Capítulo 19

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Poché

Hoy era el día de San Valentín o día del amor y la amistad. En el hospital le entregaron un recuerdito a Vale. Aún debíamos continuar aquí por su recuperación.

—Poché—

—¿Mmm?— respondí sin levantar la vista de mi computador.

—¿Tú de verdad nunca aceptarías una relación entre Leo y yo?— ahora si la vi.

—¿Por qué me preguntas eso?—

—Curiosidad, nunca te había visto negarte tanto por algo ¿Por qué no lo aceptarías? Y no me digas que por la edad, tú no eres de esas Poché— suspiré fuerte.

—Me niego porque Leo es de esos tipos que solo buscan una aventura y ya—

—No lo conoces, hasta yo que he compartido poco tiempo con él sé que no es así—

—¿Poco? Si te viene a ver casi todos los días y mira que no me niego porque es divertido y te hace reír. Pero ya no me está gustando esas confiancitas— la apunté con el dedo.

—Leo no es así, es un buen chico. Tal vez el que sea mayor significa que ha vivido muchas más experiencias pero es bueno—

—De eso no lo dudo Vale, sé que Leo es un gran tipo, pero no para ti— iba a volver a hablar —No quiero seguir hablando de eso— cerré lo que estaba haciendo.

—No porque a ti no te quieran no significa que a mi también— la vi confundida.

—¿Es que tú si tienes algo con Leo o qué?— se quedó en silencio.

—No, no me refería a eso— respondió—Pero me molesta que te metas en mi vida María José—

—Ay pulga, lo hago porque te quiero—
Volteó la cara y cerró los ojos, suspiré —Voy a ir hacer unos pagos, vuelvo en unos minutos— no respondió.

Salí del hospital para dirigirme al banco.

¿Será que si tienen algo? Negué de inmediato ante ese pensamiento. Pero quiero quitarme la duda.

Así que antes de ir al banco me dirigí al bar de Leo.

Llegué y me bajé del auto, cuando entré me encontré con los hombres de siempre, solo que ahora me dejaban entrar como si nada.

—Señorita Poché que gusto— me saludó el chico de la barra.

—Hola, lo mismo digo. Oye ¿Leo está aquí?—

—Sí, solo que está un poco ocupado— asentí.

Iba a preguntar más pero justamente él bajó por su elevador privado con una chica. En cuanto me vio se puso nervioso.

—Te veo luego— le dijo la mujer dándole un beso en la mejilla y se fue.

—Poché que... sorpresa tenerte aquí—

—Sí, desde la instalación de las pantallas creo que no había venido— dije y él asintió.

—Siéntate ¿Quieres algo de tomar?— negué.

—Te lo agradezco, en realidad debo ir al banco pero pasé por... una estúpidez—

—¿De qué se trata?— negué sonriendo.

—No es importante, de verdad—

—Vamos, para que hayas venido antes de hacer tus cosas debe ser importante—

—Bueno, lo que pasa es que tuve una pequeña discusión con Vale—

—¿Qué? ¿Por qué?— preguntó rápido.

Vuelvo a Diciembre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora