El hubiera no existe

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- Emily es genial, siempre estamos juntos por los horarios y siempre se preocupa por mí ¿sabes que hizo el día de ayer? Ella tenía una bolsa tejida y...

Si Alex era sincero consigo mismo, dejó de escucharlo desde hace 3 cuadras y nada más asentía de vez en cuando para que Matteo no sospechara de una posible muerte cerebral de su amigo.

Tres semanas, tres malditas semanas en donde lo único que conversan es sobre Emily. A Alex no le molestaba en un principio pero después de que se volviera parte de la rutina empezo a irritarse cada vez más.

- ¿Y qué piensas? ¿Lo hago o no?.

En ese momento volvió al mundo real y detuvo su andar a media acera.

- Eeeeeeeeh.... Que decías? Perdón es que me mandaron un mensaje y...

Matteo rodo los ojos y volteo a verlo ¿qué le pasaba? Él estaba enamorado y su amigo debería apoyarlo, no dejarlo a su suerte.

- y-yo... quiero empezar una relación, con ella ¿entiendes? Siento que estamos a buen tiempo y de verdad conectamos muy bien. Digo, somos el uno para el otro, al menos así lo siento.

Se rascó la nuca, nunca había visto a su mejor amigo tan... absorto? Después de sus palabras reconsideró sus acciones, tal vez estaba equivocado, tal vez sí debería haberlo apoyado más desde un principio.

- Yo, no creo que sea lo mejor, solo quiero que estés seguro y esa chica no me da ninguna confianza, por favor Matteo.

- ¿qué pasa contigo? Ella solo ha sido amable, incluso te manda desayunos y siempre los terminas tirando a la basura.

- ¿Qué? ¿De qué hablas?... ¿como supiste?...

- Lo único que sé en este momento es que parece que no te importo, eres mi mejor amigo y en vez de apoyarme solo intentas alejarme de ella ¿por qué no estás feliz por mí al menos? Nunca te he pedido nada.

- ¡Pero no entiendes! Nunca me escuchas, no desde que está ella y yo ya estoy cansado de parecer que hablo con la maldita pared. Has cambiado desde que la conociste ¡pero sigues sin darte cuenta! Ya ni siquiera me esperas para cenar y-y ¡todo parece ser su maldita culpa!

- ¡NO SE TRATA DE EMILY! - El silencio se instaló entre los dos después de eso, Alex solo lo veía sorprendido, Matteo nunca le había gritado y menos por una chica, la angustia se empezó a hacer presente en el y un nudo se instaló firmemente en su garganta.

Al igual que el miedo.

- He estado para ti desde el maldito día uno, desde ¡siempre! Pensando que si caía ibas a estar ahí, pensando que cualquier cosa tendríamos al otro, pensando estúpidamente que siempre nos apoyaríamos mutuamente ¿pero qué ha pasado?

- Ma-Matteo, por favor, por favor hablemos, y-yo no quise decir eso..

- Alex, solo me estás frenando.

Esas palabras cayeron peor que agua fría, el mundo se derrumbó por un instante y todo pareció desaparecer alrededor de los dos. Solo que a Alex le hubiera gustado desaparecer junto al mundo, hubiera preferido que le clavaran una espada mil veces a escuchar a Matteo en ese momento.

Intento tomar su mano pero él lo aparto, lo último que sintió fueron las yemas de sus dedos rozando la frialdad de sus anillos.

- Alex, déjalo - Le dio la espalda y siguió el camino al departamento. Intento acercarse nuevamente pero fue en vano.

- Está bien.. voy a ir por la cena ¿llegarás a casa? - las palabras murieron en su boca y solo el viento le contestó, una sólida pared de hielo se había ínstalado entre ellos en ese momento.

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