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"Wise men say, only fools rush in,
but I can't help falling in love with you"




Buscar algo adecuado para regalarle a JungKook no había sido tarea fácil.

Él es alguien bastante sencillo, con un estilo tranquilo y ligero, no le gustan las cosas que llamen la atención, entre más sencillo y minimalista es mejor para él y poco a poco se ha dado cuenta de eso (aunque cuando está en sus prácticas se llena prácticamente todo de pintura y es jodidamente adorable)

Y, a JiMin se le hizo muy difícil encontrar algo que supiera que no le pareciera extravagante o extraño, quería darle algo que le gustase y le viera usar siempre, aunque sabía que todo lo que le diera JungKook se lo pondría por el hecho de ser él el que le dió el obsequio.

Pero sentía la necesidad de darle algo con lo que se sintiera cómodo y verdaderamente le agradase, porque verle sus enormes ojos brillar de felicidad le causaba una sensación cálida aunque en cierta parte es algo abrumante y confusa, no puede evitar querer sentirla todo el tiempo.

Había encontrado encontrado el regalo perfecto luego de una semana, y se desconocía por completo al ponerle tanto empeño en eso, nunca se había tomado el tiempo de buscar algo que de verdad le agradase a la persona que se lo obsequiaría, normalmente siempre eran cosas que a él le gustaban, y con Haneul siempre eran los detalles más simples y básicos que se podría imaginar, y ella siempre se ponía feliz con esas cosas tan vacías.

Pero no quería ser ni simple ni básico con JungKook.

Y ahora era el momento perfecto para darle el dichoso regalo.

Volteó a ver a JungKook, quien estaba sentado en su cama mirando su celular con una cara neutra, elevó una ceja, y dejó el obsequio en su escritorio, mientras se acercaba a él a pasos sigilosos y le arrebataba su móvil de las manos.

JungKook frunció su ceño y abrió su boca en sorpresa.

—¿Qué haces? —Se quejó, y se levantó de la cámara mientras trataba de alcanzar el teléfono, fallando— ¡Dámelo!

JiMin negó con media sonrisa, y puso el celular detrás de su espalda, JungKook trató de volver a alcanzarlo, pero no volvió a conseguirlo, por lo que frunció más su ceño.

—No te lo daré, en estos momentos necesito toda tu atención en mi.

—JiMin, dámelo. —Trató de volver a tomarlo, pero JiMin elevó el aparato con su ceño fruncido.

—No me digas JiMin...—Fingió lloriquear, y se acercó a su rostro, parando sus labios en un pico, pero Kook se alejó y saltó, para finalmente conseguir su celular de nuevo sin mayor esfuerzo.

Al ver como se alejó y se sentó en otro extremo de la cama con su cara mucho más seria, sin siquiera verlo, supo que algo no iba bien, y, en lo absoluto le estaba gustando.

—Nene...—Canturreó, mientras tomaba con disimulo el regalo de el escritorio y lo metía en el bolsillo de su chaqueta.

Pero JungKook lo ignoró por completo.

—¿Qué te ocurre? ¿Por qué me ignoras? —Se acercó más a él, pero JungKook seguía sin mirarle. —JungKook.—Su tono era más insistente.

Hasta la raíz ★ Jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora