|ᴄᴀᴘ5| ᴜɴᴀ ᴏʙʀᴀ ᴅᴇ ᴀʀᴛᴇ ᴇxǫᴜɪsɪᴛᴀ

329 36 0
                                    


Katsuki lo miro curioso cuando Izuku entro con confianza al departamento, a mitad de la estancia principal se detuvo y soltó su vestido que se deslizó hasta sus pies dejando ver el bonito conjunto de encaje que llevaba abajo.

No había nada más provocador para el príncipe que un Omega sin miedo a lo que es y que sabe los encantos que tiene, fue todo un espectáculo cuando la tela roja se deslizó por la piel de porcelana del Omega, miro encandilado como las pecas formaban un universo completo en la piel de Izuku.

El bodysuit de encaje negro se adherida a la piel de Izuku como una segunda capa, la espalda quedaba descubierta y su trasero se veía tan firme y redondo, Izuku ladeó su cabeza para ver a Katsuki y sonrió coqueto.

Se giro lentamente quedando de frente a Katsuki— pasa algo mi príncipe? — susurro coqueto mientras alzaba una de sus largas piernas para salir del interior del vestido, se dejó caer en el sofá y cruzó con lentitud sus piernas.

Katsuki avanzo dejando en el respaldo de un sofá cercano su saco y abriendo su camisa.

Una vez al frente de Izuku se dejó caer de rodillas logrando que el Omega se sintiera muy extraño, era el futuro rey, soberano de todas las manadas de Japón y estaba ahí de rodillas ante él, observo como el alfa estiraba su mano y tomaba su tobillo.

—Tú eres mi príncipe— susurro Katsuki comenzando un camino de besos en el tobillo de Izuku hasta sus muslos antes de pasar a la otra pierna

Izuku jamás se había sentido tan adorado como en ese momento, no era un mojigato y el príncipe parecía saber lo que hacía, pero jamás un alfa lo había tomado como una pieza de arte delicada que debían de procurar de aquella forma.

Katsuki se levantó y alzó a Izuku sin aviso, lo tomaría en la cama, a su ritmo y disfrutando del momento, Izuku se sentía extraño, su celo no dolía aunque se había adelantado mucho tiempo, al contrario, el aroma de Katsuki le mantenía un poco cuerdo, lo suficiente para disfrutar de lo que estaban haciendo.

Sonrió cuando fue depositado en la cama, observo desde ahí como Katsuki se desvestia, fijo sus ojos en   la erección del cenizo que estaba nuevamente dura.

—Te gusta lo que ves?— pregunto Katsuki acercándose a la cama y tirando del tobillo de Izuku haciendo que esté cayera de espaldas en el colchón— me gustan tus tacones.

—Me encanta— acepto

Katsuki se disculpo mentalmente por lo que haría, Izuku solo jadeo al escuchar la tela rasgandose, Katsuki admiro la desnudes de Izuku por un instante.

Su boca se cerró contra uno de los pezones del peliverde, Izuku después de ello se dejó consumir por su Omega, su aroma estalló haciendo gruñir al alfa, los colmillos del alfa crecieron, busco el cuello de Izuku aspirando ahí donde estaba la glándula de aroma

—Mio— ronroneo pasando la punta de sus colmillos por la tierna piel.

—Alfa—jadeo Izuku rodeando con sus piernas la cadera del cenizo.

Los besos de Katsuki fueron regados por todo el cuerpo del Omega, mordidas suaves y marcas que durarían un par de días pintaron el lienzo suave de la piel del peliverde

La temperatura subía en la habitación donde los amantes se dejaban llevar por aquel primer encuentro carnal, donde se amaban como si desde hace mucho lo hicieran.

Katsuki sentía que tenía un mapa en su cabeza que marcaba con X las zonas que le gustaban a Izuku que tocaran.

Su mano viajo al sur directa a la entrada del contrario deslizandose suavemente en el interior con facilidad gracias al lubricante natural que se regaba como cascada.

Rey AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora