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Kim GyuRi| povs.

Me senté en mi habitación, mirando mí mano, allí no había ningún anillo de compromiso. Mí yo de 9 años, estaría muy triste. No podía creer que pronto estaría casada con él. Nuestra relación había sido arreglada por nuestras familias, pero no sabía qué esperar.

Recordé la primera vez que lo vi, tan alto y guapo, pero también tan distante. No parecía interesado en mí en absoluto. Pero quería creer que con el compromiso anunciado, podría comenzar a cambiar.

Pensé en nuestra última conversación, en cómo me había mirado con una intensidad que me había hecho sentir incómoda. No sabía qué pensar de él, pero algo en su mirada me hacía sentir que había algo más.

Mi madre llamó a la puerta, interrumpiendo mis pensamientos.

—GyuRi, ¿estás lista para probarte el vestido para mañana? La modista ya está aquí.

Me levanté y me dirigí hacia la puerta.

—Sí, madre. Estoy lista. —ella me miró con una sonrisa.

—Recuerda, GyuRi, este matrimonio es importante para nuestra familia. Debemos hacer que funcione.

Asentí, sabiendo que mi madre tenía razón. Pero no podía evitar preguntarme qué secretos escondía Jungkook detrás de su mirada intensa.

...

La noche de la celebración de compromiso llegó y mi familia y yo nos preparamos para recibir a los invitados. La mansión estaba llena de luces y música, y el aroma de la comida delicada llenaba el aire.

El vestido que tenía puesto, era el negro, el que mí madre había elegido. Me miró y se acercó.

—Eres hermosa, GyuRi. Jungkook es un hombre afortunado. —me sentí nerviosa, pero sonreí y le agradecí.

Jungkook llegó puntualmente, acompañado de su familia. Se veía guapo en su traje negro. Cruzamos miradas por solo segundos, sus ojos desprendían una frialdad increíble, era claro que no quería hablar conmigo, ni siquiera quería acercarse, solo se la pasó charlando con los demás invitados.

La celebración comenzó y los invitados se acercaron a felicitarnos. Mi padre, el primer ministro, dio un discurso emotivo, y luego Jungkook y yo nos sentamos a cenar.

Durante la cena, él fue cortés pero distante, sin mostrar ningún interés en la conversación. Me sentí confundida y un poco herida. De repente, se levantó y se dirigió al escenario. Mirándome con una intensidad que me hizo sentir incómoda.

—Quiero agradecer a todos por venir esta noche —dijo, con su voz fría y sin emoción—. Mi compromiso con GyuRi es un paso importante para nuestras familias y para el futuro de nuestro país.

Su discurso fue breve y formal, sin ninguna mención de amor o sentimiento. Me sentí desconcertada. ¿Era este el hombre con el que me iba a casar?
Me levanté pidiendo disculpas a quienes tenía a lado. Caminé por el pasillo que se dirigía hacía el baño, pero me tomaron del brazo bruscamente. Rápidamente me giré y ahí estaba mí madre. Completamente molesta.

—GyuRi, ¿qué pasa contigo? —me preguntó, estaba muy enojada—. Estás muy fría y distante con él. ¿No te das cuenta de que es un hombre importante?

Me sentí incómoda bajo su mirada crítica.

—Madre, no entiendo qué quieres decir. — intenté disculparme.

—Sí entiendes —dijo ella, su tono de voz subió—. Eres una cara bonita, GyuRi, pero eso no es suficiente. Necesitas mostrar interés en Jungkook, necesitas hablar con él, necesitas hacer que se sienta cómodo contigo.

forzados | j.jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora