8. Se destapa la verdad

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El rayo de sol me despertó y hizo abrirme los dos ojos de golpe encontrándome con una escena digna de admirar: Joel estaba lavándose los dientes y sin camiseta. Se miraba al espejo y despeinaba más su pelo sin dejar de hacer sus cosas.

- Buenos días- sonrió

Yo hice un gesto con la cabeza y el se sentó en la cama poniéndose la chaqueta de lacrosse.

- ¿Qué haces tan temprano?- dije estirándome y procurando que mi peluca no se moviera.- Es sábado.

- He quedado- dijo con un tono seco girándose y elevando las dos cejas- con una tía.

Yo fruncí em ceño, ya que ayer él mismo.me dijo que llamaría a mi prima, es decir a mí, y hoy queda con sus una de sus novias plásticas.

- Oye ¿quieres que le diga que traiga una amiga para tí?- dijo risueño- te veo con falta de un buen polvo.

- No, tranquilo- dije enfadada- Estoy bien servido.

Él rió y empezó a taladrarme con preguntas.

- ¿Cómo se llama?

- Tráela algun día

Y unas 10 preguntas más...

Joel cogió sus llaves y se despidió con la mano avisando que llegaría tarde. Cuando la puerta se cerró me quedé pensativa y con una cara de idiota recordando la.imagen de Joel sin camiseta. Ay madre

Sacudí mi cabeza desenpanándome y decidí tomarme el día libre para mí sola sin que nadie me molestase.

Me puse la música de 30 Seconds To Mars y me hice la manicura y pedicura. Después de eso, aproveché para llamar a mis mejores amigas pero les dejé un mensaje de voz oara después hablar más tranquilamente.

El día se me pasó volando y estaba satisfecha con mi trabajo (también limpié la habitación, ya que Joel la tiene como una pocilga). Me encontraba saliendo de la ducha y enroscada en una toalla de color rosa fino. Me la quité y empezé a cepillar mi pelo largo. Cómo lo había echado de menos.

De pronto, un ruido me sobresaltó; la puerta se abrió de par en par y entró un Joel totalmente sexy y con la boca extremadamente abierta. Rápidamente me tapé los pechos con las manos mientras el pelo caía en cascada sobre mis hombros.

- Mierda- maldecí.

Joel frunció el ceño y dejó escapar un suspiro sordo.

- ¿Qué coño pasa aquí?

- Primero de todo, agredecería que me pasases aquella toalla de ahí.

Joel me miró de arriba a abajo haciéndome sonrojar, cogió la toalla y me la tiró bruscamente.

- ¿Me puedes explicar porqué  mi compañero de cuarto ahora es una tía buena?

Ignoré el hecho de que me había llamado "tíabuena" y lo miré a los ojos cómo pidiéndole perdón por haberle mentido durante estas semanas que llevábamos conociéndonos.

- Te lo puedo explicar todo si te sientas y me escuchas con atención, ¿vale?

- Todo este tiempo has sido una tía..- recapacitó Joel- ahora entiendo los tanguitas guardados en el cajón de debajo el armario.

Yo eché mi cabeza hacia atrás y miré a Joel el cual sujetaba un tanga mío de encaje con una sonrisa triunfal y burlona.

- ¡Dame eso!- grité sonrojada arrebatándoselo de las manos haciendo que se partiera de risa.

Él me miró una vez más y se sentó sin dejar de mirarme. Yo me giré y me puse el sujetador ante su atenta mirada.

- Así qué...- empezó Joel- ese primo tuyo existe?

Yo me coloqué una camiseta de tirantes y me senté en la cama haciéndome una coleta.

Suspiré- Sí que existe, pero...

- Pero ¿qué?- dijo con chulería interrumpiéndome.

- Déjame hablar...Primero de todo, me hice pasar por mi primo para que me aceptasen aquí. Mi equipo de lacrosse fue eliminado en Freemon y..

- Espera- dijo Joel levantándose- ¿has dicho Freemon? ¿La preparatoria rival? ¿La qué hice llorar al gilipollas de su capitán?- dijo riendo.

-Sí... A mi ex-novio.

- Ah, claro.Tú viste cómo lo pegaba ¿no?- asentí rendida porque no me dejaba hablar- Además aquel día nos besamos en la feria- dijo levantando una ceja haciéndome sonrojar.- ¿Dónde has aprendido a jugar así al lacrosse? Eres una tía..

- Desde siempre me ha gustado, mi padre me ayudó y...- paré mirándolo mal- ¿Y que tiene que ver con qué sea una chica? ¿Tú también eres de esos? - grité.

- No,no,no- dijo de carrerilla Joel cogiéndome del brazo y enviando descargas eléctricas- Yo no soy cómo el imbécil de tu ex, Ale- rió seductoramente llamándome por primera vez por mi apodo.

Yo sonreí- Tienes que prometerme que no vas a decir nada, porfavor.

- Queva, ¿por quién me has tomado?- dijo levantando las manos.

- Confiaré en ti.

- Así me gusta- dijo riendo y poniéndose bien la chaqueta antes de salir por la puerta. Cogió el pomo y se paró.

- Por cierto, ahora que eres una tía...- yo levanté las cejas- No me dejes tus tampax por ahí tirados ¿vale?- rió

- Y tú limpiate un poco la cama..- me cruzé de brazos com una sonrisa haciendo que él carcajeara.

- Dile a Vince que vuelva- dijo cerrando la puerta.





She's The BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora