El fin de curso había llegado y con esto, la graduación de los chicos también. Emilia se encontraba bastante emocionada, no podía esperar para empezar su travesía por el Saint George y Blas por otro lado, se sentía ansioso, ninguno de sus amigos iba al mismo colegio, el lado bueno es que tendría a Santi cerca nuevamente.
-Vayan ahí para tomarles una foto- La mamá de Blas, Juliana habló.
Ambos siguieron sus órdenes y se posicionaron frente a una pared que tenía algunas decoraciones.
-Pero abrácense aunque sea- Está vez fue la madre de Emilia la que habló.
-Te sigo odiando- dijo Emilia entre dientes mientras sonreía.
-Vos seguís siendo una boluda- Blas repitió la acción y las madres tomaron miles de fotos de este momento, no sabrían cuándo volverían a verlos así de juntos.
....
Las clases habían iniciado, Blas y Emilia se encontraban uno en cada extremo de la clase, que se conocieran no significaba que debían borrar el odio que se tienen mutuamente.
El timbre sonó dando la señal para que los estudiantes salieran a su pequeño receso.
-Hola- un chico con pecas y ojitos azules la saludó con una pequeña sonrisa.
-Hola- la chica le devolvió el gesto.
-¿No conocés a nadie?- tomó asiento junto a Emilia.
-No- hizo una pausa- Bueno algo así- hizo una mueca.
-Bueno, ahora me conoces a mi- le brindó su mano para estrecharla- Matías.
-Emilia- la chica recibió el apretón de manos con una sonrisa.
Lo que Emilia no había notado es que Blas veía todo esto desde la distancia, con el ceño fruncido.
-Uh, ya encontró el primer pretendiente- dijo Santiago, al llegar con su amigo, dirigió su mirada hasta dónde veía Blas, era a su hermana.
-Qué decís, es el primer día- Blas hizo un montoncito con su mano y volvió a ver a su amigo.
-No me sorprendería que tenga chicos detrás de ella, todos mis amigos dicen que mi hermana es hermosa- Dijo Santi- Es de familia supongo.- Bromeo.
-Qué boludo sos- Blas rio un poco.- Igual Emilia no es así, ella odia a los niños.
- Ya no son niños Blas, son muchachos- Santi comenzó a caminar y el de rulos lo siguió- Vas a ver que cuando las hormonas aparecen, nadie las puede controlar.
Blas se reservó sus comentarios, para él las mujeres no eran una prioridad en este momento, solamente le interesaba el fútbol, sus amigos, y molestar a Valentina y Emilia.
3 años después
-¡Blas!- Jualiana llamó al chico y salió de su habitación, Blas y Emiliana estaban a punto de cumplir 15 años, la pubertad había llegado, una serie de cambios se hicieron presentes. Blas cada vez crecía más, ya era mucho más alto que Santiago y por supuesto, que Emilia, su pasión por el fútbol seguía presente pero ahora solamente lo jugaba cuando tenía ganas.
-¿Qué pasa?- preguntó el muchacho.
-Viste que están planeando la fiesta de quince años para Emilia- Blas asintió- Bueno, queremos que vos seas el acompañante de Emi.
Valentina no pudo aguantar y soltó una carcajada al ver la cara de su hermano.
-¿Y yo por qué?- preguntó frunciendo el ceño- Que sea el boludo del novio- volvió a hablar.
Justo en ese instante, Emilia y su madre venían ingresando a la casa de Blas y Valentina, por lo cual, escucharon lo que dijo el chico.
-Matías y yo terminamos, Blas- la chica lo miró seria para después salir del lugar, la ruptura había sido un poco difícil para la chica, aunque no terminaron mal, el primer amor siempre duele más.
-Andá a pedirle perdón, pelotudo- Valentina señaló en la dirección por donde salió su mejor amiga.
Jualiana le hizo una mirada amenazadora y a Blas no le quedó otra opción que hacer caso a su hermana y madre, se dirigió hasta la salida, ahí pudo divisar a Emilia sentada en la vereda, un poco cabizbaja.
Blas tomó asiento junto a ella y se quedó en silencio por un momento, Emilia notó la presencia del chico pero decidió no hablar.
-Perdón- Se limitó a decir- No sabía que ya no estaban juntos.
-Terminamos hace dos días- dijo esta vez la ojiazul.
-¿Te hizo algo?- A pesar del odio que se teñían mutuamente, Emilia era lo más cercano que tenía a una amiga, y para ser honestos Matías ya le caía mal , solamente sería una excusa para hacerle la vida imposible al chico.
-No- Emilia dio un suspiro- Supongo que lo de nosotros no era para estar en una relación.
-Ya está Emi, no te pongas así- Blas sintió la necesidad de reconfortar a la chica, puso una de sus manos en la espalda de la chica.- Igual me caía mal ese pelotudo.
-A vos todo el mundo te cae mal Blas- la chica alzó la mirada para así, conectar con la de su acompañante.
-Tenés razón- hizo una pausa- Nadie se muere por un corazón roto Emilia, ya va a pasar- el chico eliminó el contacto que tenía con la más pequeña.- No podes estar así, mira que no podemos pelear.- bromeó un poco y le dio un empujoncito.
-Ya vas a empezar- Emilia le dio una advertencia.
-Ya está- Blas rio- Entonces voy a ser tu acompañante-
-Sí queres, igual puedo buscar a alguien más-
-¿Tengo que bailar?- Hizo una mueca.
-Santi va a bailar el vals conmigo, solo tenés que estar ahí de pie sin hacer nada. -
-Sí es así, acepto entonces- la chica lo miró con una gran sonrisa, la cual el chico le correspondió- Dale, vamos adentro.- Blas le brindó su mano para que se pusiera de pie y ambos se dirigieron al interior de la casa.
Por primera vez, Emilia y Blas lograron tener una conversación mínimamente decente, sin intenciones de matarse en el proceso, era un gran avance.
Estoy amando mucho escribir esto, espero que ustedes también lo estén disfrutando.
Fun fact: Blas y yo cumplimos el mismo día🤌🏻
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𝑴𝑼𝑪𝑯𝑶 𝑨𝑴𝑶𝑹- Blas Polidori
Fanfiction¿𝙲𝚞𝚊𝚗𝚝𝚊𝚜 𝚟𝚎𝚌𝚎𝚜 𝚝𝚎𝚗𝚍𝚛𝚎𝚖𝚘𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚗𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚊𝚛𝚗𝚘𝚜 𝚑𝚊𝚜𝚝𝚊 𝚏𝚒𝚗𝚊𝚕𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚊𝚖𝚊𝚛𝚗𝚘𝚜?