Capítulo 19:

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......Narra Reita: ......

Su cuerpo estalló en convulsos y sonoros sollozos entre mis brazos, sentía mi camisa humedecerse por las lágrimas que soltaba. Mantenía mis brazos envolviendo su cuerpo mientras él tenía su rostro oculto en mi pecho. No sabía que decirle o que más hacer, tan solo me quedaba suponer que quería que me mantenga a su lado. Sin embargo, siento que no es lo correcto, lo he visto llorar antes, pero nunca de esta manera. Se nota tan destrozado, tan profundamente triste y todo eso transmitía a través de su desgarrador llanto.

Re: Ruki – Dije en un susurro cerca de su oreja tras unos minutos, pero parecía no querer escucharme – ¿Por qué lloras? – Acaricié sus cabellos y besé su mejilla.

Ru: Tengo miedo – Logró decir entre hipidos, sus brazos que hasta ese momento no me habían correspondido el abrazo me envolvieron.

Re: ¿Miedo a qué? – Levanté si rostro bañado en lágrimas, tenía el delineador corrido e intenté limpiarlo con el dorso de la mano.

Ru: A... Perderte – Me soltó e intento incorporarse, pero lo detuve a tiempo. Debido al reducido espacio del sofá al tomarlo del brazo y jalarlo se quedó sentado entre mis piernas dándome la espalda.

Re: ¿Por qué dices eso? – Tomé sus manos y las entrelacé con las mías, las coloqué encima de sus rodillas. – ¿Te he dado algún motivo para que pienses eso? – Hizo una negativa con su cabeza y apretó más nuestras manos. – ¿Entonces? – Pregunté colocando mi mandíbula en su hombro.

Ru: Me – Respiró varias veces para que los hipidos pararan – Me acordé de algo.

Re: Estoy aquí para escuchar todo lo que tengas que decir.

Ru: Siempre pierdo lo que quiero, joder todo es mi culpa. – Estaba aguantándose el llanto y me dolía verlo así. – Yo solo quería verlos por mi cumpleaños, las veces que estaban conmigo al mes las podía contar con los dedos de las manos. Siempre ocupados, el único regalo que pedía por mi cumpleaños era verlos y ellos por primera vez me escucharon – Su voz se volvió a quebrar, pero continuo no hacía falta saber que me lo digiera para saber que hablaba de sus padres. – El día de mi cumpleaños usé un traje negro, asistí a un funeral. No hubo felicitaciones solo pésames, no hubo globos solo coronas de flores... No hubo risas solo llanto y dolor.

Re: Tú no tienes la culpa, ya te lo he dicho.

Ru: Soy un estúpido – Hipó – Perdí todo por un maldito capricho. – Las últimas palabras las soltó con rabia y dolor.

Re: Eras solo un niño.

Ru: ¡No!, yo tengo la culpa – Soltó mis manos y tapó su rostro – Yo de verdad me odio por ello.

Re: Tan solo querías ver a tus padres, no tienes por qué odiarte por ello.

Ru: Fue un capricho mío, la mayoría de las veces mi carácter caprichoso ha influenciado en mis perdidas. – Hizo una pausa, se abrazó a sí mismo y oculto su cabeza entre sus brazos. – Incluso la perdí a ella.

No sabía a quién se refería al decir ella y quería preguntarle, pero en estos momentos sabía que él no me escucharía. En realidad, no me estaba escuchando ahora, me estaba asustando verlo en ese estado.

Re: No digas eso – Se paró de entre mis piernas y esta vez le di su espacio.

Ru: Tú no sabes nada – Me puse en pie y traté de acercarme, pero se notaba histérico.

Re: Tienes razón, no sé nada – me acerqué con cuidado – No sé lo que sentiste en esos momentos, como sufriste ni cuanto lo lloraste – Lo tomé por las rodillas y lo cargué sin importarme los forcejeos. – No puedo así lo quisiera, pero sé que perder a alguien es un dolor interno incontrolable.

Solo una noche...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora