¿Quién necesita una pelirroja? (PAUSADA)

Six. Achats, bats toi et alcool

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OS ADORA, LULY

—Empecemos con la tortura—dijo India suspirando al ver a su mejor amiga entrando al mejor local de ropa de Hogsmeade a la vez que ella se colocaba sus auriculares y empezaba a sonar Die Young.

—Ni que fuera taaaaan malo—exclamó Rose negando con la cabeza a la vez que empezaba a buscar entre la ropa algo que pudiera utilizar como disfraz.

A la rubia le parecía increíble que McGonagall hubiera permitido aquella excursión para que todos pudieran encontrar un disfraz para la fiesta de aquella noche.

—Habla por ti, detesto comprar ropa—sentenció ella con los brazos cruzados sacándose sus auriculares para luego hacer una mueca de asco a una prenda que no dejaba mucho a la imaginación cuando la pelirroja la levantó—. Si llegas a comprar eso—señaló la camiseta de tirantes transparente—, juro por Merlín que te asesinaré mientras duermes, Weasley.

Rose soltó una carcajada.

—Ni de coña me pondría esto—declaró para luego tirarlo nuevamente del montón de donde lo había sacado—. Y dime, señorita Odio Comprar Ropa, ¿qué demonios te pondrás esta noche?

Como única respuesta, India se encogió de hombres.

—Tendré que revisar mi baúl.

—¿Acaso estás de broma? —Rose tenía una ceja alzada—. Tienes que comprar algo de aquí.

India hizo una mueca de irritación y le mostró su camiseta que decía "I HATE SHOPPING". Y con eso trataba de darle no solo un mensaje a su amiga, sino también a todas aquellas personas que se le acercaban n la tienda a preguntarle si necesitaba algo.

—Paso. Lo único que tengo ganas de comprar ahora es un libro, y fin de la discusión, Rosebud—dijo apuntándola con un dedo—. Ahora pruébate algo, mientras más rápido salgamos de aquí, mejor—su ceño estaba fruncido.

Rose bufó pero aun así hizo caso y entró al probador. India pasaría un laaaargo rato en aquella tienda.

—¡Hasta que llegaron! —exclamó Lucy levantando la vista de su celular cuando ambas chicas entraron a la Sala Común de Gryffindor.

Rose tenía una sonrisa de oreja a oreja en su rostro, después de todo había encontrado el disfraz perfecto para ella, mientras que India tenía una mueca de total irritación en su rostro.

—Ni hables de eso, juro por Dios que quiero arrancar cada cabello de la cabeza de esta chica—gruñó.

—Anda Indie, te divertiste—dijo con burla Rose.

—Si no quieres que cumpla con lo que acabo de decir, te conviene cerrar el pico—declaró mientras se dejaba caer en el sofá rojo más próximo al fuego—. Tienes suerte de que no haya nevado, porque ahí sí que te mataba.

—No entiendo por qué odias tanto las compras—dijo la castaña mientras respondía un mensaje.

India gruñó. Ese día parecía más enojada del mundo que lo normal.

—Mi madre siempre me llevaba de compras. Era lo único que hacíamos juntas, y ahora ni tiempo para eso tiene.

—La mía me presta demasiada atención mujer, no sé cómo no te alegras de que la tuya no lo hace—dijo Lucy—. Aunque me imagino que tus hermanos deben preocuparse por ti.