❝〔Capítulo 8: Rosie〕❞

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El día después de aquella salida la mañana estaba dando comienzo, ningún ruido de ninguna alma se podía percibir en aquellas paredes, se podría decir que se agotaron por el paseo movedizo.
Lucifer, estando aún en bata siendo esta era una blanca pero cubría su piyama de patitos, arrastraba sus pies mientras llevaba en su mano derecha una taza de humeante café. Abriendo su boca mostrando sus filosos dientes había bostezando sonoramente, quería regresar a su cama calentita y mullida, detuvo su caminar cuando la oleada de una ventisca fresca le produjo escozor.
Intrigado fue a ver y en un balcón que el mismo hotel poseía pudo observar a la ex exorcista y pareja de su hija, de pie con la mirada al cielo fijando sus ojos en aquel “planeta” blanco que destacaba de tan lúgubre rojo.

—¿Extrañas estar ahí? —pregunto apareciendo detrás de su espalda. La chica se asusto al saberse que ya no estaba sola y con pena y nervios bajo la mirada.

—No… yo… Señor —tartamudeo. Suspiro pesado y regreso su mirada al cielo —Realmente no extraño aquel lugar de adoctrinamiento, opresor y… muy colorido.

—Jajaja vaya forma de describirlo —también llevo su mirada para observar el mismo lugar que la chica veía —¿Te arrepientes de haberlos traicionado?
—… —no contesto al instante, medio sonrió cerrando los ojos dejando que el recuerdo de aquel día donde la habían dejado a su suerte en el infierno llegara a sus pensamientos —¿La verdad? No… si no fuera que los traicione no hubiera conocido al hermoso ser que es su hija.

Esa declaración tomó por sorpresa a Lucifer y que Vaggie se pusiera nerviosa por decir esas palabras no sólo al padre de su novia, también rey de todo el pentagrama y antiguo serafín del cielo.

—La amas mucho, ¿verdad? —pregunto sin mirarla pero con una sonrisa particular en su rostro.

—Realmente si —la joven apretó su taza entre sus manos esperando quien sabe, una burla, un comentario ofensivo o algo por el estilo.

—Me alegra saber que en este lugar lleno de muerte, corrupción, habitado por monstruos… mi hija haya encontrado el verdadero amor.

Sentía que eran cursis sus palabras, pero eran la verdad de lo que pensaba, él no era alguien que le fascinase estar ahí, rodeado de tantas almas corruptas que solo se aproximaban a su familia a cambio de poder, que escuchaba a diario los gritos de agonía y debía ver de lo que eran capaces esos demonios; agradecía que aquella exorcista se cruzara en su camino.

—Gracias por amarla con devoción Ma-Vaggie —se corrigió a si mismo.

—No tiene porque agradecer señor. Yo soy la que debería estarlo, ella me salvo —ambos ángeles se observaban a los rostros con una cálida expresión —Bueno, debo llevarle su desayuno, quedo exhausta por el paseo en el parque.

—Claro, no te preocupes —por su parte él rubio quedó observando el paisaje infernal mientras la chica se retiraba, aunque regreso en sus pasos antes de marcharse.

—Señor, ¿desea algo? —ofreció por educación.

—Si, que ya no me digas señor —volteo a verla notando la confusión de la chica —Tengo entendido que llevas un buen tiempo de relación con mi hija, creo que lo más apropiado sería el que me dijeras … Papá.

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⏰ Última actualización: Apr 10 ⏰

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Manzana Podrida  ┊FIC RADIOAPPLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora