Introducción:
Mentira...
Una verdad disfrazada para no lastimar al ser amado
Secreto...
Una verdad oculta para evitar el quiebre de una realidad conocida.
Dos palabras distintas que a su vez tienen su similitud, Lucifer es quien más sabía esto. La p...
En el interior del ahora renovado hotel se podía observar como toda alma pecadora que reside en el edificio se movían de un lado a otro, decorando su nueva sala de estar para dar la bienvenida (otra vez) del soberado del inframundo, con la sola diferencia que a partir de ese mismo día comenzaría a vivir y no solo eso, también para formar parte del ambicioso proyecto de su hija.
Entre las sombras Alastor observaba de manera minuciosa cada movimiento que hacían, colocando pancartas, una mesa de postres dulces, Husk pese a las protestas de la novia de la princesa preparo unos cuantos tragos. Charlie nerviosa caminaba, esta visita iba a ser distinta, ahora su padre conviviría y vería ante el como es que su adoración atendía a sus residentes.
Por su lado la joven rubia pasa pero rápido su andar se detuvo cuando el demonio con astas la había sostenido de su hombro y la aproximo hacia ella.
─Querida Charlie, ¿Qué es toda esta fanfarria que están montando en nuestro recibidor? ─cuestiono para luego dejar libre a la chica y este lo observase a los ojos.
─OH! Alastor!. Veras mi padre llega hoy al hotel... a mudarse aquí ─el demonio apretó sus dientes pero ningún momento dejo de sonreír ─La primera vez no salió como lo planee aunque si me consiguió esa audiencia con el cielo. Ahora quiero que se sienta bienvenido y considere al hotel como su segundo hogar.
Aquellas palabras sinceras acompañados de la sonrisa más dulce que vio, muy dentro de su interior un sentimiento extraño le había provocado cierto cosquilleo a su muerto corazón, el gesto de súplica por parte de Charlie le hacía entender que por esta vez pedía un poco de paz y cero enfrentamiento con su progenitor. Curiosamente accedió, solo retrocedió en sus pasos para volver a su cabina (y habitación), estaría en aquel lugar hasta que el soberano llegue hasta el hotel.
Y así, luego de un par de horas, una limosina en color blanco se estacionaba frente a las puertas de tal imponente edificio, su puerta fue abierta y por esta salió quien fue conocido como el ángel más bello de la creación, desterrado y ahora soberado del bajo mundo. Lucifer estaba en el exterior, un poco nervioso, en lo que bajaban lo que sería su equipaje, subió su mirada al momento que capto unos ojos peligrosos sobre su presencia, le restó importancia ya que pudo adivinar de quien se había tratado.
Detrás de las puertas Charlie emocionada fue a recibir al ser angelical con un gran abrazo, el resto de los residentes, incluyendo Cherry que decidió quedarse por su mejor amigo. La rubia comprendía un poco el porqué de su incomodidad, años de vivir aislado de todos y ahora convivir de la nada.
─Tranquilo papá, lograras acostumbrarte aquí ─aseguro su hija.
─Gracias cariño ─llevo su mano para colocarla en el rostro de la joven y acariciar suavemente.
─Señor, ¿Le gustaría descansar primero antes de que celebremos su bienvenida? ─Vaggie se colocó a un lado de su novia mientras observaba de manera amable a su suegro.
─ ¿Celebrar? ─intrigado, sin saber, que harían una fiesta por su llegada.
─Si! Así puedas conocer mejor al resto y tu integración al hotel no sea tan dura.
─Si gusta puedo acompañarlo a donde será su nuevo cuarto ─ofreció la ex exorcista.
Antes de poder recibir alguna respuesta entre medio de los tres una sombra se hizo presente asustándolos cuando Alastor hizo acto de su disposición.
─No te preocupes querida, para mí sería un honor el acompañar a sus aposentos reales a su padre y... suegro.
El demonio de la radio se había dispuesto a ofrecer en llevar al soberano, claro que dicha acción dejo contenta a la joven Morningstar, iba a protestar el no querer ser llevado por ese pecador, pero la mirada brillosa que su hija poseía se le hizo imposible negar aquella petición.
─Esta bien cielo... vamos pequeño Bambi, deseo descansar ahora.
Sin decir alguna palabra mas ambas entidades poderosas fueron al piso de arriba para que el ser de mayor existencia pueda descansar. El resto que se encontraba en la sala quedaron viendo como se marchaban.
Las miradas rápidamente se pasearon entre ellos, mas que nada el ex overlord y el actor porno.
─Apuesto a una semana que cogen.
🍎📻🍎📻🍎📻🍎📻🍎📻🍎
En el camino en el pasillo de arriba en un silencio sepulcral ambas entidades caminaban en un absoluto silencio, algunas veces solo dirigían sus ojos para observarse de reojo, pero las palabras no podían salir de sus labios.
El rey trataba de encontrar una forma de como haría que ese venado dejara el hotel, claro debía ser a voluntad para que así su preciada hija no sospeche que tuvo algo que ver. Alastor por su parte, paseaba su mirada sobre el cuerpo pequeño, delgado y de cintura curvilínea del arcángel caído, algo que desconocían el resto era que mucho antes de unirse al plan de Charlie y ayudarla, tuvo la oportunidad de conocer a los soberanos. En un giro en un pasillo el cuerpo de Lucifer se vio acorralado entre las sombras, los dedos delgados de demoniaco pecador se paseaban por su cintura, el brillo sádico que el demonio de la radio siempre traía fue reemplazado ante una chispeante mirada coqueta y lujuriosa.
─Alastor.
─Shhhh...
─Alastor, suéltame ─se alejó de manera brusca para ya no estar a merced del cuerpo del mas alto.
─Su majestad, me sabrá disculpar, pero me fue imposible no resistirme de tenerlo cerca mio... otra vez.
El sonido de la distorsión de su voz con aquel tono grave le había provocado cierto cosquilleo y un escalofrió en su espalda baja, solo pudo suspirar mientras se retiraba su sombrero y pasaba su mano por sus cabellos.
─Estas incumpliendo el acuerdo.
─No querido, recuerda bien, mis labios están sellados pero nada dice en que lugar puedo estar ─canturreo sus palabras como suele acostumbrar a hacer cuando tiene una partida ganada.
Lucifer solo pudo chasquear con su lengua, tenía razón, sin esperarlo su mano fue levantada notando como aquel pelirrojo besaba con sutileza el dorso de su mano. Retomaron nuevamente su camino hasta la habitación del soberano, este se encontraba mas nervioso aun, esperaba que las cosas no se complicaran y menos al percatarse que esa forma de actuar de Alastor era caramente con alguna intención.
Apenas llego quiso entrar pero la mano del demonio venado se lo impidió, subió molesto su mirada pero no le duro mucho aquel gesto, en ese mismo instante su respiración se detuvo, paseo sus rojizos ojos al tener al overlord cerca de su oído.
─Nos vemos en la noche su majestad.
☆ ☆ ☆
✧❊ · ·Artista de la Imágen: ✰//
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
