Fue inesperado, esa noche fría se conocieron esperando no ver el amanecer, pues quizá no se volverían a ver 💜
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Una historia ligera y corta.
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Esta es una historia sobre un ship que en lo personal me agrada mucho y estoy comenzando a explorar, no...
Estábamos entrando en el elevador, este tipo era realmente alto, delgado pero sentía que algo más se ocultaba debajo de su playera.
Lo había estado buscando por todos lados dentro del club, me había parecido tan desinteresado de la opinión de todos, lo contrario a mi.
Tenía maquillados los ojos en tono rojizo, su atuendo era de estrella de rock, a lado de él era una chica linda y ya, su cuello era ancho lleno de collares y se le miraba apenado cuando me le acercaba, me daba mucha ternura.
Desprendía un olor a whisky con colonia. No me comía con la mirada como todos, de hecho apenas me miraba.
-Tranquilo, iremos más arriba.- Sólo me asintió, se le notaba un rubor hermoso en la piel, vaya que me gustaba. Nunca había visto a un hombre así.
-Ven, aquí nadie vendrá.-
Salimos al roofgarden, tenía una alberca en el centro de la azotea y una tira de camastros, se podía ver toda la ciudad, vivir aquí me salí caro pero nada que mi trabajo no pudiera pagar. Mientras él no supiera a qué me dedicaba todo saldría bien, era difícil para mi hablar con los chicos.
Estaba rígido mirando el agua, tenía que aligerar el ambiente.
Caminé a la barra de la terraza esperando encontrar un par de cervezas.
-Eureka, ten. Vamos a sentarnos.- Ambos nos pusimos en la orilla de la alberca.
Nos quitamos las botas y él arremangó sus pantalones, su piel era realmente clara, sumergimos los pies en el agua mientras el chasquido de las corcholatas era lo único que resonaba en las paredes de los rascacielos.
-Este lugar es increíble, debe de ser caro vivir aquí.-
-Mhmm si un poco, ¿Vives cerca, Choso?.-
-Algo, dime Yuki, ¿Te pasan cosas como las del tipo de hace rato muy seguido?.- No hicimos contacto visual, pero noté su preocupación y la cara se me ruborizó de solo recordar cómo había golpeado al otro tipo.
-Si... quizá es por mi manera de vestir..-
-¿Qué?.- Giró y me miro unos segundos, apenas voltie a verlo él miro de nuevo el agua, éramos como el gato y el ratón.
-Si, sabes las faldas...
-Yuki no digas eso, tú puedes usar lo que quieras, seguramente pasa por qué eres...- Dió un largo sorbo a su lata, mire sus manos llenas de anillos, pequeños tatuajes y largos dedos.
-¿Bonita?.-Sonreí buscando su mirada, la obtuve al fin, sus ojos eran realmente profundos.
-Si, justamente eso y por qué son unos tontos.-
-¡Que lindo!, Choso juguemos verdad o reto, vale?.- Sacudí los pies salpicándonos un poco, por primera vez me sonrío, ¡Qué divino!
-Yuki... eres todo lo contrario a mi, me parece buena idea pero solo lo haremos 5 veces cada quien.- Sentencio, soltando su largo cabello negro, quede impactada con lo brilloso que era.
-Excelente! Bien, veamos C H O S O, ¿Verdad o reto?.-
-Verdad.-
¿Qué me gustaría saber de él? Ya sabía.
-¿Por que accediste a venir?.- Se reclinó levemente hacia atrás sobre las palmas de su mano, noté su largo torso e imité su movimiento viendo el cielo.
-La verdad tenía curiosidad de saber cómo eras.-
-Ahh ¿Como soy?.- Los hombres no solían decirme esto nunca.
-¿Gastaras otra verdad?.- Me sonrío y negué con la cabeza, procedió y me miro pícaramente, quien diría que un chico que parecía un cordero podía sonreír así.- Vale ¿verdad o reto? Y U K I.-
-Fácil, reto.- Trataría de hablar lo menos de mi, no quería que me descubriera rápidamente.
Me miro asombrado.
-Veamos... te reto a gritar "CHOSO ES EL MEJOR".- Este chico si que era muy amable, cualquiera me hubiera pedido un beso.
-Haha, eso es muy tierno... uno, dos, tres.. ¡CHOSO ES EL MEJOR Y MÁS GUAPO!.-Lo mire de reojo y terminaba de beber cuando noté como se ahogaba con lo último sorbo, se puso rojo.-Listo, ¿Verdad o reto?.-
-Mhmm veamos Yuki, reto.- Recuperaba su expresión tranquila.
-Vale, solo te aviso que no soy tan linda como tú.- Puse mi dedo en mi barbilla y fingui pensar un momento.- Quítate la chamarra y la playera.- Dejé salir una leve risita.
-Bueno... pero qué pena de verdad.- Lentamente se desprecia de su pesada chamarra de cuero, levantó su playera y pude notar su tonificado torso, era una escultura. Cualquiera con ese cuerpo sentiría de todo menos pena.
-Yuki... ¿Todo bien?.- Mi mirada regreso a sus ojos que miraban avergonzado, traté de disimular y sonreí, respondiendo sin antes ser cuestionada.- Si, ya sé que quiero, reto.-
-Pero... bueno, te toca quitarte la pla..yera..- Choso dudo en sus palabras y apenas me miro. Mi cara se lleno de calor y procedí a desprenderme de mi playera,agradecí traer mi sostén rojo, era un trato justo.
Al momento de verlo de nuevo, su cara estaba completamente abochornada, sus ojos me estaban viendo en compensación de todo lo que me había evitado.
-Bien, ahora solo nos quedan 3 preguntas a cada uno.- Lo mire coquetamente pues sabía que la noche duraría más o al menos buscaría extenderla lo más posible, me gustaba este hombre que parecía de roca pero se derretía por dentro.
-Yuki, perdón si quieres vestirte de nuevo está bien...-
-No, tranquilo, veamos...-
-Verdad, la pasada no me diste a escoger.-
-Mhmm ya veo que estás jugando en mis términos jaja, me parece Choso, dime, ¿Qué es aquello que has vivido que se siente como un sueño?.- El frío rozaba mi piel, había terminado mi cerveza y ponía mis ojos atentos sobre él, que de la nada brincó hacia el agua.
-¡OYEEE!.- Grite mientras salía y lanzaba sus pantalón húmedos afuera, tenía ese gesto de sonrisa y mal humor encantador sobre el rostro y nado a la orilla recargándose sobre sus brazos. El cabello húmedo se la fusionaba con la piel.
-Hace años, cuando era niño me perdí una noche, lo único que me mantuvo en calma fue cuando mire un cielo de un color tan único, que solo recordarlo me hace querer regresar a ese momento a la fecha busco el nombre de ese tono. Pero esa no sería mi respuesta actual, lo que más se ha sentido como un sueño es... es esto que esta pasando. Pensaba que iríamos solo por unas cervezas o un café y te aburrirías e irias pronto, no soy un chico con el que las mujeres.. las mujeres tan guapas como tú quieran hablarme... les parezco sombrío..- Sus pestañas dejaban gotear finas partículas de agua, el rojizo de sus sombras se impregnaba más en su piel, las mariposas de mi estómago me estaban revoloteando fuertemente y entonces brinque al agua para estar cerca de él.
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