Pleasure | One-Shot's [Papulince x Panafresco]

Olor a primavera.

Relación ya establecida: noviazgo.
Luis: 21 años.
Miguel: 20 años.

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¡Papu, mira! Todas las flores ya comenzaron a salir. ¡Se ven preciosas!—habló con emoción mientras se colocaba en cuclillas para apreciar más de cerca aquellas flores. Miró instintivamente a Miguel.

¿Por qué te emociona tanto? Todos los años sucede lo mismo.—se acercó a él, desordenando sus cabellos mientras le mostraba una sonrisa de boca cerrada a Luis. Luis por su parte arrancó una flor y luego de susurrarle a aquel arbusto un gracias le vió.

Toma, me la dieron para ti—mostró todos sus dientes mientras se levantaba y se acercaba a Miguel, tomando su cintura y colocando la flor tras su oreja—Ellos tenían razón, te ves lindo así.—y antes de dejar a Miguel hacer un chiste, o quejarse por esa mariconada arrugó su nariz y terminó—me gusta tanto porque estás aquí, conmigo. Porque cada primavera que ha aparecido desde hace 3 años, es mejor a la anterior porque estas aquí.

Maldito cuck, cállate. Te pones cursi de repente—golpeó su hombro con suavidad y le sonrió devuelta. Ese tonto podía hacerlo sonrojar con solo verlo—Gracias, ya sabes, por la flor y todo esto. ¿Cuánto tiempo practicaste?

Las palabras fluyen por si solas cuando estas cerca de mí, papu—habló, contemplando esos heterocromaticos ojos mientras guiñaba un ojo—cómico, si recuerdas que antes no podía formular frases coherentes :'v. Ay mi elfo, ya han pasado 3 años, y sigues aquí.

¿Así que todo esto es por nuestro aniversario, bonito?—Plantó un suave y corto beso en sus labios, un puchero apareció en el rostro de Luis.

Sí, es que, me da miedo—confesó—me da miedo algún día estar contemplando esta primavera, y que tú, bueno, ya no estés aquí. Que te hayas ido de mí.

Tonto—declaró, con firmeza—no me iré a ninguna parte idiota. Me gustas, somos novios desde hace 3 años, nos concemos hace 5, estoy contigo por elección. ¿A qué se debe todo este sentimiento de tristeza?

Tú, ¿te sientes deseado por mí? Es que nunca hemos pasado más allá y me apena no ser lo que buscas—Miguel tragó duro. Era cierto, en tres años, jamás habían hecho eso y todo se debía a su trauma, un trauma que jamás le contó a Luis.

Claro que se sentía deseado por Luis, todo el tiempo. Pero él simplemente no podía permitirse confiar su cuerpo tan fácilmente. ¿Era mucho pedir que lo esperara luego de ocho años conociendose? Oh Dios, claro que sí. Luis también era humano y tenía necesidades. Espera, ¿Cómo diablos Luis había lidiado con sus insinuaciones qué quedaban en nada? Él jamás había llegado al final, y siempre se quedaba abrazando a un Luis en condiciones difíciles.

Él condenado tenía demasiada paciencia y autocontrol. ¿Era hora de abrirse a él de esa manera?

Miguel, no me mal entiendas—continuó sacando a Miguel de su enredo de pensamientos, observando el campo de flores ahora—no es que solo quiera eso de ti, o eso es lo que estoy buscando. Es solo que a veces me hace sentir como si yo no pudiera. Como si, no soy capaz de hacerte sentir algo.

¡No! No es así, dios. Luis, ¿estamos en el mismo planeta? ¿Cuántas veces no me he insinuado a ti?—Cuestionó riéndose, tenía miedo ahora de que Luis le dejara por jamás haber tenido intimidad.

¿Acaso no te gusta mi cuerpo, Miguel?

Mierda, no. No podía con la tristeza en la voz de Luis, y tampoco quería hacer recaer el tema en él, no era momento.
¿Cómo podía explicarlo sin sonar como un egocéntrico?

Grasoso estúpido—tomó sus mejillas, buscando un beso que se le fue negado—Tu cuerpo me enciende, siempre lo ha hecho. Soy yo quien tiene miedo de dar el siguiente paso y por eso te mantengo en esa tortura. Tengo un estúpido trauma de abuso que me persigue y ¿Tú piensas que es tu cuerpo el que no me gusta? Tu cuerpo está esculpido perfectamente, te sientes tan bien, tus manos en mi cintura, tus labios húmedos sobre mi piel, o tu dureza en roces. Me encantas, Luis. Pero hagamoslo lento. Me siento demasiado deseado por ti que me da miedo hacerme daño. Vayamos más despacio, ¿sí?

Luis quedó con las palabras en la boca, y terminó por asentir mientras abrazaba a Miguel, susurrando un pequeño 'Lo siento por ser tan despistado' en un sollozo audible.

Ya, grasoso. No seas llorón—Palmeó su espalda con suavidad—Te amo, pero espérame, solo un poquito más.

Esperarte no es el problema, nuestra relación no está basada en el placer sexual. Es solo que pensé, pensé que yo no te hacía sentir bien—Siguió llorando, aferrándose al hombro del más alto. Sintiéndose culpable por ser tan egoísta.

Eres como un cachorro, ven, vamos a casa. Podemos empezar hoy—El llanto de Luis incrementó más—oh, vamos cuck.

Es que no quiero que te sientas presionado—sorbió su nariz, buscando conectar sus miradas y le sonrió antes de recostar su cabeza de nuevo en el hombro—Solo quería asegurarme de que comenzaramos la primavera resolviendo eso. Mi mente me gritaba qué ya no querías nada de mí.

Quiero todo de ti, Luis—declaró.

Y era verdad. Él quería cada espacio de Luis. Y estaba decidido a arriesgarse, porque Luis era su todo. Por fin iba a contarle ese trauma. Lo amaba por sobre todas las cosas, era algo que la vida le había proporcionado luego de tanto dolor. Y no quería que nadie se lo arrebatara.

Te amo, grasoso llorón.