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Todo había cambiado desde ese día.

Blas era como un fantasma. 

No le hablaba, no lo miraba, mucho menos mostraba cariño.

Se dejaba abrazar, se dejaba besar, pero no correspondía ningún gesto.

Esteban sabia que se lo merecía, merecía mas. Merecía que Blas se fuera de su vida para siempre. Pero el seguía ahí compartiendo todo con el como si nada hubiera pasado.

Kuku tenia el corazón hecho trizas, no podía evitar odiar cada parte de el, como podía ser tan basura, con el chico mas hermoso que alguna vez pudo conocer. 

En las noches se tomaba su tiempo, para abrazarlo y besar su rostro sin presionarlo, sin controlarlo, sin hacer algún mal movimiento. Como una caricia, Repitiéndole que lo amaba, que lo perdonara. Se encargaba de acurrucar a Blas hasta que este caiga dormido. Tenia miedo de que sus brazos ya no le causar calidez al mas alto.

-Queres ir a comer hoy? podemos ir a cenar a donde vos quieras...

Blas no tenia mucho apetito desde lo sucedido, Esteban lo había notado, eso lo preocupo.

Blas había tenido problemas con la comida, algo que le conto cuando recién se conocieron, lo había superado. Pero Kuku no podía evitar mirar con preocupación la comida pasear el plato de su novio, quien solo miraba esta, moviendo el cubierto de un lado a otro, la misma mirada sin brillo.

Algo amargo se pozo en su boca, cuando en vez de darle un bocado a la comida el chico tomo mas del 2 vaso de agua que tenia al frente.

El rubio llevo con delicadeza su mano a la espalada del chico acariciando antes de acercarse y besar su cabello. Con amor. Habían pasado ya 2 semanas desde el incidente, lo que significaba que el menor había estado en paz.

-Queres que te prepare otra cosa chiquito?

Murmuro con cariño, y tristeza en su mirada, no quería que su nene se enfermara. no otra vez.

Blas negó con la cabeza sin mirarlo, volviendo a tomar del vaso de agua, antes de removerse y salir del comedor.

Dejando al mayor preocupado hasta el ultimo nervio, desde ayer este no había comido nada de nada, solo había tomado agua. Eso no le gustaba para nada.

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-Que decis? no te gustaría?, es un lugar muy bonito...

Lo intento una vez mas, mientras besaba la mejilla del chico rulos que se encontraba leyendo un libro. Tenia que reconocer que el rubio se estaba esforzando, pero la idea de comer no le llamaba la atención. No tenia ni la mínima intención de comer, pensaba en comida y solo sentía nauseas.

Blas negó con la cabeza ligeramente dando a entender que no quería ir. El mayor suspiro angustiado antes de besar su frente delicadamente.

-Por favor chiquito, vamos si? si algo no te gusta podemos volver.

Blas no podría negar que le gustaba su apodo, lo amaba, amaba mucho la atención que estaba recibiendo, el rubio se estaba comportando como lo hacia antes de que todo se fuera a la mierda. Como si en verdad estuviera cambiando. Quizás así era, quizás el otro estaba verdaderamente decidido a cambiar por el.

Con mucho pensar asintió lentamente, antes de sentir el brazo rodear su cintura para que unos labios se poseen en su cuello. Sin intentar nada. 


BREAKING DOWN - Esteban x BlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora