II - Patitas de oso.

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Ambos caminaban, tratando de seguir las luces, hasta que la última luz desapareció, dejando ver una cabaña con algo de plantas cubriendola.

— ¿Por qué la luz mágica nos trajo a una cabaña?

— Si, que ridículo, bueno, yo tengo que regresar — Decía el castaño, dándose la vuelta pero la mano del pelirrojo lo agarro de la ropa.

— No, tú fuiste hasta acá conmigo, te jodes y vamos a entrar.

— ¡Si, si, pero sueltame! — El pelirrojo soltó al castaño, a malas, el de ojos bicolor entró a la cabaña junto al oji-esmeralda.

No había nada, sólo una ventana rota, dos costales llenos de tierra y una manta, junto a una mesa que estaba en el centro, tenía un frasco con un líquido azul brillante, los dos chicos fueron hacía el frasco.

— ¿Que es eso? — Preguntó el castaño de ojos bicolor.

— ¿Tú crees que lo sé? — Tomó el frasco, viendo que cayó una hoja. — ¡Mira! —Levantó la hoja y comenzó a leerla en voz alta. — “Un sorbo para la angustia, patitas suaves y peludas, no te asustes con el resultado, pero no tienes mucho tiempo para revertir tu error, quizás un amor sea lo mejor o una buena opción.” ¿Que coño significa eso?

— Yo que sé, dame eso. — Le arrebató el frasco y lo abrio, para después olerlo. — Huele a menta con chocolate..

— Cartman, no, deja eso. — El castaño se negó. — ¡Deja eso, no sabes si es veneno! —Salió de la cabaña, el de ojos bicolor no hizo caso, traía sed y decidió tomarlo, era espeso, lo que le dio asco, Aún así se lo trago y regresó con el oji-esmeralda.

— Vayamos al castillo, tu mamá seguro se pondrá cómo oso al ver que saliste.

— Ha de estar eligiendo la chica por mi, lo aseguró, ugh. — Se subio a su caballo, El contrario igual, ambos caballos trotaban. — Maldición, odio que mi mamá siempre quiera elegir por mí y no respete lo que quiero.

— Si, que zorra tu mamá

— Eric, basta de llamarle zorra a mi mamá, ¡ella te da techo y así le pagas!

— Me secuestro, maldito.

— ¡Tú te dejaste idiota, habías dicho que ni siquiera querías a tu mamá, gordo estúpido!

Llegaron a cada, ambos molestos del otro, Durante la noche, El pelirrojo notó que el castaño se sentía mareado, pues le costaba andar en pie.

— ¿Que tienes?

— No sé. Ugh, no debí beber esa mierda de líquido azul.

— ... ¡Cartman!

— ¿Qué?

— ¡Te dije que no bebieras eso! — El contrario iba a responder, pero cayó en brazos del príncipe. — Ay mierda, pesas.. — Lo llevó arrastrando a la habitación y dejó que se acostara, Fue por un vaso con agua y regresó a la habitación, tenía el vaso en manos mientras observaba al de ojos bicolor quejarse y tirarse abajo de la cama. — ¿Eric..? — El mencionado se levantó, ocultó entre la cobija, una figura grande y robusta se veía, confundiendo al pelirrojo, hasta que la cobija cayó, dejando ver un pelaje marrón y suave, El robusto se dio la vuelta y ahí, Hizo que el pelirrojo soltara el vaso, haciendo que se rompa en mil pedazos, pero fue lo de menos, El oji-esmeralda se cayó sentado mientras retrocedia con sus manos, buscando algo para poder defenderse, balbuceando. — ¡Oso..!

El robusto al oír eso, se miro a un espejo, mirando sus orejas, pelaje y hocico, trató de hablar pero sólo podía soltar gruñidos, se desespero y comenzó a tirar cosas sin darse cuenta, incluso rompiendo la cama del pelirrojo, se atoró en algunas cobijas y el oji-esmeralda se levantó, tomando una madera que tenía la cama rota.

Brave - Kyman/CartyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora