Rex Dangervest, un hombre de cabello castaño semi largo y con ojos marrones, una barba ligeramente afeitada y definitivamente, uno de los hombres más respetables en la industria automotriz.
Actualmente eres conocido como el dueño de la Automotriz Dangervest, una industria que paso de generación en generación, y justo ahora estaba en manos de Rex, algo que lo convertía en un hombre con millones, y el objetivo de aquellas caza fortunas.
Por muchos años, Dangervest había sido considerado un mujeriego al pie de la letra, pues tenía una compañera diferente en cada ocasión, nunca repetía y es que nunca estaba realmente interesando en ninguna mujer a pesar de lo bella o inteligente que llegara a ser, era alguien que creía que el amor era una perdida de tiempo y dinero, por lo que la simple mención de aquel sentimiento le causaba náuseas.
Sin embargo, cada persona tiene una debilidad y muy pronto Rex conocería a la suya.
[…]
Una tarde bastante nublada, el castaño estaba en su oficina, listo para ir de salida.
En cuanto cruzo la puerta, su secretario Connor lo miro y cuestionó a dónde iría, pues este era más un amigo que un empleado.
-¿Quien es la víctima en esta ocasión? - pregunto el rubio mientras su vista seguía en la computadora, no tenía interés alguno por la mujer, la única intención era molestar al mayor, o al menos hacer que sienta un poco de culpa.
- No te interesa - menciono algo apresurado, pues ya casi era hora de su cita.
- Es cierto, de todas formas la vas a cambiar - menciono el rubio en tono de regaño - No deberías jugar tanto Rex - advirtió - el carma dice que algún día alguien jugará contigo sino dejas de ver a las personas como un trozo de carne.
Rex chasqueo la lengua y molesto volteo para dejar muy en claro un detallé.
- Para tu información, ya jugaron conmigo. Yo solo devuelvo el favor.
- No deberías, algún día te puedes enamorar, Rex. Y ¿Cómo le explicarás esto a tu pareja?.
En ese momento el mayor soltó una fuerte carcajada.
- Eso nunca va a pasar, y si sucede sin duda sería mi día de mala suerte.
Menciono y entonces un rayo cayó muy cerca del edificio, alertando el mal clima que estaba por venir.
- Yo no diría eso en voz alta, el universo escucha Rex - menciono de forma maliciosa.
- Uy si, que miedo tengo - dijo en tono de burla - ya dame las flores y mi botella de ginebra - ordenó, Connor de inmediato le entrego el pedido y en cuanto Rex quiso ir de camino al ascenso, un encargado lo interrumpió momentos antes de subir.
- Lo siento Señor, el ascensor está descompuesto. Tendrá que ir por las escaleras.
El disgusto en el rostro de Dangervest era evidente, sin duda su día no había comenzado del todo bien, ya que, esto nunca había pasado, pero aquello no significaba nada ¿O si?.
Rápidamente empezó un largo día que iba a recordar toda su vida.
Luego de bajar las escaleras, otros eventos extraños empezaron a suceder. Su chófer había sufrido un ligero choque, por lo que en esta ocasión no podría pasar a recogerlo, algo que sin duda lo molesto, pero tenía que continuar su camino, de repente el cielo gris se convirtió en nubes negras de lluvia. Para su mala suerte al momento de pedir un taxi, este solo le salpicó agua llenando todo su traje de agua sucia. Su día se ponía cada vez peor, pues tampoco podía hacer alguna llamada, ya que, en ese preciso momento su celular se apagó debido a la batería baja.
Había caminado casi por treinta minutos y aún le quedaba mucho que recorrer hasta su punto de encuentro, sin embargo, la lluvia cada vez era más fuerte obligándolo a buscar refugio y así fue. Eran las 7:35 p.m. y lo único que encontró decente fue una cafetería bastante cerca de una Universidad.
Entro bastante apurado y ahí se encontró con un joven. La imagen del menor era bastante simple, pues era de estatura normal, de cabello castaño muy bien peinado y, a menudo usaba una camisa azul junto a un mandil de color cafe y una gorra del mismo, pues era parte del uniforme.
Parecía ser la única persona dentro del lugar.
- hola - saludo de forma amigable - estaba a punto de cerrar - informo de la mejor manera posible, sin embargo, el mayor no se lo tomó nada bien.
- No pensarás echarme en estas condiciones ¿O si? - amenazó - el cielo prácticamente se está cayendo allá afuera - se quejo mientras iba a tomar un asiento.
Por otro lado, aquel muchacho que parecía ser el mesero aclaro que podía quedarse sin ningún problema, incluso le ofreció algo para que pudiera calentarse.
- Tenemos una gran variedad de bebidas en nuestro menú - mencionó, por otro lado en su mente pensaba algo muy diferente - ¿Por qué tenía que llegar justo ahora?, estaba a punto de cerrar e irme a casa. - definitivamente estaba sufriendo por dentro - ¿Le gustaría ordenar algo? - pregunto esperando una respuesta.
El mayor observo todo el menú pero nada era de su agrado, o al menos no en ese momento por lo que ordenó algo rápido.
- Solo tráeme una taza, yo mismo me serviré - dijo sacando la botella de ginebra frente al menor.
- Señor, no puede hacer eso - dijo ya algo nervioso.
- Tranquilo, no hagas un escándalo, no me quedaré mucho tiempo - abrió la botella esperando recibir su vaso o taza - solo estaré aquí hasta que la lluvia pase, lo que será muy pronto.
De repente un rayo cayó en el poste de energía, lo que ocasionó un corto circuito por toda la zona que a su vez provocó que el sistema de seguridad se activará y los dejara encerrados.
- Me estás jodiendo...
- No creo que se quede poco tiempo señor.
- ya me di cuenta, niño - bufo molesto mientras iba de camino a la puerta.
Por más que intento abrirla, no lo logro, definitivamente estaban atrapados hasta que la luz regresará y eso podría tardar horas.
- No se puede abrir, tenemos un gran sistema de seguridad, lo bueno es que nadie puede entrar - menciono orgullo
- Y tampoco salir - aclaro Rex.
Estuvieron ahí por unos minutos hasta que el mayor se canso y decidió beber la botella de ginebra.
- ¿Quieres? - ofreció el mayor
- Yo no bebo
- Tienes razón - le dió un sorbo a su bebida - aún eres un niño
- Ey - se quejo el menor - para tu información, ya tengo 23.
- Vaya, mi error - dijo - eres todo un hombre, por lo que no te hará daño... Beber un poco.
Las intenciones del mayor solo eran burlarse del "niño", nunca espero que se lo fuera a tomar tan a pecho y terminará ebrio con tan solo dos vasos.
Continuará.
:3
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Coffee - remmex
أدب الهواةADVERTENCIA 1.- Esta historia tiene errores ortograficos 2.- Esta historia es Remmex (Rex X Emmet) si no te gusta no la leas 3.- En esta historia Rex y Emmet NO son la misma persona 4.- Esta historia NO es un mundo lego (Los personajes son humanos) ...