Rey Alfa

|ᴄᴀᴘ3| ᴘʀɪᴍᴇʀ ᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴏ

Ajusto su traje de gala y se preparo mentalmente para la noche más larga de su vida.

—te ves guapo— le dijo Eijiro riendo ante el gruñido de su mejor amigo— vamos amigo, tendrás una pasarela de omegas preciosos al menos date el gusto de ver.

—Una mierda, sigue hablando así idiota y tú verás mi puño de cerca— gruño

Eijiro soltó una carcajada y se giro para tomar la corona que se la paso a su amigo, este la tomo y la giro entre sus manos, por el momento su corona era discreta, la de un príncipe, en pocos meses será algo pomposo y pesado en días de fiesta y una pieza más recatada cuando se trate de otras fechas.

La coloco y luego esa pesada capa roja que contrastaban con el negro de su traje, acomodo sus guantes de cuero negro y decidió que al fin estaba listo para comenzar la tortura.

La tarde paso entre el recibimiento de sus invitados, las falsas sonrisas, el coqueteo de los omegas que deseaban el estatus más que a él, y esas charlas banales que fluían en todos lados.

La gente a veces era tan insulsa y aburrida, vio a lo lejos a Momo con un vestido ajustado a sus curvas en un rojo opaco, era preciosa pero no lo que él deseaba, sabía que era inteligente muchísimo y eso era un punto a su favor.

Negó y se escabulló entre la gente siguiendo con su actuación, rechazo de forma cortes a un par de omegas que se colgaron a su brazo y bebió una copa tras otra para calmar sus nervios y evitar un desastre, Dusē estaba muy molesto, el aroma de tantos omegas lo estaba asqueando y poniendo de muy mal humor.

"Cálmate estúpido pulgoso" gruño para si mismo al sentirlo

"Sácame de aquí pedazo de príncipe de pacotilla" siseo Dusē en respuesta

"Comportarte" advirtió Katsuki y solo sintió como su alfa se retraia a lo más profundo de su memoria en una protesta silenciosa de su descontento.

Suspiro y decidió que si, necesitaba un poco de aire.

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—Te vez tan hermoso— halago Mirio a su hermano al verlo bajar, a su lado su Omega Tamaki secundo las palabras

—Gracias, espero que haya buena comida— sonrió Izuku restando importancia a su apariencia, le gustaba la ropa elegante y bonita pero no cuando debía ir a un lugar para que el príncipe lo vea como un objeto entre el montón para decidir a quien usar como si fueran bolsos en una tienda.

Mirio sonrió y negó escoltando a los dos omegas al auto.

Izuku agradeció grandemente que cuando llegó pudo colarse sin pasar por la pasarela frente al príncipe, quizá estaba juzgando sin conocer pero tampoco estaba de humor, ya se sentía tan usado con lo que hizo que no deseaba más de esa sensación.

La velada paso medianamente bien, vio a Denki sonriendo de forma descarada a un malva, lo había visto, siempre salía en las revistas de chismes, era parte del círculo privado del príncipe, uno de sus amigos cercanos, bueno al menos Denki tendría a su favor que si ese alfa resultaba ser para él su padre no podría objetar nada, vaya que los Shinso estaban muy arriba en la cadena alimenticia.

Siguió en su mundo degustando los buenos bocadillos que habían cuando sintió una mano deslizarse por su cadera y pegarlo a un cuerpo.

—te ves exquisito está noche mi bello Omega— susurro Kai al oido de Izuku.

Sintió su vida escapar de su cuerpo, era Kai, que hacía ahí, por qué, no podía pensar de forma adecuada. Sintió sus piernas de gelatina y quiso llorar.