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(***)

~ 5. Siempre estaré para ella ~

Andrew Cooper:

—¡Arriba princesita, ya es hora de irnos! -Gritó Hunter. Como resultado: caí de la cama.

—¿Se puede saber que carajos te pasa? -pregunté sobándome la cabeza por el impacto.

—Ya nos vamos.

—¿A donde? -fruncí el ceño.

—A la playa Andrew -puso los ojos en blanco-, cámbiate ya que no te vamos a esperar todo el día -Hunter salió de mi habitación como si nada hubiera pasado.

Me levanté del suelo y fui directo al baño. Hice mi rutina diaria y por molestar a Hunter me tarde un poco más de lo habitual. Me coloque una playera blanca, unos shorts negros y mis tenis, me arregle  y baje.

Al bajar las escaleras me lleve una gran sorpresa, pues habían ocho personitas sentadas en mi sala mirándome con cara de aburrimiento. Bueno, siete personitas estaban mirándome así por qué una me estaba comiendo con la mirada, y era nada más y nada menos que Bella Avery, mi rubia favorita.

¿Así que ya no le caigo tan mal, ehh?

Le dediqué una sonrisa pícara y en eso abrió tanto los ojos que por unos segundos pensé que se le saldrían de la cara, seguido de eso se sonrojó y desvió la mirada.

—¡Ya era hora! -gritó Logan poniéndose de pie, seguido de eso corrió a la puerta. Bella, la cual estaba evitándome después de el magnífico suceso de hace unos minutos, hizo exactamente lo mismo que Logan.

Todos salimos del departamento. En el estacionamiento pude visualizar una camioneta muy grande color verde, supuse que Fanny la había rentado. Todos subieron a esta y se sentaron en los asientos. El único libre era al lado de Bella, ya que soborne a Fanny para que me dejara sentarme allí.

Bella al verme se puso tan roja que tal vez en unos segundos más explotaría su cara. Me senté de lo más tranquilo y voltee a verla. Ella volteó la cabeza hacia el lado contrario.

—¿Me estás evitando? 

—¿Yo? Pff, claro que no. ¿Por qué te evitaría? Ni siquiera me acordaba de tu existencia -Habló muy muy muuy rápido.

—Claro.

—Si.

—Ajá.

Ujum.

—¿Te das cuenta que hemos vuelto a quedar juntos en un viaje? Solamente espero que esta vez no derrames un café sobre mi.

Bella miró rápidamente hacia otro lado muy avergonzada y yo solo me reí.

Todos nuestros amigos -y Aiden, el cual nadie lo invitó- venían cantando canciones de la radio, durmiendo y platicando. Dios. Me siento como un niño de primaria en una excursión.

Al paso de unas horas, paramos en una tienda para que se llenaran de golosinas. Quise despertar a Bella pero se veía tan linda durmiendo que preferí dejarla descansar, fue inevitable no sonreír al verla. Ya le preguntaré a Fanny que golosina le gusta para comprárselas.

Así de raro es el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora