❝〔Capítulo 4: Dorado〕❞

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Cinco días pasaron exactamente desde que el gran soberano del infierno había tomado la decisión de vivir con su hija en el hotel, podría decir que marchaba todo bien, había encontrado la forma de saber como llevar a los amigos de su primogénita. Un ejemplo, con Husk sentía que podía tener a alguien a quien contarle sus penas aunque claro le daba la razón cuando este mismo le decía “que esa era la labor de un cantinero”, de todas formas había encontrado con quien desahogar sus penas.
Con Ángel, bueno, este le daba ciertos tips para saber sobrellevar su soledad, aunque eran un poco perturbadores y jamás los intento; pero le daba cierta gracia ver como la araña con rasgos femeninos si le daba importancia a ese asunto; Nifty, bueno, trataba de ignorar esa personalidad sádica y escalofriante, a veces llevaba regaños de Charlie con respecto a que debía tratarla mejor y no evitarla, pero eran palabras muy contradictorias ya que ella misma solía evitar sus charlas sobre captura de insectos y los mil métodos de tortura a emplear.

¿Vaggie? Con ella encontró a alguien que de cierta forma podía identificar como iguales, atacada por sus ideales y abandonada en el oscuro abismo; la ex exorcista se volvió una buena amiga, y eso solo lo alentaba más a la relación que tenia su hija con ella.
Todo marchaba bien, aunque claro, no siempre es de color de rosa, un demonio en particular solía ponerle los pelos de punta pero luego de aquel encuentro en su habitación, al día siguiente hizo como que no paso nada y así al que seguía pero luego desapareció de la vista de todos. Le parecía curioso aquello ya que se había encerrado en su habitación tres días seguidos y contando, solo Nifty era quien tenía permitido el acceso a su cuarto.

No es que le interesase si aquel sujeto haya perecido en esas cuatros paredes, pero su hija se la notaba demasiado inquieta por su ausencia, su concentración siempre era nula  ya que inmediatamente llevaba su mirada en busca de la presencia del demonio de la radio. Por obviedad le causaba disgustos esa preocupación innecesaria pero para su desagrado él supo como ganar la confianza y amistad de su hija.

—Otro día más que no sale de su habitación —comento ya como quinta vez en el día la joven de traje rojo.

—Cariño tranquila, seguro está bien —dijo Vaggie tratando de animarla mientras le daba apoyo ante su angustiante expresión.

—Él parece como si fuera un venado… ¿No habrá entrado a una etapa de invernacion o algo por estilo? —hacia acto de presencia Ángel que gustoso chupaba una paleta helada.

—Ángel no empieces con ese tipo de cosas —se quejo la ex exorcista observando molesta al actor porno.

—No importa eso, la cuestión es que lleva días sin salir, Nifty ignora el tema cuando le preguntamos… tengo miedo que algo le haya sucedido —tomó asiento de manera pesada en el sofá, llevo ambas manos a su pecho justo en dirección en su corazón —Algo en mi interior me dice que no está bien.

Lucifer que se encontraba sentado en la barra de bebidas con Husk siendo que este limpiaba un vaso, no pudo evitar no ignorar cada expresión y movimiento que su hija hizo, eso solo había provocado que apretara los dientes en forma de desagrado, Charlie y Alastor eran más cercanos a lo que él esperaba.
Tras bufar se levantó de su asiento y camino donde dirección de su hija, ante la presencia de su padre la princesa levantó la cabeza para verlo con una expresión de pleno dolor, no le agradaba el sujeto pero detestaba ver ese estado de tristeza a la chica que siempre tenia una sonrisa para todos.

Manzana Podrida  ┊FIC RADIOAPPLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora