió. Él los detestaba.
—¿Cómo estas, querido? —dijo tomando asiento en el sillón del frente junto a su hijo— Parece que muy bien.
—Si, lo estoy.
Los empleados no tardaron en aparecer con las bebidas y postres para los tres.
—¿Cómo van las ventas, Jungkook? —interrogó el anciano.
—Las ventas en el extranjero han aumentado un 10% y aquí, seguimos liderando el ranking. —informó muy seguro y orgulloso de su trabajo.
—Un buen número, pero no suficiente —su padre habló, y como siempre, rebajaba todo su esfuerzo—. Tienes que esforzarte más, Jungkook...
Él solo podía beber de su té mientras escuchaba las estupideces de su querido padre.
—Tienes que trabajar más y no pensar tanto en con quién pasarás cada noche.
Ya estaba acostumbrado a sus mentiras, pero las odiaba. Siempre menospreciaba su gran esfuerzo. ¿Pero qué ganaría él, respondiéndole a su padre? Nada, no ganaría nada.
—Queremos informarte algo —habló el más grande—. Y es importante.
Él asintió.
—Como sabrás, muy pronto tú padre dejará el puesto de presidente y lo tomarás tú —comentó el anciano mientras tomaba su café—. La empresa está en su momento más importante de la historia. Es reconocida mundialmente y es gracias al esfuerzo de muchas personas que trabajaron y trabajan aqui —el castaño arqueó una ceja—. La reputación del presidente es importante.
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forzados | j.jungkook
Fiksi Penggemar✧. Ambos obtenemos lo que queremos. ─────────────── • ๑ heterosexual. ๑ en emisión. (lun, mar) ๑ obra 100% mía. ๑ no se aceptan copias/adaptaciones. © cattvx