Ésta mini-historia centrada en un AU moderno cuenta cómo Kid y Archer se conocieron.
Aquella primavera sería inolvidable para ambos pelirrojos, además de para todos los que les rodeaban cambiando sus vidas de un día para otro.
Y es que el destino...
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Con total descaro y mirando a Sorin a los ojos, la pelirroja finalmente abrió la cerveza y le dio un largo trago mientras el joven frente a ella abría la boca totalmente impactado por la poca vergüenza que Archer tenía.
Ese fue el momento en el que descubrió que los genes Byrne eran tan fuertes como para siempre desafiar cualquier tipo de autoridad por mínima que fuera.
—¡No! ¡Para! —gritó Sorin dando varias zancadas hacia Archer.
Ésta le dio otro trago y se escabulló esquivando a Sorin con maestría, estaba más que acostumbrada a esquivar los ataques de Evan desde que tenía uso de razón por lo que su agilidad era sorprendente.
—Se te va a quemar —dijo Archer señalando el microondas desde la entrada de la cocina.
Y en cuanto Sorin se giró hacia el microondas para sacar el segundo plato que había metido, la pelirroja aprovechó para salir corriendo fuera de la estancia.
—¡Mierda! ¡Espera, Archer! —exclamó Sorin angustiado sin saber qué hacer en ese momento.
El pecoso sacó el plato ardiendo del microondas quemándose los dedos en el acto, prácticamente lo lanzó sobre la encimera ensuciando todo y sin siquiera cerrar la puerta del electrodoméstico salió corriendo tras la pelirroja quien se había subido al sofá a saltar tras quitarse las botas.
—¡¿Qué haces?! —gritó Sorin horrorizado— ¡Elías me va a matar si manchas o rompes algo! ¡Baja! —exclamó preocupado y horrorizado de solo pensar en lo que podría llegar a pasar.
Archer hacía todo aquello sin maldad alguna, solamente le resultaba divertido molestar hasta cierto punto a Sorin pues él no solía enfadarse y verle estresado por cosas banales le causaba la risa a la pelirroja. El pecoso era demasiado adorable y sacarle de quicio siempre era entretenido cuando no estaba Evan para ser el blanco de sus vacilantes acciones.
Sorin intentó pararla por todos los medios pero ella era tan escurridiza como ocurrente. Archer acabó esquivando nuevamente a Sorin quien se veía agotado de perseguirla y entre risas, tras recoger sus botas, acabó corriendo nuevamente a la cocina mientras se las colocaba sujetando la lata de cerveza con los dientes.
Sorin bufó y corrió tras ella de nuevo decidido a pararla de una vez.
—Archer, por favor… —lloriqueó Sorin casi sin aire.
Y en cuanto llegó a la cocina vio como la pelirroja se encontraba en la nevera cogiendo una segunda cerveza, acto que acabó con la paciencia de Sorin sabiendo que después Evan lo acabaría pagando con él.
El pecoso le dio una patada a la puerta de la nevera cerrándosela a Archer en la cara y le arrebató de la mano la segunda lata de cerveza dejándola sobre la nevera.
Tomó a la pelirroja por las muñecas y la empujó con su cuerpo hasta que ésta chocó contra la encimera.
—¡Para ya! —gritó Sorin casi sin aliento sorprendiendo a Archer.
