Damé Tiempo ( Wenclair )

Capitulo 3 💍

-💔 Primer y Segundo Mes 💔-

El primer mes transcurrió de la misma forma que el primer día, Merlína llegaba, era recibida por Enid, compartían un beso que cada día aumentaba un granito de pasión, cargaba a la rubia hasta el cuarto y se iba al suyo, nada especial... Sin embargo, no todo fue exactamente igual al segundo mes.

Merlína había comenzado a llegar más temprano que este ultimo tiempo, y ahora compartían nuevamente la cena, la primera semana había sido en silencio, pero en esta segunda habían entablado pequeñas conversaciones, la pelinegra había vuelto a abrirse a Enid y a llamarla por apodos cariñosos que solía usar, y ella que gustosa los escuchaba.

Merlína meditaba ciertas cosas de camino a casa, ese día no había tenido mucho trabajo
y había tenido una oportunidad de almorzar con la chica que la había llevado a tomar la decisión de divorciarse de Enid, le había pedido tiempo, pues, se sentía confundida, aunque se había prometido no caer en el "juego" de su esposa.

Merlína comenzaba a ver las cosas desde otro punto, Ilegar cada noche para ver la sonrisa de la rubia tras la puerta, esa que desaparecía sus ojos por completo, compartir con ella, sentir su calor cada que la cargaba para llevarla al cuarto, el beso que se daban de bienvenida, la hacían recordar los momentos que pasaron juntas desde que se conocieron, su noviazgo y sus primeros años de matrimonio, fueron tantas cosas, tiempos malos y buenos, donde Enid siempre había sido su consuelo, y no lo había notado hasta ahora, su rubia siempre estuvo con ella, y ya no estaba tan segura de querer cambiarlo por alguien a quien recién conocía, y si bien podía ser una persona maravillosa, también lo era su esposa y lo que hacía con la chica podría
hacerlo con ella, que era lo que debía haber hecho desde el principio, ¿aún la amaba?, era lo mas probable, pero aun no estaba del todo segura, tomaría la decisión luego de que el plazo de la condición que había impuesto Enid se cumpliera.

Esa noche fue como las anteriores, excepto que Enid casi no había tocado su comida, ya
media noche le atacó una fuerte tos que despertó a la pelinegra en la habitación diagonal a la suya, Merlína asustada corrió al cuarto que anteriormente compartía con su esposa, al no recibir respuesta entró, encontrando solo el haz de luz que escapaba por la abertura mínima de la puerta del baño y el resplandor de luz de luna que entraba por la ventana.

-¿Niddy?

La nombrada, que se encontraba arrodillada frente al inodoro, al escuchar a su aún esposa, con rapidez se dirigió al lavabo para cepillar sus dientes y enjuagar su boca rapidamente. Sintió como abrían la puerta de la estancia y estuvo agradecida de haber actuado con la rapidez que su cuerpo le permitió.

-¿Estas bien Nid?. -Preguntó mientras la observaba secarse el rostro con la toalla.

-Si, creo que la cena me sentó mal, pero ya me siento mejor, siento haberte despertado
Merlí -le hablo mientras se dirigía nuevamente a la cama.

-No... esta bien... -Merlina, estaba indecisa, y algo nerviosa, se debatía entre volver a su
habitacion o quedarse con la rubia, la veía bastante pálida, y quería estar mas cerca por si su malestar no cesaba. -Yo.. ammm, ¿quieres un té o algo?

-No Mer, gracias, estoy bien no te preocupes, ya el malestar esta pasando, ¿de acuerdo?. -Respondió con ternura sentada en la orilla de la cama a la espera de que la otra abandonara el cuarto.

Merlína se dió la vuelta para dirigirse hacia la puerta, la cual había dejado abierta, bajo la mirada de Enid que al asumir su ida había vuelto a recostarse, pero al llegar a la puerta al contrario de lo que la rubia pensaba, escuchó la puerta cerrarse pero con la pelinegra aun dentro, por lo que se irguió y se apoyó sobre su codo derecho mientras le daba a su pareja una mirada de confusión al verla acercarse a la cama y subir a la misma del lado contrario y acostarse junto a ella, Enid volteó hacia donde se encontraba el otro cuerpo con
curiosidad aun apoyada sobre su codo..

-¿Merlína qué...?

-Puedo irme si lo deseas Nid, solo... quería proponerte algo.

Enid se volteó completamente hacia Merlína, que la miraba intensamente con esos ojos negros de los que seguía enamorada, para escuchar lo que está tenía que decir.

-¿Si?

-Yo... pensaba... ¿Te gustaría ir mañana a un picnic?, quiero decir es fin de semana y no
tengo nada que hacer y si tampoco tu, pensé que podríamos pasar un día en la
tranquilidad del cielo abierto, lejos de la ciudad, ¿qué opinas niddie?

Merlína se mordia el labio inferior, nerviosa de que Enid la rechazara, mientras está estaba sorprendida por la invitación de la pelinegra y a la vez encantada, estaba tan perdida en su emoción que solo aterrizo cuando escucho nuevamente la voz de su amada.

-Claro es solo si quieres...

-¿Por qué no iba a querer?

-¿Porqué, irás conmigo?

-¿Tu y Yo?

-¿Si?

-Me parece bien, de vez en cuando es bueno despejarse un poco de la ciudad, más si la
compañía es buena, es un poco triste ir sola a un día de campo ¿no crees?

-Si

-Con gusto iré contigo Mer -Volvió a sonreirle de esa forma que Merlína amaba y se le iluminó el mundo haciendo que también en su rostro se pintara una sonrisa, y la abrazó de improviso haciéndola gritar a la otra, por el sorpresivo gesto.

-¡Merlína! -la había hecho perder el equilibrio, quedando acostada sobre la cama preso entre los brazos de la pelinegra, quizó empujarla pero no tenía fuerza suficiente, su cuerpo estaba débil, sin embargo al sentir la intención de la rubia, la otra la apreto mas contra si misma,
dejando confundida a Enid

-Dejame dormir contigo esta noche Nid, por favor... -pidió en un susurro al oído de su
esposa.

Enid soltó un suspiro entre cortado, como negarse si se lo pedía de esa forma, como
negarse si ella también la anhelaba, estrañaba el calor del cuerpo de Merlína junto al suyo, su olor en la almohada... la extranaba, teniendola tan cerca y a la vez lejos... y ahora que ella parecía haber cortado distancia por supuesto que lo aprovecharía, así que se removió un poco en los brazos de la pelinegra para buscar una posición mas cómoda para ambas y
paso sus brazos por la cintura de su chica hacia su espalda, enterró la nariz en su cuello y suspiro profundamente, lo que Merlína interpretó como una afirmación a a su petición.

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Y aquí termino otro capítulo de está historia espero les haya gustado, ahh y gracias por leer también nos vemos en la siguiente actualización.

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