Capítulo 33:

275 27 27
                                    

......Narra Ruki: ......

Ru: ¿Akira qué ocurre? – Aparté mis brazos de su cuello y él se apartó de mi lado estaba nervioso, pero traté ocultar cualquier indicio.

Re: Ya deberías saberlo. – Entró y dejó su maleta sin cuidado en el mueble, al quitarse la chaqueta de cuero que le había regalado dejó a la vista una horrible cicatriz en su brazo.

Ru: Akira, ¿qué pasó ahí? – Me intenté acercar, pero una vez más dio un paso al costado. No lo entendía, en verdad que no, primero me abrazaba y luego me rechazaba.

Re: ¿Cuándo pensabas contarme de tu engaño? – Se notaba impaciente y la mirada fría que me dirigía no me ayudaba en lo absoluto. No sabía que hacer o qué decir aún no era capaz de entender sus palabras.

Ru: De qué hablas, ¿acaso estás bromeando? – Bajé mi tono de voz para no gritar histéricamente. – Me he demorado en encontrar a alguien que de verdad me quiera y yo quiera con la misma intensidad, ¿te crees tan fácil de remplazar? ¿crees que para mí sería fácil perderte?

Re: No lo sé, no estoy dentro de tu cabeza – Se mantenía serio y parecía no estar escuchándome. – Si hubiera sabido que para ti era tan fácil nuestra relación, créeme cuando te digo que no hubiera pasado de sexo.

Ru: Me estás acusando sin tener motivo alguno Akira, ten cuidado con tus palabras que te podrías arrepentir. No estás tratando con una de las putas de las cuales estás acostumbrado.

Re: Arrepentirme de decir qué. – Estaba a la defensiva por completo. – Tal vez buscabas remplazarme momentáneamente, en mi ausencia no había quien pudiera satisfacerte. Uruha estaba más que dispuesto antes de mi partida.

Ru: Uruha no tiene nada que ver en esto. – No iba dejar que hablara de ese modo. – Si te sientes inseguro por su causa es tu culpa. – Estrelló uno de sus puños muy cerca de mí, a tan solo unos centímetros de mi rostro. – Me quedé unos días en su casa, al parecer la prostituta lo traicionó y me quedé a su lado para animarlo.

Re: ¿Por qué mentiste? – Relajó sus puños. – Dejaste que yo me enterara por su risa en la línea y cuando te pregunte te negaste a tener compañía. – Chirrió los dientes y relajó su cuello. – Me pregunto qué habrás hecho para animarlo, ¿es mejor que yo?, ¿haz gritado su nombre?

Ru: Sabía muy bien que te rehusarías y me obligarías a irme, poniéndome entre la espada y la pared como ahora. – Lo empujé. – Pero, ¿sabes qué? No me arrepiento de haberme quedado a su lado, por lo menos él no me trata como una vulgar prostituta.

Re: No tengo a nadie que te observe a todas horas, no puedo creerte sino he sido testigo de lo que afirmas. Además, no fue el sexo lo que nos llevó a esto, tal vez te acostaste con otro y ahora te has enamorado de alguien más.

Ru: En primer lugar, si piensas asó de mí no deberías estar conmigo, no dejes ir tu imaginación para crear inseguridades inexistentes en esta relación. – Era ahora o nunca. – Sabes tal vez debería decirte que lo rechacé, me quedé unos días a su lado y simplemente ocurrió.

Re: ¿Qué más paso? – Su tono de voz era bajo y peligroso, pero yo no me dejaría intimidar.

Ru: Tan solo develó sus sentimientos, lo rechacé y me marché.

Re: Me gustaría creerte – El jarrón que aún tenía las rosas que me regaló fue estrellado contra el piso. – Me hubiera gustado que lo nuestro durara más.

Ru: A mí también. – No me permitiría llorar. – Yo no comparto mi amor con nadie Akira, los sentimientos que guardo por ti son únicos, pero por lo visto todo es unilateral.

Solo una noche...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora