La mirada de complicidad que me regalaba Joel cuando me senté en la cafetería junto a los otros compañeros no hacía más que ponerme nerviosa.
Después de eso ignoré sus miradas y fui a clase de Biología.
- Vince, Vince- me giré y me encontré a mi compañera de mesa, Lindsay agitando su mano y haciéndome señas para que me sentara.
Yo me dirigí hacia mi mesa y me senté a su lado dónde ella rodeaba su brazo con mi hombro. La miré formando una mueca y me aparté suavemente observando a Joel riéndose por lo bajo. Lo voy a matar.
La clase se pasó lentamente. Me deshice de Lindsay como pude y me dirigí hacia mi taquilla. En el camino visualizé a Joel con sus aires de chulería recargado en mi casillero y mirándome con una sonrisa traviesa.
Lo ignoré y abrí mi taquilla sintiendo su mirada clavada en mí.
- ¿Puedes dejar de mirarme? Pensarán que eres gay- dije con una sonrisilla.
- Es que aún flipo de que seas una tía.- siguió con los brazos cruzados y apoyado.
- Pues no flipes tanto y sé más disimulado.- solté
Él se acercó con una sonrisa maliciosa.
- Lo seré cuando me cuentes todo esto.- me guiñó un ojo y se fue por el pasillo.
Cuando llegó el momento de regresar a la habitación, me paré en frente y solté un bufido de aire. ¿ Confiaba plenamente en Joel?
Entré y estaba tumbado en la cama jugando con su móvil tan tranquilamente. Yo me quité la peluca de pelo corto y mi cabello cayó en cascadas por mis hombros haciendo que Joel ya no prestase atención a su móvil y me mirase fijamente con una sonrisa socarrona.
- ¿Podrías dejar de mirarme?- pregunté irritada haciendo que Joel me guiñase un ojo.
Él rió y se acercó a mí con aires de suficiencia - Por cierto- dijo con una sonrisa ladeada- unas tetas preciosas eh- soltó una carcajada y le pegué fuertemente haciendo que gimiera de dolor, ignorando el hecho de que me había sonrojado.
Bufé resignada y me fui hacia el ascensor que había enfrente para comprar unas cosas que necesitaba, así que no me vestí de chico ya que a estas horas no había nadie.
Joel no tardó en seguirme gritando que le contara mi plan al disfrazarme de tío pero le ignoré. Me metí dentro del ascensor rezando que se cerraran las puertas cuanto antes pero la habilidad del capitán de lacrosse fue mayor y se coló en el ascensor conmigo con una sonrisa maléfica.
- ¿Es que no me vas a dejar en paz?- grité.
- Eh, cálmate guapa... O mejor, guapo- me acarició la barbilla riéndose a carcajadas.- Sólo quiero saber porqué te disfrazaste de tío, los compañeros de habitación tienen que saber cosas del otro.
Lo miré fulminándolo hasta que de repente, el ascensor hizo un bote raro y se paró totalmente. Yo me quedé asustada: tenía pánico a los espacios cerrados, mejor conocido como claustrofobia. Me agobiaba muchísimo.
Miré de reojo a Joel y estaba tan tranquilo pulsándole al botón amarillo de ayuda.
- Mierda- susurró.
Yo empecé a respirar hondo y Joel me miró. - Joder... ¿qué coño te pasa?
Abaniqué mi rostro repetidas veces cogiéndome de la barra.- T..Tengo..claustrofobia- dije con un hilo de voz- M-Me cuesta respirar...
Joel me miró asustado y me cogió de los brazos- Ale..eh, relájate ¿vale?- me ordenó suavemente clavándome sus ojos verdes en los míos azules. - Sientate aquí- me dijo mientras me ayudaba- y respira suavemente ¿de acuerdo? Inspira...espira- yo imité su acción como podía y él esbozó una sonrisa tranquilizadora-Muy bien nena, así perfecto.
Ignoré el hecho de que me había llamado "nena" y seguí respirando como si fuera a dar a luz aquí mismo. Al cabo de un rato, cuando ya estaba más calmada, Joel se encontraba sentado a mi lado con el pelo desordenado y sin su preciada chaqueta ya que hacía mucha calor aquí dentro.
En estos minutos le conté a Joel toda mi historia de porqué había venido hasta aquí para jugar y disfrazada de tío. Aún estaba flipando.
- La verdad es que me quedé flipando contigo la primera vez que te ví jugar al lacrosse- confesó guiñandome un ojo seductoramente.
Reí por lo bajo y lo miré a los ojos.
Él repitió la acción- Bueno y...- prosiguió- ¿No te importa compartir habitación conmigo? Quiero decir, muchas tías estarían en las nubes para compartir cuarto con el quarterback del equipo ¿sabes? Pero no se...
Le callé tapándole la boca con mi mano- Primero, eres un egocéntrico y segundo, no voy a cambiarme, se trata de que piensen que soy un tío ¿recuerdas?
Joel asintió divertido- Creo que la preparatoria tampoco es tan aburrida al fin y al cabo- dijo acariciándome la pierna seductoramente.
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She's The Boy
Teen FictionAlessandra Gradoville, todos los que la conocen la llaman Ale. Es una chica muy guapa de ojos azules. Es femenina pero no cómo lo querría su madre ya que Ale tiene un hobbie impropio de chicas: juega en un equipo femenino de lacrosse. Es realmente b...