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Al día siguiente abrió sus ojos lentamente sintiendo el inmenso dolor de cabeza clavarle el cráneo como pegandole martillazos en ese instante le vinieron los recuerdos de la noche anterior, sonrojada por el recuerdo llevó sus dedos a sus labios recordando el primer beso que tuvo con satoeu esa noche, ya que luego de eso no habían parado de Besarse el resto de la noche al mirar a su lado lo pudo verlo a él, por suerte ambos estaban con ropa y eso indicaba que no había pasado nada más allá
Se acomodó de lado mirándolo fijamente sus largas pestañas blancas su cabello algo alborotado y sus labios...esos labios que la habían dejado con inmensas ganas de quererlos besar por el resto de su vida

Hundida en sus recuerdos Sonrió inconsciente al volver a sentir esas sensaciones recorrer todo su cuerpo hasta qué inevitablemente recordó que le habia sido infiel a Sukuna...la sonrisa se desvaneció de su rostro al pensar en que si él hombre se llegara a enterar la mataría, de verdad.

―Dejame seguir soñando― El hombre la agarró de la cintura apegandola a él pudiendo sentir la calidez que le transmitía
Isabella dejando sus pensamientos intrusivos a un lado también decidió seguir en su sueño de amor rodeando con sus brazos al contrario escondiendo su rostro en el pecho de este
Satoru aún con sus ojos cerrados metió su mano por debajo de la blusa de la fémina acariciando desde su cadera hasta su cintura, si al menos no podía hacerla suya aún podía saciar su deseo tocando su piel

Isabella dejandose acariciar perdida en el masculino aroma del hombre no se quedó atras y escubulló sus pequeñas manos por debajo de la polera del albino sintiendo su marcado abdomen subiendo sus caricias hasta sus pectorales sonrojandose por el tacto, sin duda su debilidad eran los hombres musculosos

―Eres traviesa― habló abriendo lentamente sus ojos chocando miradas con la chica sonrojada a su lado ―,Si deseas puedes tocar más― agarró una de sus manos delicadamente bajando nuevamente por el mismo recorrido desde sus pectorales hasta su marcado abdomen continuando hasta su parte baja donde se detuvo haciendo presión con la mano de la chica

―Satoru no creo que esto sea correcto― avergonzada desvió la mirada sin hacer algún esfuerzo por quitar su mano lo cual la delató completamente

―Sabes que quieres hacerlo y ya no estas borracha― susurró en la oreja de la femina la cual sintio un escalofrío recorrer todo su cuerpo logrando erizarle la piel
Pero él no se equivocaba...

Isabella buscando sus labios dió el primer paso comenzando a besarlo intensamente demostrando tanta desesperación por sentirlo que Satoru correspondió de la misma manera posandose encima de ella quedando al medio de sus piernas perdiendose entre caricias

―El desayuno está listo― habló Suguru desde la puerta entre toques pidiendo aprobación para pasar la cual no obtuvo en absoluto si no gritos por parte de su amigo

―¡Iremos enseguida! ¡Vete!― exclamó Satoru frustrado y de mal humor por interrumpir su momento de gloria

―Supongo que habrá que esperar mas tiempo preciosa― unió sus labios con los de ella y en un lento beso trasmitiendose lo mucho que ambos se deseaban

Aun que sabían que no tenían mucho tiempo...
Que Sukuna tenía tantos contactos que su aventura no tardaría mucho en ser descubierta
Pero no les importaba en absoluto, Isabella había pasado por tantas cosas que ya no le temía a la muerte, ya que por mucho tiempo estuvo muerta en vida y una parte dentro de ella seguía sin reponerse ya que sabía perfectamente que jamás podría revivirla por más que quisiera

Release - Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora