forzados | j.jungkook

15

GyuRi vió como el castaño se alejaba para atender una llamada, suponía que era muy importante. Era la única que no disfrutaba de la fiesta, bueno, tal vez era uno de las que no lo estaba disfrutando, podía asegurar que Jungkook tampoco la estaba pasando bien.

Recordó la vez que charlaron por primera vez. Él le dejo claro las "reglas" del matrimonio. Pero también pensó en lo que más le generaba curiosidad. Ella le había dicho porque aceptó el compromiso, pero él no le dijo claramente porqué lo hacía, solo le dijo que también le convenía.

La mujer se deslizó a través de la multitud, buscando a su prometido con una mirada intensa. Lo encontró en un rincón, apoyado en una columna, con la mirada perdida en el espacio, como si estuviera atrapado en un laberinto de pensamientos. Su rostro, normalmente firme y seguro, ahora parecía vulnerable, como si la máscara hubiera caído.

Se acercó a él, su vestido de fiesta susurraba contra el suelo, como una serpiente que se desliza silenciosamente a través de la hierba. La luz de las velas iluminaba su rostro, resaltando la preocupación en sus ojos.

—¿Estás bien? —preguntó. Estaba a unos pasos de él, no quería invadir su espacio. Éste la miró de manera intensa, como un faro que ilumina la noche.

—Sí, solo necesitaba un momento. —respondió mientras se recomponía. GyuRi estudiaba su rostro, buscando una respuesta en sus ojos.

—Recuerdo nuestra primera conversación —comenzó a decir, trataba de no trabarse—. Me dijiste que este matrimonio era una conveniencia para ambos.

—Sí, es cierto. —afirmó, su rostro estaba serio.

GyuRi se acercó un poco más.

—Yo te dije por qué acepté este compromiso —continuó, con la voz temblorosa—. Quería alejarme de mi madre, de su control. Pero tú nunca me dijiste por qué aceptaste.

Busco sus ojos, quería encontrar una respuesta en ellos, pero él ponía una barrera que la entristecía.

—También me convenía.  — repitió firme, sin titubear.

Ella sonrió. Sabía que había algo más, tenía que haber algo más.

—No, Jeon —refutó, su voz era suave—. Quiero saber más. Quiero saber qué te impulsa. ¿Qué ganas con este matrimonio?

Jungkook la miró fijamente, su expresión estaba endureciéndose, como un muro que se levanta para proteger un secreto.

—¿Por qué quieres saberlo? —tensó la mandíbula y la enfrentó.

—Porque quiero ayudarte, Jungkook. Quiero entender qué te duele, qué te hace necesitar esto. Quiero saber quién eres detrás de esa máscara.

Una 'mascara'. Esa palabra lo enfureció. Él no aparentaba ser algo que no era, o al menos eso era lo que creía. Y también, no podía aceptar que una mujer que apenas lo conocía le diga tal ridiculez.

—Tu no sabes nada y necesitas saber mis razones para casarme contigo. — dijo Jungkook, su era voz firme pero controlada.

— Sí, necesito saberlo — insistió. — Estamos a punto de casarnos. Tengo derecho a saberlo

—No, no tienes ningún derecho— repitió y con el dedo la señaló—. Estoy protegiéndote, Kim. Al no contarte, te estoy ahorrando problemas.

—No puedes protegerme si no me dices la verdad — dijo —. Estamos a punto casarnos. Necesito saber qué esperar.

—No esperes nada, Kim — dijo fríamente —. Una vez casados, cada uno hará su vida normal. No habrá expectativas ni obligaciones.

GyuRi se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago. La frialdad en la voz de el castaño la hizo sentirse pequeña.

—¿Es eso lo que quieres? — preguntó con la voz apenas audible.

— Sí. Es lo mejor para ambos. —asintió muy seguro.

El silencio entre ellos se hizo pesado, como una niebla que se cierne sobre la fiesta. Él estaba a punto de irse, pero se detuvo y habló.

—Despues de la boda, no esperes una luna de miel —la mujer lo miró confundida—. Sí, nos iremos, pero unas personas nos acompañarán.

—¿Otras personas?— repitió. Jungkook asintió

"Él no irá a ningún lugar solo conmigo" pensó.

— Sí, unos amigos míos se unirán a nosotros. Para... ayudarme en algunas cosas.

GyuRi lo miró fijamente, su mirada era penetrante. Sabía que había algo más detrás de esas palabras, algo que Jungkook no quería decir.

—Haz lo que quieras. —respondió finalmente. Él la miró, su expresión era inmutable. No parecía esperar otra reacción.

—Esta bien....

El silencio volvió a caer entre ellos, más pesado que antes. Ella esperó a que dijera algo más, pero no dijo nada. Suspiró, levantó levemente su vestido para caminar y volvió a la fiesta.

Es algo corto, pero espero les gusteee!