Prólogo.

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En la edad Media, Había un reino en Escocia: El reino de Dozier. Los reyes de aquél reino eran Sheila y Gerald Broflovski, Tenían un hijo de 6 años, recién cumplidos, era pelirrojo, de ojos color esmeralda, rizado, con pecas y de tez blanca, Contando su nariz única. A veces llegaban a salir un rato por algunos días y ese día, no era la excepción. Kyle jugaba a las escondidas con su mamá, escondiéndose bajo la mesa y detrás de algunas armas.

—¿Donde estás pequeño? ¡Voy a atraparte! —Dijo la mujer de cabello rojizo, mirando bajo la mesa, El menor se tapaba la boca con sus manos para evitar ser encontrado, cuando la vio darse vuelva, aprovechó a salir, pero la mujer volteo, atrapandolo en abrazos—.
— ¡Te encontré, voy a comerte! —La mayor le hacía cosquillas, cuando escucho un pequeño golpe—.
—Uh, Gerald, Sin armas en la mesa. —Soltó al pequeño y éste corrió hacía el arco, tomándolo.

—¿Puedo lanzar una flecha? ¿Puedo, puedo, puedo? —Preguntaba mientras se sentaba en el suelo por el peso del arco, El castaño lo pensó un rato.

—¿Por qué no usas mejor el tuyo? —El mayor sacó un pequeño arco, Rápidamente el pelirrojo se levantó y tomó el arco mientras sus ojos esmeraldas brillaban.

Después de un rato practicando, El castaño lo ayudaba a poder dar en el centro, Pero falló.

—Ay, falle.. —Dijo un tanto decepcionado.

— Ve por el entonces. —El menor le dio el arco. La mayor le dio un ligero codazo al rey cómo protesta—. —¿Un arco, Gerald? ¡Apenas tiene 6 años!

—Oh, vamos, siempre quiso un arco desde que me veía usarlo, no puedes negarle un regalo tan querido a tu hijo —Dijo mientras abrazaba a la mayor.

Mientras tanto, El pecoso se adentraba en el bosque, buscando la flecha, hasta que la vio y la tomó, Miro a todos los lados sin encontrar algún rumbo o recordando de donde llegó—. —¿Papá? ¿Mamá? —Dijo algo preocupado y a la vez, asustado. Escucho unos ruidos de ramas rompiéndose, Suspiro de manera rápida, asustado al no ver un camino y oír ruidos.

— ¡Booh! —El pelirrojo cayó al suelo, tirando la flecha a otro lado—. ¿Qué? ¿Te asusté? —Una voz suave pero burlona se escuchaba, El oji-esmeralda se volteó, mirando a aquél niño de un ojo azul y otro café, cabello liso y castaño, robusto, por no decir gordo.

— ¿Quien eres? ¿Que haces aquí? ¿Cómo te llamas? —Mientras hablaba, buscaba la flecha entre el césped.

— ¡Baah, muchas preguntas! Eso debería preguntarte a ti, Niño extraño.

—Me llamó Kyle Broflovski, ¿Quien eres tú?

— ¡Adivina!

— Tienes cara de.. Uhm, de un gordo, sin ofender.

— ¡Ey, no soy gordo, soy fuertecito! Soy Eric Cartman, ¿Te perdiste? —Alzó una ceja y extendió su mano para que el contrario la tomará.

— Sí.. —Al casí tomar su mano, El otro la quito, El pelirrojo se levantó medio enojado por eso y empezaron una pequeña pelea, jalandose el cabello—.

—¡Sueltame! —Se quejaba el robusto entre algunas lágrimas por los jalones.

— ¡Si me sueltas te suelto! —Decía el pelirrojo aún jalando el cabello liso del otro, así hasta que ambos vieron una luz azul flotante, Lo miraron unos segundos y el oji-esmeralda empujo al de ojos bicolor, yendo a la luz. — ¡Sabía que no era un cuento! —Trato de atrapar algunas pero no podía, el castaño empujaba al pelirrojo para también agarrar las luces.

— ¡Son mías, déjalas, no las toques! —

Ambos se empujaban hasta que sin darse cuenta, ya estaban en la vivienda del pelirrojo, aunque seguían dándose jalones. El pelirrojo empujó al otro y fue directo a los brazos de su mamá, Está lo cargo y acarició su cabello rizado, Hasta que la mujer miro a otro lado, viendo al castaño.

— Hola pequeño, ¿quien eres? —Bajo al pequeño y vio al otro, mientras éste la miraba raro.

— Soy Eric, señora.

— ¿Te perdiste?

— No, estaba buscando algo, pero me perdí y pues, encontre a ese niño perdido igual —Señalo al oji-esmeralda.

— ¡Mi nombre es Kyle, gordo tonto!

— ¡Kyle! ¡No seas grosero! Oh, pequeño, ven con nosotros en lo que encontramos a tu familia.

— No quiero a mi mamá.

— ¿Por qué?

— Simplemente no.

— De acuerdo.. ¡Oye, mami! Ví una luz mágica — Dijo el menor de los rizos rojos, mientras daba saltitos.

— ¿Una luz mágica?

— ¡Si, no son un cuento! ¡Lo sabía!

— Oigan, hay quienes dicen que esas luces te guían a tu destino.

— ¿Ah, de verdad?

— Sí.. Khal.

— ¡No me digas así!

— ¡Khal, khal, khal! O ya se, ¡Kyel!

— ¡Mi nombre no es Kyel! ¡Mami, dile algoo!

— Ugh, paren de pelear. Kyle, Un príncipe nunca grita.

— Ah, si, perdón mami.

— Espera, ¿Eres un príncipe?

— ¡Sip! ¿Tú lo eres?

— Podría decirse, mi mamá es reina sólo porque tuvo un hijo con un príncipe, Pero ella no se ha casado.

— Ohh, lo siento..

— Baah, que importa, igual no la quiero ver, ¿puedo quedarme con ustedes?

— ¡Claro! Soy Sheila, es un gusto Eric..

— Cartman.

— Eric Cartman, es un gusto conocer a un lindo niño.

— Gracias — El castaño paso junto al pelirrojo. — Tu mamá es una puta zorra.

— ¿Qué? ¡Ey!

Estaba apuntó de reprochar, cuando alzó la mirada y dio un grito, El rey escuchó eso y volteó rápido, viendo a un oso con pelaje negro y desaliñado, Con una cicatriz en un ojo, parado en dos patas. El mayor tomo su arco y se lo lanzó directo al cuello, pero no pudo hacerle daño, Sheila huyó en su caballo con Cartman y Kyle en brazos. El mayor tomó una espada y junto a otros, trató de defender a él, los demás y a su familia.

— ¡Que esperas, ataca! —Dijo el mayor, dispuesto a incluso morir por su familia.

Brave - Kyman/CartyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora