Mordred sabía desde pequeña que ella pertenecía a la escuela del mal, y qué su misión en su futuro cómo villana era ser la enemiga de Tedros.
Estaba destinada a ser la enemiga del principe, porqué la historia entre Morgana y el rey Arturo de Camelo...
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6
Al día siguiente, para su buena suerte no había tenido pesadillas con Tedros. Lo que le permitió llegar temprano a la primera clase en la mazmorra congelada de Lady Lesso. Los pupitres estaban hechos con hielo mágico que no se derretía, el frío del salón era tan alto que cada vez que los alumnos exhalaban, se formaba una especie de nube saliendo de sus alientos. El frío calaba tanto los huesos que hasta Hort titiritaba mientras se abrazaba a sí mismo.
—El frío les endurece las venas, jóvenes villanos —habló Lady Lesso. Se dispersó y empezó a caminar entre los pupitres, taconeando en el suelo congelado. —¿Quieren un poco de calor? En el salón de torturas hace mucho más calor —Lesso estaba cerca, y golpeó su bastón en el pupitre de ella para llamar su atención. —¿No es así, Mordred?
«Sí que había hecho calor en ese oscuro lugar, pero solo cuando la decana había aparecido». Mordred asintió, pasando el nudo que se había formado en su garganta. —Es verdad —fue lo único que logró responder.
Lady Lesso le dió la espalda y se encaminó de vuelta a su sitio del escritorio. —Como algunos deben saber, y otros no, solo un verdadero villano en carne y alma es capaz de tener los sueños con el archienemigo —explicó la decana. —Los villanos forjados de pura maldad son bendecidos con el poder de ver el rostro de sus enemigos en los sueños. A lo largo de cada sueño se les revelará poco a poco el rostro de aquellos héroes a los cuales deben derrotar, maldecir o matar.