Capitulo 7

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MinGyu olió el miedo de su pareja antes de ver a los dos hombres. Rápidamente jaló a WonWoo detrás de él mientras sus caninos salían a través de sus encías.

—¿Dónde está, doc?— uno de ellos demandó.

—Oh, infiernos —WonWoo gritó detrás de MinGyu enterrando los dedos en la espalda de su pareja.

MinGyu ignoró el dolor. No había manera de que permitiera que los dos chupasangres tuvieran a su pareja. Finalmente tenía a alguien que lo amaba y no lo iba a perder.

—Regresen a la camioneta —les gritó.

WonWoo tomó a Zitao y corrió a la camioneta.

—¿Listo?— Kris preguntó.

—Infiernos si —MinGyu gruñó mientras rodaba sus hombros y le sonreía a los dos vampiros—. Muéstrame lo que te enseñó tu mamá niñita.

El primero atacó en el momento exacto en que las garras de MinGyu salían de sus dedos. Él desgarró el pecho del vampiro y golpeó su cara al mismo tiempo. Los movimientos de MinGyu eran ágiles y precisos. El hombre no muerto se tambaleó hacia atrás pero se recuperó rápidamente y lo atacó.

MinGyu sabía que él no tenía la fuerza de los lobos. Los lobos Grises dependían de su número, no de su fuerza. La cosa se fue a la derecha pero se giró a la velocidad de la luz a la izquierda de MinGyu. Saltó hacia la espalda de MinGyu tratando de hundir sus colmillos en el hombro de MinGyu.

Con lo estúpido que era ese pensamiento, él no quería más cicatrices en él. WonWoo ya tenía que tratar con suficientes de ellas. MinGyu se corrió hacia atrás golpeándolo tan duro como pudo contra la pared. Lanzó la cabeza hacia atrás hacia la cara del vampiro.

MinGyu se giró y golpeó a la criatura no muerta contra un pilar de cemento, destrozándolo efectivamente.

MinGyu tragó aire antes de levantarse. Sentía como si hubiera probado todo con esa cosa. Ahora podía ver por qué Siwon usaba armas.

—Vigílalo —Kris gritó.

MinGyu maldijo. Él había dejado a su mente vagar y ahora el vampiro estaba luchando para llegar hacia la camioneta. Él temía cambiar. Ellos estaban en un estacionamiento subterráneo en la ciudad. Si alguien los veía ahora, eso se vería como unos humanos luchando. Si él cambiaba, nadie sabría lo que los humanos podrían hacer.

Él se dio la oportunidad de ver hacia su pareja que estaba sentado dentro de la camioneta con una expresión de horror.

MinGyu gruñó. Nadie se metería con su pareja. El hombre había traído a su oscuridad todo un nuevo mundo lleno de pasión y amor y esa criatura no iba a quitárselo.

Saltando en el aire, MinGyu aterrizó en la espalda del vampiro y hundió sus colmillos en los duros hombros, desgarrando la carne con frenesí. Su peso había lanzado a la criatura contra el concreto, sus garras destrozaban su espalda. Tenía que destruirlo mientras estuviera arriba.

—¿Por qué no te mueres?—oyó a Kris decir y luego carcajearse. MinGyu nunca entendía al guerrero. Él sabía que Kris usaba líneas de películas, pero como él nunca las había visto estaba perdido.

MinGyu olió a su pareja. Levantó la cabeza para ver a WonWoo y Zitao salir de la camioneta con una barra de hierro. Ahora no era el momento para que su pareja tratara de ayudar. El vampiro también debió verlos, porque renovó sus esfuerzos para liberarse moviéndose bajo su peso.

—Regresa a la camioneta —MinGyu le gritó a su pareja.

—Joder, te ves caliente. —WonWoo sonrió. ¿Qué estaba mal con su pareja? Él sabía que tenía los colmillos extendidos y que estaba manchado de sangre. Sus ojos eran carmesí y sus garras eran afiladas y sobresalían... ¿pero caliente?

Manada Park #14Donde viven las historias. Descúbrelo ahora