Naruto no sabe en qué momento había invocado a aquel demonio Sexual, como se auto presentó, pero realmente no le molestaba, mucho menos las noches que pasaban, ojalá los vecinos dijeran lo mismo.
Este fanfic es una adaptación, todos los créditos son...
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—¿Naruto? —Preguntó confundida la madre mientras se sentaba en un sofá.— ¿Él realmente te invocó?
—Si... Pero no es como crees, me invocó por error. —El demonio hizo una mueca mientras suspiraba.— Me está dejando vivir con él pero no me recuerda en lo absoluto y no entiendo el por qué, es decir, usted me recuerda, la señora Uzumaki me recordaba pero Naruto... Él parece haberse olvidado de mí.
—Cariño... —La señora Uzumaki suspiró y se acercó para agarrar las manos del menor.— Cuando sucedió lo de tu muerte él entró en un estado de negación, luego de eso lloró mucho y finalmente decidió que iba a olvidarte por completo, cada que le preguntábamos como se sentía con respecto a ti él preguntaba quién eras. Minato y yo intentamos que dejara esa actitud de lado pero al fingir tanto que tú nunca Exististe realmente se olvidó de ti.
Sasuke se quedó en silencio mientras suspiraba y miró a Kushina con una mueca.
—Muchas gracias por decirme Kushina. —el Uchiha se acercó a la mayor y la abrazó con algo de fuerza, esa mujer había sido como su segunda madre.— Entonces volveré a casa ahora, aunque tengo una pregunta más...
—¿Qué otra Pregunta pequeño? —Kushina llevó su mano libre al cabello del menor, acariciando este con ternura.—
—Mamá... ¿Ella sigue viva? —Murmuró el menor abrazándose más a la madre de Naruto.—
—Ella... Ella aún está viva, está en un hospital psiquiátrico. —La señora Uzumaki suspiró.— Luego de tu muerte ella se culpó a sí misma, intentó suicidarse varias veces y tú padre finalmente decidió internarla en un hospital psiquiátrico pues luego empezó a imaginar que tú estabas allí, por si quieres saber, está en el hospital principal.
—Ya veo, de verdad gracias Kushina, muchas gracias. —Sasuke se levantó de su lugar, dedicándole una sonrisa a la señora en frente suyo.— Vendré otro día a visitar a Minato, también lo extraño a él.
—Está bien mí pequeño, él también te extraña. —Kushina se abrazó al chico para luego dejarlo salir por la puerta trasera que daba hacia el patio.—
Sasuke quitó nuevamente su camiseta y, luego de dejar salir sus propias alas, emprendió vuelo con una mueca en su rostro y sus ojos demostrando únicamente tristeza, en parte odiando a su propia madre y en parte odiando a Naruto por esa mentalidad tan estúpida al querer olvidarle. Se mantuvo en los cielos durante unos minutos intentando reconocer el edificio de Naruto y al reconocer cuál era aterrizó en la azotea, colocándose la camisa mientras sus alas volvían a esconderse dejando esas marcas ahora de color rojo. Bajó las escaleras lentamente hasta llegar justo frente a la puerta del apartamento de Naruto y tocó el timbre. La puerta fue inmediatamente abierta y el cachorro junto a Naruto se abalanzaron hacia él, claramente agarró primero al cachorro quien estaba llorando
—¡¿Donde estabas?! Fui a ver si todo iba bien y cuando me dí cuenta no estabas. —Naruto le reclamó Mientras le agarraba la oreja, tirando de esta.— ¡Es mí casa y yo decido si sales o no mocoso!
—¡Basta basta! ¡No duele pero es incómodo! —Sasuke hizo un puchero mientras intentaba soltarse del agarre del mayor.— ¡Kurama ayúdame!
Cómo buen cachorro obedeciendo las órdenes de la persona que no era su dueño, se acercó a Naruto y empezó a morderle el pantalón, intentando que se alejara del pálido.
—¡Pero Kurama! —Naruto se separó finalmente del demonio y miró a su cachorro quien seguía mordiéndole el pantalón.— ¡No me haces caso a mí pero viene Sasuke y ya te tiene a sus pies! Eres malo Kurama.
Naruto se quejó mientras hacía un puchero y se tiraba en el sofá de forma dramática y fingiendo llorar. Sasuke blanqueó los ojos y agarró al cachorro para luego caminar hacia la cocina.
—Prepararé la cena y tu desayuno de mañana. —Murmuró mientras dejaba a Kurama en el piso y empezaba a preparar la cena.—
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—!Sasuke Uchiha! —Gritó Naruto mientras entraba a la habitación del pecoso, era el comienzo de un nuevo día.— ¡Despierta es hora de ir a trabajar! —Se tiró encima del demonio, quien por el susto le dió un golpe en la cabeza, haciendo que el Uzumaki se desmayara falsamente.—
—No me despiertes así. —Murmuró Sasuke mientras miraba la parte roja en la frente de Naruto.— ¿Qué hora es? Tengo que estar a las nueve a.m en el trabajo.
—Son las 7:30 a.m. —Respondió Naruto mientras seguía tirado en la cama.— Espera un momento, ¡Yo entro en media hora y aún ni me bañé!
Así como había llegado Naruto salió de la habitación para ir corriendo al baño. Sasuke rió y se levantó para caminar hacia el armario, sacó un jean ajustado negro, una camiseta color celeste y unas zapatillas converse color negro. Se vistió con rapidez y se puso por último un suéter color verde pastel. Salió de la habitación con una sonrisa y miró a Naruto quien estaba tomando su desayuno mientras se acomodaba su traje. No pudo evitar reír ante la imagen.
—Debes despertarte más temprano, tonto. —Murmuró mientras se sentaba en la mesa.— Deberías ir yendo, yo puedo ir caminando al trabajo es a quince minutos.
—¿Caminando? ¡Te pueden robar! —Respondió Naruto mientras fruncía el ceño, pensando bien sus palabras segundos después.— Aunque pensándolo bien, me acabas de dar un golpe increíble.
ambos rieron y, minutos después, Naruto finalmente salió de su hogar rumbo a su trabajo, claramente antes le dió una cantidad de reglas a la hora de salir y a la hora de volver, eso junto a un spray para que se defendiera en todo caso de que le quisieran hacer algo malo. claramente Naruto sabía que Sasuke no necesitaría eso pero era mejor prevenir que lamentar.
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