Capitulo 2

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— ¿Cuándo infiernos me ofrecí de voluntario para esto?— MinGyu preguntó, mientras se chupaba el pulgar. Era la segunda vez que perdía una uña—. ¿Qué jodidos sé sobre arreglar techos?

—No debiste abrir la boca —Kris gruñó mientras se apoyaba en sus talones.

MinGyu lanzó sus brazos al aire. —¿Porque le dije a Chanyeol que el techo estaba filtrando me ofrecí de voluntario?— Vio su pulgar. Estaba más rojo que el infierno, pero afortunadamente él era un shifter y sabía que no habría daño permanente.

Kris rodó los ojos y señaló hacia MinGyu. —Tú lo ves. Tú lo arreglas. Duh.

Ese era el más loco lema que hubiera oído. ¿Quién en su sano juicio le dice a dos Centinelas que reparen un techo sólo porque notaron la filtración? MinGyu se apartó de Kris mientras movía su dolorido pulgar. Eso realmente dolía. —¿Cómo voy a hacer para poner la teja?— preguntó mientras levantaba el martillo.

Krisentrecerró los ojos señalando de nuevo a MinGyu. — Mantén la boca cerrada la próxima vez —bufó.

—Hojas impresas en línea de 'cómo arreglar tu propio tejado' no nos hace profesionales. ¿Por qué no puede contratar a alguien?— MinGyu buscó en su cinturón y tomó un puñado de clavos. Tendría que ver cómo colocarlos sin que salieran hasta el otro lado del techo. Se colocó de rodillas. Está bien, esa no había sido una idea inteligente, ahora le dolían sus rodillas.

—Sabes que a Chanyeol no le gusta que haya extraños aquí con todas las parejas rondando. —MinGyu vio cómo Kris se colocaba un arnés de seguridad que estaba apretado rodeando el enorme cuerpo del hombre. Era asombroso que los hicieran tan grandes. Debía ser seis veces más grande que el tamaño regular.

MinGyu tomó su pañuelo del bolsillo trasero y se secó el sudor de su cara y frente. El sol brillaba sobre ellos, haciendo que la piel de MinGyu estuviera rojo brillante.

Sintiendo su piel quemarse bajo el caliente sol, y su pulgar doliéndole como el infierno, él estaba irritable. —Podría encerrarlos a todos en una mazmorra o algo así.

Krisrodó los ojos mientras movía el martillo. —No tenemos mazmorras, retardado. —Kris tomó unos clavos y comenzó a clavarlos.

MinGyu lo ignoró. Estaba tan caliente como el infierno ahí arriba y todo lo que quería era quitarse la camiseta y secar el sudor de su cuerpo como cualquier persona normal haría. El problema era que MinGyu no era normal. Su cuerpo estaba lleno de cicatrices de sus días en la manada del Este bajo el régimen del Alfa Jackson.

El ahora-muerto Alfa era un sádico bastardo que usaba un látigo de nueve colas cada vez que desobedecían y entonces colocaba plata en las heridas abiertas para que no pudieran sanar.

Su cuerpo parecía como si alguien lo hubiera pasado por un triturador de carnes. Para empeorar las cosas el nuevo Alfa, que había desafiado a Jackson y le había ganado, lo había enviado con Chanyeol como si descartara la ropa interior de ayer.

Al parecer nadie quería al patito feo alrededor. Eso estaba bien para él. De cualquier manera, él no necesitaba a nadie.

—¿Quieres prestar atención en lo que estás haciendo antes de que nuestros traseros caigan y se quiebren numerosos huesos? Sanar duele como una perra —Kris le dijo.

Había estado tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta lo cerca que estaba del borde. Tomando la soga de seguridad, MinGyu regresó al lugar en donde estaba trabajando.

MinGyu levantó el martillo para clavar el siguiente clavo, cuando se salió de su mano. Vio cómo chocaba contra el tejado y se iba por el borde. MinGyu se arrastró al borde para asegurarse de no haber golpeado a nadie.

Manada Park #14Donde viven las historias. Descúbrelo ahora