CAPITULO 10

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Amanecí al día siguiente a una hora bastante temprana para mí gusto. Además, me encontraba fatal físicamente. Me dolía la garganta un montón. Probablemente habré cogido frío ayer andando entre los coches o vete tú a saber. Salí de la cama como pude y me fui al baño para darme una ducha. Menos mal que ya no estaban en la intemperie. Me arreglé sencillamente y salí del baño.

Me había tocado compartir habitación con Adri y mi hermano. Los cuales seguían en la misma postura en la que les dejé cuando entré al baño.

Ayer por la noche conseguimos salir del atasco sobre las 4 de la mañana y finalmente pudimos llegar a la casa. Terriblemente cansados por las horas eternas en el coche.

Tosí un par de veces notando el dolor punzante en mi garganta inflamada. Decidí tomarme una pastilla para el dolor para que no me estuviera molestando durante el día.

Oí un pequeño quejido de Adrián seguido de un...— Me duele la garganta.

Tosí de nuevo.— Ya somos dos.

— Pues a mí no me peguéis nada, ¿eh? — dijo mi hermano mientras estiraba el brazo para coger su móvil y lo desenchufaba del cargador.

Me acerqué a él e hice como que iba a toserle encima. Éste se tapó con la almohada y levantó las piernas para empujarme con ellas hacia atrás. Me reí.

— ¿Plex a qué hora dijo que había que estar? — preguntó Adri con su móvil en la mano.

— Ni idea. — respondió Jopa.

El editor giró su vista hacia mi para saber si yo tenía la respuesta a su pregunta.

— ¿Dijo hora? — me rei sintiéndome estúpida.

Adrián negó con la cabeza.— Pues bueno, que vengan a buscarnos, supongo.

— Eso. Yo de mientras voy a dormir. — Jorge se dió la vuelta, abrazó la almohada y volvió a cerrar los ojos.

De pronto tocaron la puerta.

— ¿Que? — dijo Adri esperando una respuesta por parte de la persona detrás de la puerta.

— ¡Hello, hello! Your breakfast is done.

— Okey, okey. — asintió Adrián sin moverse ni un sólo centímetro de la cama.

Fruncí el ceño al percibir la voz familiar y sonreí confusa.

— Okey, come. Open the door, please. —golpeó la puerta de nuevo.

— Es Borja — dijo Jorge hablando contra la almohada.

Me reí y fui a abrirles la puerta. Al abrirla me encontré con Borja y Dani ya vestidos y listos para empezar el nuevo día.

— Pero bueno, que inglés, ¿no? — me burlé del rubio.

Se rió.— Estoy mejorándolo para superarte.

— ¡Joe! Yo creo que ya me has superado.

— ¡Madre mía! ¿Esos dos todavía están así? — preguntó Plex negando con la cabeza y grabandoles.

— Bro, estoy sequisimo — respondió el editor.

Borja puso una cara de asco.— ¿A qué huele, tío?

— ¿A qué huele? — repetí yo y olfatee para ver qué es lo que olía el rubio.

— Huele como a sudor mezclado con perfume de vainilla. Yo que se, huele rarillo. — dijo aún manteniendo la mueca de disgusto.

— Eso es mi hermano que huele peste y seguro que ya le huelen los pies.

— Peste hueles tu, niña.

La vuelta al mundo en 80 días - yosoyplexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora