Amores que matan

Niña mala

    Aurelio estaba furioso, agarró a Belén como un saco de papas y se la echó al hombro, ella en un último intento por escapar siguió manoteando y pataleando, por lo que él le pegó una buena nalgada, tan fuerte que hizo que los ojos de Belén se llenarán de lágrimas.

Aurelio: quieta o vendrán otras tres nalgadas iguales o más fuertes que esa!!

     Belén dejó de moverse, dejando su cuerpo sin movimiento, sólo levantando la cabeza para ver a dónde se dirigían... De nuevo iban a su cuarto de captura, al llegar Aurelio la tiró a la cama, ella rebotó unas cuantas veces y al estabilizarse se echó para atrás, escapando de él.

Aurelio: no te muevas!! No te muevas o te nalgueo de nuevo!

     Belén se quedó quieta, viendo como Aurelio buscaba entre los cajones, se acercó  a la cama y la agarró de una pierna y la jaló hacia él.

Aurelio: vente para acá...

    Belén cooperó en todo momento, veía como Aurelio la jalaba de las piernas, amarrándola con una cuerda que se sentía suave al tacto, hizo unos amarres complicados de los que sabía que no podría escapar, la ató a la cama de piernas y manos, abierta y expuesta.... Por lo menos conservaba su integridad con las prendas de ropa interior que traía puestas.

    Aurelio se volvió de nuevo a los cajones, buscando otra cosa, ella lo miraba curiosa, quería saber qué más le podría hacer, si ya la tenía completamente atada y sin posibilidad de moverse..... Vió unas telas de seda, una navaja ... Pero al voltearse completamente le vió algo extraño en la mano...

Aurelio: quietesita si no quieres que te lastime...

     Se acercó a ella y con las telas de seda le cubrió los ojos y la boca, ya no veía absolutamente nada, ni podía preguntar por nada de lo que pasaba a su alrededor... Se quedó muy quieta, atenta a todo lo que pasaba, los sonidos... "Crack" se escuchó que la tela de su ropa interior se rompía... Y supo que él la estaba cortando con la navaja... De pronto estaba ahí, en medio de la cama, desnuda, atada, sin poder ver y sin poder hablar.... Esto no podía empeorar... Pero era Aurelio Casillas, todo siempre podía empeorar....

Aurelio: sabes... Desde que te vi supe que eras muy buena en la cama, tienes mucha energía en ese pequeño cuerpecito...pero esto, te va quitar un poco de esa energía, para que ya no tengas ganas de volverte a escapar....

      Sintió algo frío en su vulva, era... Un líquido... qué demonios iba a hacer?!... Luego escuchó... Oh no! ... Comenzó a retorcerse lo más que podía, con los amarres, lo único que podía hacer era alejar su cadera de aquel sonido, pero Aurelio la detuvo con una mano sobre su vientre....

Aurelio: bien que sabes cómo suena verdad?? Nombre si eres bien sexosa yo sabía!!

     Un vibrador, Aurelio le había puesto lubricante primero para que entrara fácilmente y así fue, era un tipo de aparato que se mantenía una parte dentro de su vagina y la otra por fuera, estimulando su punto "G" y su clítoris... Cuando se lo colocó él lo encendió... Mandando vibraciones por todo su sexo; Belén levantó las caderas, quería gritar pero no podía, Aurelio la agarró de las caderas de nuevo y le subió la intensidad a ese aparato...

Aurelio: -mirando su reloj- pondré una alarma en media hora, para entonces yo creo que ésta cosa te debería haber dejado más que lista para mí... -sonríe malévolamente, se retira del cuarto, no son antes darle un beso en la frente- disfrútalo amorcito