Damé Tiempo ( Wenclair )

Capitulo 6 💍

-❤️Me Quedo Contigo❤️-

Después de unos tres días bastante largos donde Merlina no se había despegado del hospital, solo para ir a casa y asearse por obligación de Yoko, Enid salió del coma, y aunque pasó dos días más dormida, la pelinegra se encontraba un poco más tranquila al saber que su esposa estaba fuera de peligro.

Enid despertó de su sueño luego de haber sido movida de la UCI a una habitación en el área de hospitalización, pero para el desconsuelo de la pelinegra, no la reconoció ni a ella ni a Yoko, el doctor les dijo que era normal una amnesia temporal luego de una operación como por la que tuvo que pasar Enid, tal vez sus habilidades motoras también se verían afectadas y pasaría un tiempo en terapia, así que sería un largo tiempo en el hospital, a pesar de eso Merlina siempre estuvo a su lado en su recuperación, aunque cuando su esposa tuvo nuevamente su memoria en orden no todo fue exactamente villas y castillas...

Enid se negaba a la presencia de la pelinegra, hasta que Yoko habló con ella, su mejor amiga no sabía nada aún sobre lo que había pasado con su ex-pareja , así que aceptó a regañadientes el estar con ella y que la acompañara en sus terapias sin mediar palabra, y ese silencio estaba comiéndose vivo a la menor, quien no aguantó más y una noche que la fue a visitar a su habitación de hospital decidió "romper el hielo".

-¿Cómo te sientes hoy Niddie?

Pero la rubia no parecía estar de humor para rodeos, se preguntaba todos los días por qué demonios estaba su ex-esposa allí, ¿se sentía culpable a caso y quería remediarlo?, creyó darle lo que quería, pero allí seguía, ¿qué más quería de ella si ya era libre? por la mierda, tal vez, ¿no vió las cosas sobre la cama, no leyó la carta, no vió los documentos firmados, no interpretó el significado de la dalia y el anillo?, maldición acababa de salir de una horrible experiencia y sentía que perdería la cabeza nuevamente, así que con toda la acidez que tenía acumulada, fue al grano, corta, clara y concisa, posó sus manos en la mesa junto a su cama donde se encontraban varios medicamentos para ayudar en su pronta recuperación, un florero con flores que Yoko siempre cambiaba cuando iba a verla y una bandeja con una jarra de agua y un vaso, suspiró y aún de espaldas a su acompañante habló.

-¿Realmente te importa?, ¿Qué quieres Merlina, por qué sigues aquí?, si es porque te sientes culpable, descártalo, fue mi elección hacer esto SOLA, no necesitas hacer esto y yo tampoco necesito que lo hagas.

La pelinegra respiró profundo, le molestaron las palabras de su esposa, pero no quería discutir con ella, sabía que actuaría a la defensiva, después de todo esta era la Enid que ella conocía, así que por una parte se sentía tranquila, sin embargo, eso no quería decir que no quisiera ahorcarla por su comportamiento, o tirarla a la cama y hacerla suya hasta que el mal humor se le pasara, pero esa no era una opción válida, por ahora... Dió unos cuantos pasos para acercarse pero a la vez estar a una distancia prudente de la rubia que se había dado la vuelta para encararla, aún se veía un tanto extraña con el cabello a raz del cráneo ya que se la raparon para la cirugía y aún estaba muy bajo aunque había comenzado a crecer, sin embargo a los ojos de la pelinegra, igual se veía hermosa, tal vez incluso mas que antes.

-No necesito, quiero hacerlo Enid que es muy distinto, si siento alguna culpabilidad fue por haber actuado como idiota desde un principio y no hablar las cosas claramente contigo y haber tomado el camino fácil, pero como tu misma dices Nadie Aprende en Cabeza Ajena, lo que pasó pasó y no puedo cambiar el pasado, pero si puedo hacer las cosas bien ahora, y quieras o no me voy a quedar contigo porque aunque no te de la gana de creerme, me importas-Hablo suave y serena, pero firme y mirando a los ojos a la contraria en todo momento, y con sus manos en los bolsillos. Enid frunció el ceño y cruzo los brazos sobre su pecho en clara molestia.

-¡¡¡Bien!!!, ¿quieres comenzar haciendo bien las cosas?, entonces largate Addams, porque no entiendo que mierda haces aquí conmigo cuando ¡ELLA te esta Esperando!

Merlina abrió los ojos con sorpresa ante las palabras de su esposa, quien después de haberse alterado y levantado un tanto la voz, sufrió un mareo y un puntazo doloroso en la cabeza que la hizo apoyar su cuerpo en la cama con las manos en sus sienes y un gesto de dolor que le obligó a contraer el rostro, la pelinegra se alarmó y se apresuró a verter agua en el vaso, tomó una pastilla y entregó esta a su amada, que aceptó sin rechistar.

-No te alteres Niddie, no quiero causarte más daño... además nadie me espera. -Dijo mientras recibía nuevamente el vaso vacío de las manos de Enid, a quien le entró la duda ante lo último declarado por su "ex".

-No vale la pena mentirme ahora Addams. -Le dijo mirándola con desconfianza mientras está la ayudaba a sentarse en la cama, que era un poco alta, una vez estuvo sentada Merlina se metió entre la abertura de sus piernas poniendo las manos en las piernas de Enid para que no le diera tiempo de apartarla.

-No gano nada con eso Nid, te estoy diciendo la verdad, terminé con ella dos semanas antes de que se cumpliera nuestro pacto, pensaba decírtelo el último día del mismo, te tenía una sorpresa... -la pelinegra había bajado la mirada y una sonrisa triste se instaló brevemente en su rostro, su tono de voz dolía en los oídos de la rubia, odiaba cuando su merli se entristecía.-Pero no te encontré en casa. -Las manos de la pelinegra apretaron un poco las piernas de la contraria, que colocó las suyas sobre las ajenas y suavizó el tono de su voz.

-Merli. -Le llamó, y la mencionada subió la mirada, tenía los ojos un tanto cristalinos, Enid se vio entregada a la ternura. -¿Leíste la Carta? -la menor asintió.

-La quemé. -Dijo frunciendo el ceño, como niña a punto de hacer berrinche, a lo que la rubia dibujó una media sonrisa.

-Firmé el Divorcio. -Dijo con un aire divertido ante el gesto que permanecía en la cara de su pelinegra

-Lo sé.

-¿Yyyyyy?

-También lo quemé. -Dijo desviando la mirada.

-¿Puedes decirme por qué, Merlina Addams? -Mierda, a su esposa si que le gustaba jugar sucio... Esto debió haberlo visto venir de Enid, no la dejaría en paz hasta que le dijera para poder burlarse un poco de su desgracia, tan solo de mirar su semblante divertido ya sentía el enojo en el rostro, pero no se arrepentía, le mantuvo la mirada fija.

-Porque no quiero divorciarme de ti, porque estoy Jodidamente Enamorada de Ti desde la primera vez que probé tu comida, porque lo que pueda vivir con alguien más me importa una mierda porque reafirmé que sé que puedo vivirlo contigo y será mil veces mejor, porque las cosas contigo cobran sentido, porque no quiero dormir en una cama donde no pueda sentir tu calor y respirar el olor de tu piel, no quiero llegar a una casa donde no esté una Enid Sinclair de pie recibiéndome con una sonrisa que esconde sus hermosos ojos por un momento y luego me da un beso que altera mis sentidos, porque quiero pasar lo que me reste de vida a tu lado quieras o no, porque sé que aunque sueñe egocéntrico, no Amarás a nadie con la misma intensidad que me Amas y más importante aún es que yo Malditamente me Rehúso a Dejarte Ir... en resumen, lo hice porque Te Amo Niddie.

Había apartado las manos de las de su esposa, llevándolas a su rostro para decirle lo último mientras acariciaba las regordetas mejillas por las cuales corrían silenciosas lágrimas de felicidad, que Merlina terminó limpiando con ternura, esta tenía un brillo de sinceridad y esperanza en los ojos y una sonrisa boba adornaba su cara.

-Oh mi amor no llores, dime, ¿aún quieres que me vaya?

La contraria negó con un puchero, le dio un pequeño golpe en el pecho a su esposa y la abrazó fuerte apretando sus manitas en su espalda, refugiándose en el latir emocionado del corazón ajeno, por que a la vez sentía el suyo. Merlina correspondió el abrazo, sintiéndose plenamente feliz de estar así con su rubia malcriada, era el mejor regalo que había tenido el último mes y medio desde la operación de Enid, cuando pensó que jamás podría volver a tenerla tan cerca y sentirla como siempre.

-Idiota, por supuesto que no, quédate conmigo... hasta que la muerte nos separe.

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