Fue inesperado, esa noche fría se conocieron esperando no ver el amanecer, pues quizá no se volverían a ver 💜
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Una historia ligera y corta.
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Esta es una historia sobre un ship que en lo personal me agrada mucho y estoy comenzando a explorar, no...
-¿A qué hora sale tu vuelo?.-Choso entre abría mis piernas y besaba mis muslos, yo solo llevé la palma de mi mano hacia mi boca para callar mi gemido.
-Sale... a las 11 am ...- Susurre entrecortadamente, sus besos escalaban, hasta el centro de mi cuerpo, movía mi playera y ahora solo la tela de mis bragadas separaba su boca de mi botón. Estaba sintiendo todo mi cuerpo con consciencia plena.
Sus largas manos subían por mis piernas, eran largas, venudas y amplias.Su figura surgía entre las sombras de mi habitación, noté el reflejo de la poca luz sobre sus ojos, destellaban en color cárdeno. ¡Mi color favorito!
-Yuki... me gustas tanto.- Sus palabras dentro de mi fueron un completo alivio. Lentamente movió mi liviana tela y pasó su lengua sobre mi, mi cara estaba roja, la exaltación me estaba haciendo escalar de espaldas a mi cama.
Me miro y suspiro lentamente mientras lamia y lamia, me desprendí de mi playera y estiró sus manos a mi pecho de manera casi automática
-Choooso... lento.- En la penumbra me había despedido de la última prenda y de nuevo succiono, entro con un par de dedos a la par y yo solo sentía que el cuerpo se me contraía de forma rápida, no podía soportar ese jugueteo.
-La forma en la que tus paredes rodean mis dedos... ahh! Carajo Yuki eres hermosa.- Nuestros ojos se toparon y solo sentía la humedad contra la humedad abrazadora y caliente de Choso. ¡Este hombre!
-Chossooo...espera...- Sus falanges entraban tanto en mi que tocaban mi punto más sensible, tome sus cabello entre mis dedos presionando su cara aún más a mi intimidad, estaba tan cerca, la manera en que estaba devorándome me hizo sentir electricidad en todo el cuerpo, me llevo lejos, mi menta estaba únicamente enfocada en su grande cuerpo. ¡Por qué no te conocí antes!
Entonces el fuerte orgasmo provocado por su constante estimulación me alcanzó y subió desde mi vientre hasta mi pecho, llenándome de fuego.
-Ahhhhh! Si... siii...- Termine de gemir, volteando los ojos al techo, Choso se elevó sobre sus rodillas mientras mis muslos lo rodeaban y sacaba su mano mirando el espeso líquido que provenía de mi.
Jadeantes nos miramos, se desprendió de su playera, desabrocho su cinturón con algo de pena, como si hace un segundo no hubiera terminado en su mano y dejó salir su grande miembro, lo había sentido en el agua pero no me imaginaba que ese fuera su tamaño.
-¿Quieres que pare?Tengo protección en mi chamarra....- Me miro completamente erecto y con la boca entre abierta.
-No pasa nada... tomo anticonceptivos para regular mi periodo, ser modelo es cosa complicada..- No explicaría que dadas mis dietas rigurosas debía de regularme constantemente.
Su cara su puso completamente roja, coloque algo de saliva en la palma de mi mano y me encorve hacia el tomándolo entre mis manos.
-Yuki...agh!.- Lo moví de arriba abajo, era realmente largo y grueso, apenas me cabía en las palmas de las manos y entonces cuando estaba curvo de tanta estimulación lamí lentamente la punta.- Yuuuu...yuuki.- Choso dejó salir mi nombre entre sus labios mientras los míos rodeaban de saliva su rosada cabeza.
Me detuve y recosté de nuevo, mirándolo en todo momento, era grande, sus tatuajes en su blanca piel lo camuflajeaban con la oscuridad, su cabello tan sedoso brillaba y resplandecía con destellos, no era de fijarme en nadie, nunca me gustaba nadie, pero Choso era...
-Choso tú también me gustas muchísimo... eres.-
-Aún no puedo creer que una chica tan divertida, tan ocurrente, tan hermosa pusiera sus ojos sobre alguien como yo tan... tan lóbrego, prométeme que nos veremos de nuevo...- Sus palabras me parecían de lo más reales y tiernas, si Choso viera como ahora creo en el amor a primera vista no dudaría ni un segundo.
Mordí mi labio y lo empuje hacia mi con mis piernas que aún lo rodeaban, su cara quedó a mi altura y lo bese lentamente, su cuerpo se relajó y quedó sobre mi completamente, su erección estaba en mi vientre.
-Yuki.. promételo.- Entre beso y beso sus palabras se endulzaron mis oídos, provocándome tanta gracia.
-Lo prometo... entra..entra en mi.- Se detuvo y me miro fijamente, tomando su erección introduciéndola dentro de mi, con fuerza pero sin moverse o soltarme ni un segundo, por posición termine debajo de él.
Su abdomen se contraía y mis piernas se abrían cada vez más para que su grande tamaño cupiera por completo.
Lentamente se movió incrementando su velocidad, lo tome por los hombros y su boca viajaba a mi cuello con desesperación, la manera en la que me estaba estocando me hacía rebotar por completo contra su pelvis.
-Espero estarlo haciendo bien...- Choso Murmuró en mi oreja y yo solo me puse roja de recordar que no hacía esto hace mucho. Yo no lo dejaría ir de la cama jamás.
-Excelente...- Gemí y su cuerpo entró con mayor fuerza me rodeo con sus brazos por el área de las costillas y nos levantó dejándonos sentados sobre la cama sin salir de mi.
-Hazlo a tu ritmo...Yuki.- Mi cuerpo se terminó de fundir en excitación y en esta pose tenía el control, así que lentamente salí y entre. Choso simplemente era delicioso, la manera en la que me miraba me hacía sentir tan única, ni las pasarelas, ni las alfombras rojas, ni toda la atención del mundo sobre mi me provocaba esto, era como una droga.
El sonido húmedo de mi habitación, el calor, las luces de la ciudad, el hombre que entraba en mi, todo simplemente era parte de una gran coincidencia llena de destellos de suerte.
Mi cadera estaba haciendo todo el trabajo, era ideal.
-Que profundo.. estás llegando...- Sentía su miembro en mi abdomen bajo y entonces de tanto ir y venir sobre su grande excitación, lo noté palpitar, caliente y contraído me tomo del cabello separando mi boca de la suya.
-Me voy a venir... tengo que salir...-No iba permitirle salir ahora, ahora que lo necesitaba dentro de mi.
Solo lo mire retadoramente y entre con mayor fuerza, moviendo todo mi cuerpo para así sentirlo correr dentro, esparció el calor de todo su interior entre mis paredes y solo me abalancé sobre él abrazándolo y temblando.
-Ahhh...
-Carajo... que bien...hagámoslo de nuevo.- Susurró besando mi frente, mientras me sujetaba sus collares.
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