2. "Fruta" vida.

69 4 0
                                    

Salí de mi habitación a la velocidad de la luz para evitar que mi hermana pequeña Bárbara fuera la que abriera la puerta, y así evitar un interrogatorio por su parte. Pero mi boca se abrió en una "o" perfecta cuando ví a mi hermana mayor Beatriz, la cual está embarazada, con su hija de cuatro años Dafne.
Como no, yo me había hecho ilusiones de que Ivanna por una vez en su vida iba a ser puntual pero me equivocaba.
-¡Moni! Que grandes estás y que guapa. Me alegro de que estés en casa, aunque por la ropa que llevas se ve que tienes pensamientos de salir. ¿Que algún novio del que deba saber?-preguntó mi hermana con una sonrisa radiante.
-Bea...-sí fue lo único que se me ocurrió decir después de haber estado tres años sin ver a mi hermana mayor.
Aunque parece que lo único que ha cambiado en ella es su barriga que está inflada por su segundo embarazo, y es que ella siempre lo dijo, lo único que desea en la vida es tener familia numerosa al igual que nuestra madre. Seguía teniendo el pelo rubio aunque más corto que hace algunos años, alta, algo más gordita por su gran barriga, labios carnosos y los ojos verdes al igual que yo.
Su hija era toda una muñequita: piel morena la cual había heredado de su padre, pelo negro, ojos verdes y labios carnosos. Por su os lo preguntabáis mi hermana se casó con su amor de la universidad: un chico de piel morena, un cuerpo esculpido por los dioses, un culo redondo y respingón, amable, generoso, simpático, ojos color miel, pelo negro y encima con trabajo fijo desde que terminó la universidad. Se graduó en medicina, con especialidad en pediatría y para vuestra información es uno de los mejores del país.
Mientras mi hermana se había graduado en filología inglesa y alemana, actualmente trabaja en una editorial. Como podéis comprobar tiene una vida perfecta a sus 27 años.
-¡Ay Moni! Pareces un poco sorprendida de verme.-se rió mi hermana.
-Lo siento Bea, es que no te esperaba...-dije roja de la vergüenza, y es que envidiando a mi hermana me había dormido en los laureles.
-No pasa nada, también es verdad que no he avisado pero es que tenía muchas ganas de veros.-respondió y lentamente me dio un abrazo que se vió dificultado por su abultada barriga.
-Bueno y, ¿esta vez que va a ser?- pregunté con alegría anticipada, y es que siempre me había gustado cuidar de mi sobrina Dafne pero como vivían en la otra punta del país me era imposible.
-Niño.-contestó con una gran sonrisa.
Como por arte de magia me acordé de que estaba en medio de la puerta interrumpiendo el paso a mi hermana, me hice a un lado y Dafne vino corriendo a mis brazos para darme un gran abrazo. ¡Dios, como había echado de menos esto!
Justo cuando iba a cerrar la puerta para irme al salón con el resto de mi familia sonó una pita, y como no, era Ivanna en el fabuloso coche de su hermano Dylan. No sabía si matar a besos a mi mejor amiga o directamente matarla. Os voy a poner en situación supongamos que el hermano mayor de vuestra mejor amiga está como un queso: rubio, ojos azules, sonrisa de escándalo, cuerpazo y una personalidad encantadora. ¿No os enamoraríais de él? Bueno si vuestra repuesta es no, la mía es un sí rotundo.
Confundida por las emociones contradictorias de mi interior me despedí y cogí mis cosas, con paso ligero me dirigí al coche y me senté en la parte trasera.
- Hola...-saludé en voz baja.
-¡Hola Mónica! Va a ser un día genial, por cierto dile a tu madre que hoy te quedas en mi casa. ¿Vale?-dijó Ivanna en tono alegre y con una sonrisa de oreja a oreja. De Dylan el único saludo que recibí fue un leve movimiento de cabeza.
- Ivanna, no sé si voy a poder quedarme en tu casa, hoy ha venido mi hermana y quiero pasar tiempo con ella.-repliqué no muy convencida. A ver no me malinterpretéis, amó y adoro a mi hermana pero quedarme en casa de Ivanna significa estar cerca de Dylan, cosa que me encanta.
- ¡Vamos Moni! Tu hermana va a estar aquí montón de días y es principio de verano te necesito a mi lado antes de que mi padre se decida a llevarnos al fin del mundo, y no te pueda a volver a ver nunca más.-contestó con un tono demasiado drámatico, le iba a contestar cuando sentí la vibración de mi teléfono en mi bolso.
"Ivanna"
Tú hazme caso y quedate en mi casa, no están mis padres.
Levanté la mirada hacia mi amiga, la cual estaba ocupada mirando su móvil y yo aprovechando el momento de distracción por su parte, observé embelesada a su hermano. Creo que me quedé demasiado mirandolo porque levantó la vista y sonrió.
¡"NARANJADA"! Roja de la vergüenza volví la mirada a mi móvil haciendo ver que era la cosa más interesante del mundo.

¿Amor de verano o algo más?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora