Damé Tiempo ( Wenclair )

Capitulo 4 💍

- 💔Tercer y último mes💔 -

El ambiente en casa se había llenado de sonrisas, risas y de un Amor que volvía a florecer fuerte, claro y mas seguro que nunca en Merlína, uno que pensaba había perdido y dejado de sentir para con su esposa, pero no era así, a pesar de que se había prometido esperar cumplido el plazo de Enid, para la mitad del último mes del acuerdo, la pelinegra había cortado toda relación con la chica que había sido la causa de su petición de divorcio.

Se había concentrado unicamente en la relación con su esposa, cumplia con el beso y cargarla a la habitación por Enid, pero la invitaba a salir los fines de semana y unas que otras veces hacían cosas juntas en casa, había notado que la rubia no estaba trabajando desde hace una semana, está le había dicho que había tomado vacaciones cuando le preguntó, por lo que trataba de pasar mas tiempo aun con ella, a pesar del buen ambiente, Merlína no podía evitar sentir una extrañia sensación desde la vez que empezó nuevamente a dormir con Enid, luego de esa noche de su "indigestión" la pelinegra entró al cuarto la siguiente noche, mirándola con ojos de cachorro y preguntando si podía dormir con élla,
Enid se había extrañado, pero no se negó solo soltó una risita y palmeo el espacio vacío al otro lado de la cama, haciendo que la pelinegra le mostrara sus dientes en una
sonrisa, corriendo hacía la cama para saltar en esta y abrazarce a su esposa, haciéndola reír en el proceso...

Hoy era el último día del acuerdo, Merlína estaba emocionada, hoy le confesaría
nuevamente su Amor a su esposa, le pediría el sobre con los documentos del divorcio y le pediría quemarlos juntas para reafirmarlo y convencer a Enid, le pediría disculpas por su estupidez de hace un tiempo y le pediría reafirmar sus votos en su próximo aniversario de bodas, no podía sentirse mas feliz en ese instante, apretando la cajita con el presente para su Amada en el bolsillo, sonrió y nego nerviosa, se sentía como cuando le confesó sus sentimientos a Enid por primera vez, bajó del auto, tomó un respiro y camino a su hogar donde sabía que la rubia estaría esperando por ella... o eso creía.

Al abrir la puerta con una gran sonrisa, esta inmediatamente despareció al no ver allí a la su esposa y encontrarse con el silencio.

- ¿Nid? -Llamó, pero no obtuvo respuesta.

-¿Niddy, estas allí? -Dijó asomandose a la cocina y el baño de la primera planta, sin
embargo fue lo mismo que la vez anterior, nada... así que subió al cuarto que compartían.

-¿ Enid? -Empujó la puerta suavemente, pero lo unico que pudo percibir en la estancia fue un sobre, un papel blanco extendido sobre este, una dalia negra y una cajita.

Merlína no queria entrar en pánico, pero miles de cosas pasaban en ese instante por su cabeza, ¿Enid no podría haberla abandonado, o sí?, ¿la había hecho aceptar este trato por tres meses, para hacerle entender como se habia sentido, era esto una venganza o que mierda? pensó mientras se acercaba a la cama reconociendo el sobre en esta.

Pero el enojo no le duró mucho, este fue sustituido por miedo y preocupación al fijarse en la dalia , la única vez que Enid le había dejado una dalia negra fue la primera vez que rompieron cuando tenían año y medio de relación, su esposa lo había hecho a petición de la madre de Merlina, que jamás aceptaría que esta estuviera con ella, si bien sabía que su hija era Bisexual, esperaba que la persona con quien se casase y formara una familia fuera con un hombre y le diera nietos, le pidió que la dejará porque estaba enferma y quería ver el rostro de la desendencia de Merlína antes de morir, al principio Enid se había mantenido fuerte y se había negado, pero había comenzado de llenarse de inseguridades, convenciendose de que Merlína estaría mejor con alguien mas que no fuera ella, se fue a los Angeles dejandole este pequeño y significativo presente con una nota que ponía "lo siento" en una bonita caligrafía, dejando con dolor a la pelinegra, que empeoraba cada día sin ella, teniendo que atravesar también por la enfermedad de su madre.

Al ser la única hija , la mujer arrepentida al ver el estado de su hija le confesó lo que había hablado con Enid, Merlína en seguida contacto a Yoko, ya que era la mejor amiga de ambas y por quien se habían conocido y posteriormente enamorado y está le dijo donde debía buscarla, así fue como la convenció de regresar, su madre se había disculpado con ambas y tiempo despues murió, pero lo hizo en paz sabiendo que su hija no estaría sola, y en el aniversario de su muerte, Merlina le pidió matrimonio a Enid.

Ante este recuerdo, la pelinegra se sintió desamparada al reparar el significado de la dichosa dalia, se sentó en la cama y tomó la carta, solo para romperse al leerla.

"Merlí...

Mi Amada Merlina, lo siento si no he sido la mejor compañia estos años, te pido disculpas por no ser suficiente, yo en serio creí que podría hacerte feliz.. tal vez tu madre tenía razón cuando decía que merecías alguien mejor, que te diera la talla, una hermosa chica que estuviera a tu altura, y espero que la encuentres, aunque creo que ya lo has hecho, lo sé.. por eso, quise seguir siendo egoísta y no darte el divorcio de inmediato, quería llevarme un buen recuerdo de nosotras al menos, ya que tu estarías feliz, quería aferrarme a lo que me quedara de ti para no sentirme tan sola, llevarme en la memoria tu sonrisa, tu calor, tus abrazos, tus besos, tu mirada y todo lo que compartimos, quería sentirme viva junto a ti una vez mas, así que gracias por haber aceptado y regalarme los mejores ultimos tres meses de mi vida, aunque sé que ahora debo dejarte ir, ¿sabes algo?, realmente detesto a quien dijo esa mierda de que cuando amas a alguien debes dejarlo ir, porque duele tanto, es como si tuviera y a la vez no razón y lo odio, sin embargo si esto te hace feliz entonces también a mi, aunque al mismo tiempo siento como si me arrancara el corazón, sin embargo no quiero que dudes Merlína, Fuiste, Eres y Serás Siempre lo Mejor y lo mas Hermoso que me ha pasado en la vida y lo único de lo que no me arrepentiré jamás, aunque eso a ti ya no te importe, solo quería que lo supieras, puedes estar segura que hasta una lombriz será feliz a tu lado mi amor, tanto o mas de lo que yo lo fuí. Siento mucho haberte hecho pasar por esto, insisto, perdón por todo lo malo que te hice pasar....Te Ama, Enid..."

-Niddy- Se había quebrado, se había dejado caer por la orilla de la cama, Enid hablaba
como si fuera a morir, era ridículo, Merlina pensaba que no había nada mejor para ella,
que su esposa, era demasiado, la que jamás le llegaría a los talones a su esposa era ella,
como se le ocurría escribir aquello, respirando un poco intentando calmarse tomo el sobre y sacó los documentos... estaban firmados, haciendo que la pelinegra derramara mas lágrimas, pero sin duda lo que lo hizo sentir peor fue revisar la cajita, ver lo que había dentro la dejó destrozada.. la alianza de matrimonio de Enid..

Después de un tiempo mas llorando sin consuelo, se calmó un poco y miro la alianza propia en su dedo, la acaricio y se decidió, volvería a buscar a su esposa hasta por debajo de las piedras si era necesario y la traería consigo costara lo que costara. Se levantó hacia el baño con los ojos rojos e hinchados por el llanto y con un dolor punzante en la cabeza por la misma razón, una vez allí se lavó el rostro con agua fría, ya sabía a quien le pediría ayuda, como la primera vez, se puso a buscar algo para aliviar su dolor de cabeza, pero al abrir el espejo del lavabo se encontró con un montón de medicamentos, en su mayoría
fuertes calmantes en envases casi vacíos entre otros medicamentos igual de fuertes,
Merlína se sorprendió y aquella sensación de que algo andaba mal en su pecho creció
amenazando con asfixiarla, alarmada llamó a la única con la que podría contar en esos
momentos sin perder tiempo.

Un repique... dos repiques... Tres...

-¿Yoko?

- E-Eni...Enid.. está..-Y al escuchar la voz rota de Yoko su mundo se vino al suelo...