Mordred sabía desde pequeña que ella pertenecía a la escuela del mal, y qué su misión en su futuro cómo villana era ser la enemiga de Tedros.
Estaba destinada a ser la enemiga del principe, porqué la historia entre Morgana y el rey Arturo de Camelo...
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13
Acabando el almuerzo, Mordred detuvo a Hester antes de que se fuera de nuevo con Anadil.
—Sí, lo supuse —dice Hester. —Que querías hablar conmigo, después.
—¿Qué estás tratando de hacer? —Mordred no oculta su enojo.
—Si insistes tanto tanto en saber que haré con tu pequeño secreto —ella sonríe, tan maliciosa. —Ven verme a este lugar a la media noche. Dudó que quieras tener testigos cuando empieze a hablarte de ello. —Hester pasó de largo, empujandola casi con el hombro. —Ah, y por cierto. Trae esa poción que te dió. Sabes cuál.
La dejó allí sola, en la mesa de los siempres. «Esa maldita... planeaba algo contra ella. Había visto todo con Lesso desde el inicio».
Fue así que en el resto del día, Mordred no vió a Hester o Anadil. Se llevó el dragón a su habitación, antes de regresar de nuevo a la escuela del bien. A la media noche, el lugar se sentía diferente sin la presencia de los siempres y nuncas. Evitó a algunas hadas cuando vió a Hester bajo las sombras de un árbol, tras un arbusto le hizo la señal de que se acercará.
Mordred la alcanzó, viendo que Hester se cubría con una capa negra la cabeza y el resto del cuerpo. «Sí, planeaba algo». —¿Qué quieres? —la enfrenta.
