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Eran las seis con cuarenta de la mañana, el sol comenzaba a asomarse por la ventana y Sunghoon pudo sentir los delicados rayos de luz que acariciaban su cara, abrió los ojos y noto como su esposo dormía plácidamente sobre su pecho sin ninguna seña...

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Eran las seis con cuarenta de la mañana, el sol comenzaba a asomarse por la ventana y Sunghoon pudo sentir los delicados rayos de luz que acariciaban su cara, abrió los ojos y noto como su esposo dormía plácidamente sobre su pecho sin ninguna señal de querer despertar.

Sunghoon sonrió al ver el rostro de su amado y dio un pequeño beso en su cabeza, tomó el despertador que estaba a su lado en la mesa de noche para ver la hora. Cuando vio que faltaban veinte minutos para la siete se apresuró en levantarse de la cama con sumo cuidado de no despertar a Sunoo.

Sabía que su esposo había puesto su alarma a las ocho y media, así que quería preparar su regalo para sorprenderlo apenas despertara. Entró al armario y se puso algo decente de ropa para salir lo más pronto que podía.

Salió en su auto el mismo, ni siquiera se molestó en llamar al chofer, necesitaba que todo fuera rápido, llegó a una florería en la que semanas antes había llamado para hacer un pedido de un arreglo floral lo más llamativo posible como a su esposo le encantaba, con las flores y colores que amaba.

Lo recogió y lo metió al auto, manejo de regreso y cuando llegó a su destino entró a su casa con una gran sonrisa, sabía que Sunoo amaría las flores así que las puso sobre la isla de la cocina mientras preparaba lo demás.

La cocinera de la casa estaba ya lista para preparar el desayuno pero Sunghoon detiene en parte sus acciones.

No prepares el desayuno para mi esposo y para mí, lo haré yo mismo, cuando termine puedes preparar el desayuno para los demás empleados de la casa—.

—-Está bien Señor, entiendo—.

Sunghoon se dispuso a hacer el desayuno para ambos, sacó los ingredientes y utensilios que necesitaba poniendo todo sobre la superficie de la encimera de la cocina.

Preparo unos croffles ligeramente dorados cubiertos de miel de maple y azúcar glass, por encima una cuchara de helado en forma de esfera sabor menta con chocolate en el plato del menor y uno sabor café en el plato de Sunghoon, fresas y moras esparcidas por arriba para dar un toque extra, a quien sea se le haya ocurrido inventar el croffle había hecho un estupendo trabajo.

Lo acompaño con un par de pan tostado untado con aguacate, queso fresco y tomate encima, para contrarrestar lo dulce, junto a dos tazas de café preparadas al gusto de cada quien. Puso todo sobre una bandeja y la tomó para luego llevarla hasta la recámara.

Cuando entró vio que Sunoo seguía dormido, eran las ocho con cinco así que todavía quedaba un poco de tiempo antes de que la alarma sonará. Puso la bandeja a un lado y corrió por las escaleras para llegar a la cocina nuevamente para tomar el arreglo floral y el regalo que había comprado hace unos meses atrás sin que su esposo se diera cuenta.

Entra a la habitación y coloca todo dentro del guardarropa para ocultarlo por un breve momento, se acerca a su esposo para darle el desayuno.

—Cariño despierta—.

Engañado | SUNSUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora